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Pedro Escamilla Esquivel
Más allá de todos los acontecimientos que se han estado dando y que han puesto a prueba el carácter de nuestro pueblo, hay algunos que se dieron y que constituyen un parteaguas en la vida nacional. Uno que llama la atención es la creación de la empresa “Gas bienestar”, empresa que pretende ser del gobierno y cuya principal función es la venta del gas LP a precios más bajos que los que están actualmente en el mercado.
El día de hoy, 10 de julio, en el periódico digital Sin embargo sale un artículo firmado por Guadalupe Fuentes López en el que afirma que el gas, el combustible más usado en los hogares mexicanos, subió un 30%. En una de las conferencias mañaneras, AMLO anuncia la creación de una empresa pública controlada por PEMEX y que competirá en la distribución del gas con nueve distribuidoras.
¿Es esta una medida correcta para resolver el encarecimiento del gas y, en consecuencia, la pérdida del poder adquisitivo de los hogares mexicanos? ¿Por qué suben los precios de los productos y servicios en una economía?
Las causas de la inflación pueden ser los costos o la demanda.
Si en la fabricación de un producto sus costos aumentan de precio, el empresario tiene dos alternativas: impactar ese costo en el precio final o absorberlo, aunque la segunda opción es menos probable ya que disminuiría su ganancia.
El aumento de precios por demanda se debe a un desequilibrio en el mercado: al aumentar la demanda de un bien por arriba de la oferta, los precios suben. Sin embargo, ese desequilibrio puede resolverse aumentando la oferta del bien para que los precios tiendan a la baja.
Pero hay un tercer elemento que no está incluido en la teoría de la inflación y que juega un papel muy importante en la fijación de precios. ¿En qué tipo de estructura de mercado están las empresas gaseras a las que permiten fijar precios de forma permanente?
Existen cuatro estructuras de mercados en una economía capitalista: a) competencia perfecta, b) monopolio, c) oligopolio, y d) competencia monopolística. El artículo del periódico mencionado afirma que existen nueve empresas gaseras que controlan el mercado del gas. Revisando la estructura de este mercado se llega a la conclusión que es un oligopolio. Este tipo de mercado se compone de pocos productores o generadores de servicios que pueden ponerse de acuerdo en la fijación de precios y cantidades de producción, son interdependientes estratégicamente hablando, y hay barreras de entrada para nuevos productores.
Con estas características se puede afirmar que esas nueve empresas (Global Gas, Gas Tomza, Gas Express Nieto, Gas Uribe, Gas Metropolitano, Gas Mabarak, Regio Gas, Sonigas y Grupo Zeta Gas) funcionan en un mercado de corte oligopólico que explica el aumento de precios.
Ahora bien, ¿es correcta la decisión del gobierno de crear la empresa pública para competir y bajar los precios del gas? A primera vista pareciera que sí, pero si profundizamos más en el análisis veremos que hay ciertas contradicciones.
En principio, México no es autosuficiente en la producción de gas LP: apenas un 30% se produce en el país. Esto lo mencionó AMLO en una de sus conferencias mañaneras, el total de esas importaciones provienen de los EUA.
¿Qué va a pasar si los precios del petróleo y del gas suben a nivel internacional?, ¿el aumento se impactará en los precios finales al consumidor? Si así fuera no se cumpliría la promesa de hacer bajar los precios del gas; si en cambio el gobierno decide subsidiar ese incremento para que no afecte al consumidor, se abrirá un boquete nuevo en las finanzas públicas, tapando un hueco, pero destapando otro.
Por otro lado, la nueva empresa generará una nueva estructura burocrática, un nuevo gasto que no estaba considerado en el presupuesto. ¿De dónde se conseguirán esos recursos? ¿Una nueva austeridad republicana?
Si tiene organismos autónomos cuya función es vigilar al mercado y aplicar sanciones, ¿por qué no los usa? ¿Acaso esos organismos no están dotados legalmente de las herramientas suficientes para lograr una mejor democratización del mercado del gas?
Si es así, que mande iniciativas al Congreso de la Unión para dotar de las herramientas necesarias a la Comisión de Competencia y a la Comisión Reguladora de Energía.
El problema es que no confía en ellos, está peleado con esos organismos y solo le queda crear la empresa, como ya lo anunció.
Varios expertos ya han mencionado que la creación de la empresa Gas Bienestar puede ser un arma de doble filo.
En escritos míos anteriores he mencionado que la economía de nuestro país es de grandes concentraciones monopólicas y, en consecuencia, los precios de los artículos y servicios que consumimos son altos.
¿Qué debería de hacer el Estado? Implementar medidas para democratizar las actividades económicas de nuestro país, pero sobre eso el gobierno, que yo sepa, no ha hecho nada.
AMLO tiene la última palabra.
Veremos.