LA ACTIVIDAD CREATIVA EN TRANSFORMAR Y COMBINAR LAS IDEAS PARA TRANSMITIR UN SENTIMIENTO MEDIANTE LA BELLEZA ESTETICA
por JORGE FRIAS CASTILLO
Noviembre 2020 – Algunos de los dibujos eróticos más caros han sido de Salvador Dalí, quien cobró 25 mil dólares por 14 dibujos destinados al libro más caro del mundo: la edición de lujo de las memorias de Casanova que preparó el editor parisiense CLAUDE TCHOU, según informó el Vespertino “París- Preses”.
Dalí hizo los dibujos, pagados en el acto, en 15 días de trabajo. Ilustraban algunos de los episodios más picantes –ya más bellos– del inmortal libro del caballero de Seingalt: Una ninfilla tendida sobre un plato de caviar helado y una mujer desnuda seducida por un águila loca.
Los dalíes fueron impresos en el papel más caro del mundo: el “Japón nacarado”, auténtico papel de seda natural que solo se fabricaba en Japón y tenía un precio exorbitante. Fueron tirados de ese fabuloso libro solamente 390 ejemplares, y el número más barato costó 600 dólares.
El editor Claude Tchou, cuya casa era “Le cercle du livre precieux”, fue un ciudadano chino instalado en París. Su padre fue, en el antiguo régimen de Pekín, una especie de ministro de cultura. La editorial Tchou estaba especializada en editar libros raros. Entre sus mejores realizaciones están la muy cuidada edición de la obra completa del Márques de Sade, la obra completa de Havelock Ellis, la edición crítica de “La Chartreuse de Parme” de Stendhal, etc. Algunas de estas ediciones le costaron a Tchou movidos procesos judiciales, multas, e incluso algunas penas de cárcel.
GERMÁN GEDOVIUS: El acervo cultural de la pintura mexicana (1867-1937).
Germán Gedovius fue transfigurado en el tiempo, convirtiéndose en el máximo exponente del arte de la pintura, e iniciando con él la característica de una insolada vida. De origen alemán, nació en la ciudad de México con problemas de sordera que lo llevaron a desarrollar la pintura como una manera de expresión. Viajó a Alemania para ser tratado por la sordera en Hamburgo, al lado de su abuela paterna.
Gedovius fue atendido médicamente, logra mejorar de su enfermedad y percibir las influencias de la pintura en la academia de arte de Múnich, permaneciendo en Europa durante ocho años para especializarse en dibujos y colores, siendo influenciado por la pintura flamenca holandesa, conceptuándose con Rembrandt y Franz Halls, creando así pintura vanguardista, viviendo la época neoclasicista de artistas avanzados.
El pintor Germán Gedovius vivió la grandeza de dos siglos, el porfiriato y la posrevolución; así como su vida en Hamburgo y la visión de Europa, en un momento que se catalizaba la revolución industrial. Entre sus principales obras están “EL RETRATO DE LA ABUELA,” (1886), su autorretrato “EL CARGADOR” (1909).
A su regreso a México en 1892, no tuvo -digamos- el apoyo o el reconocimiento que merecía. El maestro Fausto Ramírez lo describe como un pintor marginado durante varias décadas. Sin embargo, trae consigo un bagaje de retratos y estudios únicos en la historia artística de México, al grado que hubo incredulidad de que Gedovius ¡no era! el creador de esas pinturas. Su carácter retraído no era de gran ayuda dentro de los círculos elitistas; impidiendo una completa integración dentro del mundo artístico. Fue hasta 1898, al participar en la XXIII exposición de San Carlos, que la crítica de entonces tuvo que aceptar la originalidad de Gedovius, quien se integra a un grupo de intelectuales: Luis G. Urbina y Rubén Campos.
Ellos lograron que Gedovius se pusiera en contacto con el maestro don Justo Sierra quien, al ser nombrado secretario de instrucción Pública y Bellas Artes, lo llama para ser maestro de academia.
Tuvo éxitos, aún en 1910 durante la revolución y en 1914 en el Pabellón español.
Gedovius seguiría por mucho tiempo siendo un artista de gran valor por su amor a la pintura, su serenidad espiritual; pasó de ser un pintor reconocido a un artista olvidado y marginado. El momento del país, a partir de 1920 y los movimientos posrevolucionarios, motivaba a artistas jóvenes. Cuando Gedovius ya contaba con 50 años, viene un renacimiento mexicano con Leal, Alva, Rivera, Orozco y Revueltas, que iniciaban el camino hacia el arte. Gedovius se queda en la plasma estética europea, con los valores profundos de la tradición mexicana.
Podemos decir que Gedovius fue un artista que se mantuvo alejado de cualquier intención que no fuera la búsqueda personal de la belleza armonía y honestidad.
Continuó siendo maestro en San Carlos, hasta su fallecimiento en 1937, en tranquilidad.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, “LA MUSA DÉCIMA”
La Fénix de América, a tres siglos de su muerte, ocurrida el 17 de abril de 1695, unos meses antes de cumplir los 47 años en el convento de San Jerónimo (hoy Universidad del Claustro de Sor Juana), es recordada una vez más por esa poesía inmersa en el sentimiento y delicadeza de la pluma de una mujer. Fue una escritora intelectual que con gran carácter y valentía enfrentó todas las adversidades detractoras de la mujer, en una época que las colocaba muy inferiormente para ejercer sus cualidades de vida.
Juana de Asbaje y Ramírez (1648- 1695) fue una enigmática figura con una pasión y una decisión a escribir a pesar de cualquier adversidad. Fue una dama muy querida por la Virreina, una vida de poesía lírica, religiosa y más aún con un pensamiento filosófico y analítico de una sociedad que comenzaba a encumbrarse en el continente.
Amante de los libros, en su celda de monja, siempre con la valentía de enfrentar sus convicciones ante cualquiera, hoy la recordamos con su introductorio poema.
Arguye de inconsciente el gusto y la censura de los hombres
Que en las mujeres acusan lo que acusan.
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón
Sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual solicitáis su desdén
¿Por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
