Tras 55 años de trayectoria
Les Luthiers representó para mí la increíble combinación de buena música y humor inteligente que te invita a pensar, a profundizar, para explotar en carcajadas con el remate final. Siendo desde muy joven amante de la música clásica, del rock, del jazz, del blues y la latinoamericana, también lo era del humor del dibujante argentino Quino (padre de Mafalda, sin ir más lejos); del creado por la pareja perfecta Rene Goxini y Albert Uderzo, padres galos de Asterix; del cantante y humorista cubano Virulo, del sensacional artista mexicano Tin Tan. Descubrir entonces a este grupo gaucho fue como adquirir un boleto a la felicidad.
A lo largo de mi vida, Les Luthiers me acompañó y ayudó a alcanzar mejores porciones de alegría, al escuchar una y otra vez sus vinilos, los cuales fui adquiriendo en desorden cronológico, como también las primeras presentaciones grabadas en video y distribuidas en formato VHS, después en DVD. Se convirtió en un sello familiar, pues mi esposa, mis hijos, mis hermanos, cuñadas, sobrinas, sobrinos y sus hijos supieron de su existencia, pues siempre me encargué de hacerles escuchar sus obras. La Gallinita dijo Eureka siempre fue el favorito de los niños, mientras que El Bolero de Mastropiero es el que más disfrutan los mayores.
El Concierto Grozo a la Rústica es el número 1 en mi clasificación personal de mejores obras de Les Luthiers, una auténtica maravilla que fusiona la música docta con la folclórica Latinoamericana. Fue una pasada que decidí recrear cuando utilicé esa música para un sketch del programa de TV “Para Variar”, dirigido por Luis Felipe Vales, para Trecevisión en la década de los 90.
También usé el audio de “El Asesino Misterioso” en un festival dedicado a las madres en la escuela Joaquín Peón, de la ciudad de Mérida. Funcionó de maravilla: los jóvenes actores representaban lo que se iba narrando y la gente reía a carcajadas. Agradecí a mis ídolos su generosidad, claro, interiormente, pues en aquellos años sin internet era imposible ponerse en contacto con artistas de esa talla; sé que hubieran aprobado el uso.
Cuando Daniel Rabinovich falleció en 2015, todos sentimos que era el final. Imaginarlos sin él era imposible: después de todo, Neneco era el corazón de Les Luthiers. Sin embargo, los demás decidieron continuar, trabajando con Tato Turano, quien era el integrante oficial de reemplazo.
Entonces, en 2017, Carlitos Nuñez Cortez anunció su retiro precisamente al cumplirse 50 años de la creación del grupo. Ahora sí, sus fans pensamos que era el epitafio. Cierto, Rabinovich era el corazón, pero Carlitos era el alma… ¿cómo podría caminar la máquina sin corazón y alma?
Los músicos continuaron adelante, hasta que en 2020 falleció a los 77 años de edad Marcos Mundstock, otro de los miembros fundadores.
Tras meditarlo, los dos sobrevivientes del quinteto clásico, Jorge Marona (último miembro fundador) y Carlos López Puccio, decidieron continuar con Tato Turano, Martín O’Connor, Tomás Mayer-Wolf y Roberto Antier, pero la irrupción de la pandemia de Covid derrumbó sus planes para la gira de ese año y los dos posteriores.
Es hasta este 2023 que llega el final para Les Luthiers, cuando Jorge Maronna y Carlos López Puccio informaron que a sus 75 y 77 años de edad, respetivamente, es el momento justo para decir adiós. El actual sexteto se ha despedido ya de sus incondicionales seguidores de Argentina, México, Colombia, Costa Rica, Chile, Uruguay, Bolivia, Perú y los Estados Unidos.
Como es bien sabido, en España se les tiene un especial cariño, recibiendo los prestigiosos reconocimientos Orden de Isabel la Católica (2007) y Princesa de Asturias (2017), por lo que el inicio de la despedida española, que inició el miércoles 31 de mayo en Madrid, está resultando sumamente emotiva. Esta concluirá el 9 de julio en Sant Feliú de Guíxols (Girona), tras pasar por Sevilla (27 y 28 de junio), Nerja (30 de junio y 1 de julio) y Barcelona (4, 5 y 6 de julio). En la capital ibérica, Les Luthiers continúan tocando de miércoles a domingo en el Gran Teatro Príncipe Pío, donde continuarán hasta el 28 de junio.
Jorge Maronna y Carlos López Puccio han confirmado que los derechos para el uso del nombre de Les Luthiers pertenecen a los tres miembros fundadores vivos (Maronna, López Puccio y Carlitos Nuñez Cortez), y a los herederos de Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock. Con esto, la posibilidad de que Tato Turano, Martín O’Connor, Tomás Mayer-Wolf y Roberto Antier decidieran continuar sin ningún miembro original, es poco viable, siempre y cuando lo aprueben los dueños de la marca y se mantenga el nivel de calidad exigido.
¿Cómo será un mundo sin Les Luthiers? Prefiero no imaginarlo. Aunque en vivo ya no podremos más verlos interpretar sus creaciones, podremos continuar riendo de sus ocurrencias, de sus geniales fusiones músico- humorísticas, degustando sus álbumes emblemáticos, disfrutando de sus videos.
Les Luthiers promedia 444 carcajadas por función, y unos 10 millones de personas han tenido la fortuna de verlos en vivo en sus 7700 actuaciones. Hasta antes de esta gira promediaban cerca de 4440 millones de risas repartidas, pero en esta gira de despedida superan las 8000 actuaciones, algo realmente histórico.
RICARDO PAT
