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Letras y Reflexiones de un Meridano

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Letras

PRELIMINAR

 

Luis Felipe Peraza Lizarraga, el autor del libro, perteneció a una generación de estudiantes con inquietudes políticas genuinas, que abrevaron conocimientos en escuelas formadas bajo los principios legales y filosóficos de la Revolución Mexicana.

Así se explica que al término del ciclo de la Preparatoria, cursado en la antigua Universidad de Yucatán, persistiera en su pensamiento la obra redentora de Salvador Alvarado y del fundador de la Universidad Nacional del Sureste, Felipe Carrillo Puerto, que la concibió y concretó en su breve paso de menos de dos años en el gobierno del Estado, en coincidencia con el régimen gubernamental del General Álvaro Obregón, que tuvo a José Vasconcelos, llamado Maestro de la Juventud de América, como titular de la Secretaría de Educación Pública, en el cuatrienio 1920–1924.

Desde entonces no ha habido otra conjunción de hombres de talento y acción, como los del período señalado, porque en ocasiones predomina el nivel central, como ocurrió cuando Jaime Torres Bodet se desempeñó parcialmente, los 3 años finales del sexenio Ávila Camachista (1940-1946) o cuando él mismo asumió la responsabilidad educativa en el gobierno de Adolfo López Mateos. Al sistema centralizador hay que reconocerle varios aciertos y méritos, pero no puede dejar de entenderse que privilegió a la sociedad metropolitana, causando el rezago de la educación superior en varias entidades federativas.

Coincidiendo con el sexenio de Ruiz Cortines, Luis Felipe Peraza desempeñaba, simultáneamente, los cargos de Secretario de Prensa y Propaganda de la Federación Estudiantil Yucateca y Director de “ACCION”, órgano de difusión de la FEY. En alguna ocasión tuve oportunidad de tener a mi vista toda la colección de esas publicaciones, lo que me permitió comprobar la calidad de su contenido.

Es de entender que entonces no tenía la experiencia que años después le permitió sostener su colaboración periodística semanal en POR ESTO! Sin embargo, su inquietud editorial la inició en 1953 en la GACETA PREPARATORIANA, órgano estudiantil de ese nivel universitario.

Los estudios iniciados en la Escuela de Leyes de la Universidad se vieron interrumpidos por apremios de orden familiar, que lo indujeron a la búsqueda de trabajo que contribuyera a consolidar la economía hogareña.

El Ing. Gilberto Mendoza Vargas, funcionario encargado de la creación del Banco Agrario de Yucatán, S.A., conoció las inquietudes de Peraza Lizarraga y le confirió la responsabilidad de participar como Director y Jefe de la publicación “8 DE AGOSTO” que con sólo su nombre marcaba la fecha histórica que en 1938 dio inicio, en el régimen presidencial de Lázaro Cárdenas, a la intensificación de la Reforma Agraria en Yucatán, cuyas repercusiones no se han estimado en toda su magnitud. Durante esta etapa nuestro autor tenía la responsabilidad de estimular la colaboración de los encargados de las diversas secciones del Bangrario lo que le permitió a Luis Felipe un mayor contacto con los problemas henequeneros y otros cultivos, así como la ganadería ejidal incipiente que progresaba con grandes limitaciones en la zona henequenera.

Como resultado de ese desempeño, nuestro personaje ganó en experiencia y profundidad de conocimientos en problemas de economía agrícola, así como sobre la situación agraria que se pulsaba en la banca de desarrollo.

Cuando el Partido Revolucionario Institucional me postuló como candidato a Diputado por el Tercer Distrito Electoral del Estado y posteriormente el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Lic. Carlos A. Madrazo, me designó responsable del Comité Directivo Estatal, conocí personalmente a Luis Felipe. Además de su buena pluma, era convincente orador con clara exposición instrumentada en una argumentación coherente, llena de consistencia, sobre los problemas que abordaba. Fue un breve encuentro, pero me dejó una grata impresión por su consciente inserción en un partido que abogaba, entonces, por adelantar los logros del proyecto nacionalista de la Revolución Mexicana.

Su avanzada comprensión sobre los problemas locales y nacionales derivaba en parte de su entrega al estudio de las fuentes que inspiraron la doctrina revolucionaria de nuestro país y también de la práctica política adquirida a su paso por la Federación de Organizaciones Populares de Yucatán, fracción estatal de la Confederación Nacional correspondiente (CNOP). En este llamado sector popular, también dirigió la revista FOPY.

Quisiera enfatizar que, por su dominio del idioma inglés y por reunir los requisitos solicitados, Peraza Lizarraga formó parte de un grupo de jóvenes líderes de diversas regiones del país, que procedentes de organizaciones obreras recibieron la oportunidad de conocer la estructura sindical de los obreros de Estados Unidos de Norte América, recorriendo varias ciudades de su territorio. Esta bolsa viajera permitió a nuestro compañero acrecentar sus experiencias al estudiar procedimientos de defensa laboral en el país exponente del mayor desarrollo capitalista

Casi al término de mi gestión como Senador de la República, fuí postulado como candidato al gobierno del Estado. En tal época, previa a las giras de la campaña de proselitismo político, no encontré a nuestro personaje. Por discreción y pudor, según me enteré posteriormente en una charla personal, no aparecía porque él había simpatizado y jugado su carta política en la postulación de otra persona cuyo nombre se mencionaba como aspirante al cargo que finalmente no obtuvo en esa ocasión sino hasta varios años después.

No obstante, invitado luego para participar en la campaña, en un intempestivo cambio de autobús, sorpresivamente me lo encontré un día en el grupo que generosamente me acompañaba en las visitas a cabeceras y comunidades municipales de nuestro estado. Tengo fresca la imagen de su sorpresa cuando al término de un mitin le previne para que expresara a nombre del PRI el mensaje en el siguiente acto político. Me impresionó la forma en que improvisó su intervención con precisión y lógica no fácilmente encontrada en la estructura discursiva. La suya se construyó coherentemente hilvanada, como si con antelación se hubiera preparado. Ahí estaba mi amigo demostrando su vasto conocimiento del proyecto revolucionario, actualmente no sólo olvidado sino combatido por los planes, cuando existen, gubernamentales

En su afán de servir a su partido y al candidato, nuestro autor se dio tiempo para dirigir y escribir un “Diario Campesino” de la campaña gubernamental. Salió a la luz pública en el tiempo de duración de ella y tuvo generosa y solicitada acogida por su contenido y el material gráfico con que se ilustraba.

Iniciada la acción gubernamental y con la preocupación por el cumplimiento del programa de gobierno, que había sido entregado a los medios de comunicación con una semana de antelación al inicio de la gestión, encargué al Lic. Mario Bolio Granja, Tesorero General del Estado, la concreción del Sistema de Seguridad Social para los Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado, rogándole encarecidamente que enviara a Luis Felipe a conocer alguno de los sistemas que con anterioridad se habían instituido en otras entidades del país.

Varios meses se ausentó nuestro compañero en sus viajes de conocimiento, estudio y recopilación de datos, que sirvieron para la elaboración de la iniciativa de ley correspondiente. Al concluirse este trabajo, le invité para que asumiera la Dirección del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (ISSTEY). Se dio a la tarea de hacerlo y comenzó a funcionar la nueva institución con un Fondo Social Permanente de un millón de pesos aportado por el Gobierno del Estado, patrimonio que al entregarse al gobierno siguiente ascendió a $475 millones de pesos.

La ubicación de Luis Felipe me permitió conocerlo en una nueva faceta de su vida: la administración pública. En ella se desempeñó satisfactoriamente tanto para los asegurados, los derechohabientes, el personal de la institución y el gobierno del Estado. Los antecedentes de su tránsito en diversas posiciones del Banco Agrario de Yucatán y como Administrador de los Aeropuertos de Mérida y Villahermosa, en el lapso 70-74, le fueron de gran utilidad permitiéndole un exitoso desempeño en la organización y dirección del organismo estatal de seguridad social.

Todavía tuvo tiempo de trabajar horas extras, con el mismo salario, en el equipo de elaboración del Informe del Gobierno del Estado. Ardua responsabilidad porque los trabajos se hacían en horas fuera de atención a los cargos que teníamos, los cuales nunca se interrumpieron por causa de las tareas informativas.

Por todas las experiencias vividas y por el tiempo en que tuve oportunidad de apreciar cualidades humanas, preparación y voluntad de acción, nació un afecto particular por el amigo que sufrió un serio quebranto en su salud en el que, inexplicablemente para la ciencia, pudo vencer la adversidad.

Fundado el Diario POR ESTO! en 1993, por invitación de su Director, mi amigo, comencé la elaboración de una entrega semanaria y me tomé la libertad de inducir a Peraza para que sumara la suya a las plumas de los colaboradores del cotidiano en la sección de Opiniones. Al cabo del tiempo, inició la publicación de los artículos que, coleccionados en este volumen, salen a la circulación ordenados, cronológicamente, conforme fueron elaborados.

La variedad de temas tratados inducen al lector a dimensionar la amplitud de cobertura que posee el autor, que “con el lápiz suelto”, como decía el gran periodista don Ricardo Cortés Tamayo, aborda con singular énfasis los temas objeto de sus observaciones y comentarios.

Aunque la vocación y el deseo de escribir existe en varias personas, son relativamente pocas las que sobresalen en tal propósito. El ilustre escritor Juchiteco Andrés Henestrosa relataba verbalmente, y así lo ha expresado en varias notas, que solamente en el ejercicio constante de la disciplina, se hace el escritor.

Peraza, además de los antecedentes de articulista y editor, con anterioridad fue autor de algunos ensayos lo que significa que se vió obligado a realizar estudios sobre diversidad de temas. Asiduo lector, es poseedor de una biblioteca enriquecida con obras de autores varios y de revistas de las que ha tenido la atingencia de hacer algunas colecciones envidiables.

De ahí la frescura de su prosa sencilla que va creando con la mayor soltura para transmitir en forma clara y amena las ideas que prevalecen en sus escritos. Cada uno de sus artículos periodísticos es revelador de tesis sobre algún acontecimiento en particular, en el que asume el planteamiento del tema, lo analiza y termina expresando sus conclusiones. No rehúye su particular óptica sobre el tema abordado. Su línea de pensamiento se basa en principios ideológicos de la Revolución Mexicana, que en la actualidad muy pocos escritores se aventuran a sostener.

Cuando otros países están estructurando nuevos sistemas de gobierno con fines más humanos, porque el nuestro propicia el incremento de la riqueza de los que más poseen para hacer más pobres a los que nada tienen, en México nos aferramos a los lineamientos del sistema neoliberal que ha demostrado su ineficacia en la consecución de la equidad distributiva. Existe crecimiento, pero carecemos de desarrollo. Se enriquecen pocos, se empobrecen muchos.

Por tales razones, y porque conozco la entereza con que enfrenta la adversidad en su propia persona, me congratulo de haber recibido la distinción para escribir el proemio de este libro, pequeño en extensión, pero valioso en su contenido.

Concluyo estas líneas expresando mis mejores deseos porque las colaboraciones de Luis Felipe Peraza Lizarraga continúen recordando, a quienes se asoman a ellas, el compromiso que tenemos en Yucatán para que sobre los males pasajeros enarbolemos antecedentes históricos y con esa inspiración se abran nuevos retos a fin de que la sociedad civil transite, buscando las estructuras sobre los cuales se construya una nueva era en que la justicia y la equidad permitan el sano desarrollo de personalidades vigorosas que con talento impulsen a las nuevas generaciones a destinos superiores.

Mérida, Yucatán, México, mayo 2000

Dr. Francisco Luna Kan

Continuará la próxima semana…

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