Alerta sobre el hoy procedente y oportuno ideario de la auténtica educación indígena en México, desde el fórum permanente de docentes yucatecos ENIM
Jaime Novelo González
La educación mexicana hoy, en general, es deficiente en varios perfiles, tal y como ocurre con la mayoría de los países del mundo. Pero nuestra educación para los millones de ciudadanos que forman parte de nuestras etnias madres es más que deficiente: es paupérrima y violatoria de la Constitución y las leyes en rublos claves; también es sustentadora de marginación y subdesarrollo, lo que da lugar a procesos de pérdidas culturales en los siempre mediatizados programas oficiales, supuestamente creados para enfrentar el problema, pero que discurren con medidas que no cambian nada en esencia.
Hay una ventaja magnífica hoy en nuestra educación indígena: es muy fácil precisar los cambios que necesita. Efectivamente, no proceden ya paliativos, reformas, cambios de periferia, mejoras. Exactamente. Nuestra educación indígena necesita rediseñarse a partir de los derechos educativos de nuestras culturas autóctonas; desde lo constitucional al respecto, y desde las realidades de marginación y subestimación en que viven nuestros mexicanos especiales, que son protagonistas de un sector destacado de nuestro patrimonio histórico, de alcance también mundial.
El México hoy posible y ansiado –emanado de las intenciones del gobierno por establecerse el 1 de diciembre de 2018, que sustenta una nueva esperanza de nación por la que los mexicanos han votado rotundamente– tendrá el orgullo y el deber histórico de saldar la deuda centenaria para con nuestros habitantes originarios mexicanos; algo que significará el despertar de un potencial magnífico de sabiduría y de humanismo universal que aportará mucho a las garantías para lograr esa reconstrucción de país, y que bien puede resumirse en un rescatar –para cada mexicano– la autenticidad de ser quien realmente es.
Tres partes claramente diferenciadas hay en el descrito proceso de engrandecer a México, empoderando educativamente a nuestras culturas madres de lo necesario para darnos los frutos de su magnífica obra humanista, que es un magnífico caudal milenario:
- Claridad rotunda en la visión por lograr y en los directivos tutores por empoderar.
Que las ideas acreditadas y sustentadas en el poder gubernamental –claramente presentes en el sentir, la intención y el actuar de todo quien se identifique como actor acreditado y directivo de la construcción del nuevo México– sean suficientemente claras como para que no quede una posibilidad de establecer mediatizaciones en forma de intenciones de mejoras educativas en el fantasma actual de la educación indígena. Necesita México cumplir con establecer la correcta educación indígena, que hoy no hay y debe nacer, sin desviaciones de su autenticidad, que responda a sus raíces históricas como pueblos amerindios. Hablamos de una educación que cumpla cabalmente con los derechos educativos de nuestros pueblos ancestrales, sustento imprescindible de sus derechos humanos sí cumplidos, para este sector especial y distinguido de la nación mexicana.
Alerta máxima sobre los que han acumulado un historial de entreguismo y venta de los valores humanistas, en general, y materiales, en particular, de nuestros pueblos autóctonos, actuando desde posiciones de tutoraje institucional y como dirigentes activistas de asociaciones gubernamentales o no gubernamentales teóricamente sustentadas en misiones –totalmente incumplidas– a favor de la protección y desarrollo de nuestras culturas madres. Alerta con todos los que por décadas han vendido la causa indígena a las ideologías etnocidas y de racismo manifiesto o velado que, amparadas en la manipulación del saqueado oro presupuestal maya –aplicado solo con migajas– han entregado fraudulentamente, por ventajas personales, los derechos educativos de nuestros pueblos originarios; sosteniendo, sustentando y detentando la falsa educación que han recibido nuestros pueblos por siglos, garantizadora del bloqueo, en la práctica, de los logros –constitucionales y legales– para una auténtica educación indígena. Alerta sobre quien, llevando sangre indígena, ha sido manipulado y comprado, consciente o inconscientemente; porque alguien que es manipulado, si no despierta y retoma su lugar de honor, se constituye en un enemigo muy dañino del colectivo al que debería servir y defender con todo su empeño y corazón. Bienvenido el que quiera redimir su mal pasado, pero aguzado ha de estarse sobre ellos, porque ya demostraron su capacidad de engañar y traicionar, y ahora tienen que demostrar bien su nueva posible personalidad de que en lo adelante sí actuaran como defensores de lo que siempre debieron defender y no hicieron con respecto a los derechos educativos indígenas.
- Enunciado claro, rotundo y acreditado, sobre los fundamentos de la nueva educación indígena por establecer.
Ha de consensuarse un documento resumen del ideario central de nuestra educación indígena base, para ser particularizado con las características de cada etnia mexicana y las condiciones sociopolíticas, económicas y culturales de su ubicación en la geografía nacional. Dicho documento debe ser suficientemente difundido para que, en todo periodo de postergamiento o titubeos sobre dicha educación necesaria, quede claramente contrastado lo que esté ocurriendo y lo que debe ocurrir, acorde con el nuevo México que se vislumbra hoy con esperanza y alegría, por justo y procedente.
- Intenso proceso de diseño y sistematización de todos los perfiles de la educación ejemplar que llenará vacíos sobre derechos educativos indígenas sí cumplidos, hasta hacer desaparecer el abismo actual entre la educación que procede para integrantes de culturas madres y la educación paupérrima que reciben.
Solo la misión, la visión, la metodología, la planeación y la instrumentación de la correcta educación indígena deben actuar como los parámetros para la aceptación y validación de las propuestas; acerca de cómo actuar en el periodo de cambio de la educación indígena improcedente para lograr la educación indígena autentica; capaz de garantizar el empoderamiento para su desarrollo y aportación de su legado humanista que por miles de años ha venido procesándose en estos pueblos. Ningún análisis político debe hacerse ignorando lo planteado, si aspira a autonombrarse como parte del proceso de cambio justo que México hoy se apresta a concretar.
Todo lo expresado resume oportunamente el procedente ideario que sobre nuestra educación maya yucateca se ha venido elaborando y trabajando desde el fórum yucateco permanente de docentes que es el ENIM, “Educación Necesaria e Impostergable para los Mayas”, que desde el 2013 viene actuando en Yucatán, resumiendo con su teoría y práctica décadas de lucha en favor de los derechos educativos de nuestros mayas.
Hacemos constar que el ideario ENIM ha venido trabajando con muchos avances el diseño completo de la correcta y urgida educación, temprana, primaria y media superior del pueblo maya yucateco, pero sin haber podido contar con el reconocimiento y compromiso institucional para dicha educación justa, legal y urgida; única capaz de aportar mucha dignidad al proyecto esperanzador actual de nación.