Rocío Prieto Valdivia
Surges como el rocío de Hermón, bañando mi cuerpo…
Y en este concerniente naufragio
las olas de tu voz, desnudándome
ante tu cálido rumor,
circulando por los pliegues
de mi cuerpo
somos el latido en la tormenta.
[Siento que cercena mis ideas]
Y la furia arremolinada se vuelca
en contra de todos los poetas.
El viento arrecia, y no tengo
la más mínima duda:
¡No quiero permanecer anclada!
[a esta pasarela de voces redentoras]
Es agosto y esta revolución de sombras
levanta las arenas del tiempo
en donde no logro encontrarte.