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Adán Echeverría-García
Acá en Tamaulipas, en Matamoros, Tamaulipas, México, no todo es violencia, muerte, balaceras, mañosos y temor a vivir, como una gran parte de la prensa nacional quiere hacer pensar. Resulta penoso asistir a un taller en la Ciudad de México y escuchar el chiste capitalino de que se nos diga que venimos de Mataulipas, y chistes de este tipo. Sobre todo porque el México violento ha escalado a tal nivel que se encuentra metido en todas las ciudades.
Los estados de Colima, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Michoacán, y la misma Ciudad de México roban la atención por las masacres que ocurren al amparo de la impunidad y los malos gobiernos. La prensa reporta todos los días los asesinatos de 3, 5, 8 personas, grupos de personas y siempre lo anuncian como «ajuste de cuentas».
Desde agosto de 2018 estoy impartiendo talleres de apreciación literaria en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas. Ante la escalada de violencia a nivel nacional (que no logra detenerse), siempre será un placer poder mostrar el trabajo de las personas que quieren, desde la literatura, poner su grano de arena en la construcción de mejores sociedades; sociedades informadas, instruidas dentro del campo de la educación, el arte y la literatura. La comunidad literaria en la Heroica Matamoros no es la excepción.
Hace falta mucho camino, claro que sí. Pero los asistentes han demostrado, las más de las veces, constancia, deseo, responsabilidad y, sobre todo, disciplina lectora.
Esta es una pequeña muestra de algunos autores con quienes he podido trabajar en el Taller de Apreciación y Creación Literaria del Instituto Regional de Bellas Artes de Matamoros. Espero que alguno de estos trabajos pueda ser de interés para que usted, querido lector, pueda disfrutarlos.
Nota de la Redacción
Con un inmenso placer iremos presentando en sucesivas entregas los trabajos de estos artistas que Adán ha compartido con nosotros. Iniciaremos con:
Alicia Leonor. (Tamuín, S.L.P. 1968). Radicada en Matamoros, Tamaulipas, desde 1990. Licenciada en Administración de Empresas y Contaduría Pública. Poeta, narradora. Promotora de lectura. Asiste a los talleres del Ateneo Literario José Arrese desde 2014. Participa en el Taller de Apreciación Literaria del Instituto Regional de Bellas Artes de Matamoros. Ha participado en diferentes recitales y festivales de escritores nacionales y del Valle de Texas U.S.A, en “Letras en el Estuario” organizado por ALJA Ediciones, y en el 2do Encuentro Internacional de Poetas y Escritores llevado a cabo en San Luis Potosí y Real de Catorce. Sus textos se incluyen en las Antologías “Tengo una soledad” (ALJA 2015), “Ciudad de palabras. Poemas para andar por las calles” (ALJA 2016). “Visión de un instante” (ALJA 2017). “Voces Unidas en Real de Potosí” (2019).
Poemas de Alicia Leonor
Al perderme en el torrente de las emociones
se exaltan mis sentidos, sangra mi corazón,
llueven mis ojos, no paran de llover.
El invierno hiela mis huesos,
me hiela completa.
Pero siempre hay algo que me guarece
de esa desesperación concurrida.
que me acompaña en esa coyuntura;
el de turno, el que cambio tan seguido
y a quien a veces vuelvo porque me llena y satisface,
me transporta a los placeres no vividos,
que hasta la muerte me será fiel:
mi libro en turno.
Tiempo
Sigo viva, pero el tiempo escapa.
Mis secretos —dolores mudos— contradicen mis sueños.
El tiempo traspasa las entrañas de la noche,
me apresa,
deja huellas en mi frente,
estrías en mi cuerpo,
vacío que lastima
por la ilusión que escapó
Y me dejó un camino sin crepúsculo
sin mapas, ni brújulas que me guíen;
no hay noches febriles que celebrar,
la ley de la ironía ha fragmentado el templo.
Sigo viva sin poder distinguir
si soy real o la farsa de mi misma.
Vivo en gerundio regular —ando, yendo—
y solo uso un antifaz que esconde
ausencias.
+++
En cada una de tus salvajes alboradas
atrápame con bríos, refúgiame en el túnel de tus sueños
en la profunda raíz del almendro, en el rayo de luz.
Gózame como ese libro que atesoras.
Quiero estar en cada verso y al final, siempre al final,
saborear tus letras al viento del otoño que me desnuda.
Que mis harapos caigan como hojas de árbol.
Descorcha el erotismo acumulado,
tatúa tus caricias en mi carne,
tira piroclastos que enerven mis sentidos,
deja correr en mis entrañas
la lava ardiente de tu sexo.
+++
Te pido que no me imagines vestida.
Imagíname desnuda, sin nada que estorbe tu malicia.
No quiero que la imagen se difumine,
deseo ser recuerdo, tu puta más furcia;
quiero que lleves mi nombre tatuado,
que tu boca me llame a la lujuria,
en cada cama donde duermas.
Quiero que me odies, me ames, me extrañes,
sin pronunciar te amo.
Quiero sentirte en travesía por mi cuerpo
que gimas conmigo, que goces conmigo.
Y si un día te sientes herido, ahí estaré para sangrar tu herida,
frotarla en mi carne y sellar nuestros íntimos deseos.
Y si desfalleces ahí estaré, contarás con mi locura,
con mis monstruos; aprenderé a amar los tuyos.
Y, cuando hagamos el amor, promete
que desharemos este maldito y profundo desamor.
+++
Soy la equilibrista que flota en la cuerda,
con la oscuridad abordo. Levanto la mirada,
disfruto el hermoso globo blanco que alumbra la noche.
Mi cordura es frangible y mis sueños subjetivos.
Siento el fracaso y no he sido amada,
¿Qué importa si en el otoño caigo herida?
Reposaré mi invierno bajo lluvias sabor a óxido.
Porque soy la equilibrista. Lanzaré al vacío mi pesadumbre.
Me despojaré de vaciedades, de falsas poses.
La sombra de la noche me abrazará,
y juntas renaceremos al terminar el invierno.
Gracias por leer nuestras letras hasta ese bello Estado.
Nos llena de gusto y orgullo compartirlas. Quedamos a sus órdenes cuando deseen compartir con nosotros y con nuestros lectores sus trabajos. Reciban un cordial saludo de todo el equipo editorial de Diario del Sureste.