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Langostas Voladoras, Plaga bíblica

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Las Langostas Voladoras son insectos desfoliadores que en altas densidades pueden afectar negativamente la productividad agrícola-ganadera, hasta principios de 1960, afectando zonas de cultivo en todo el país. Los acrídidos (Acrididae), conocidos popularmente como langostas, tucuras, saltamontes o chapulines, son una familia de insectos ortópteros pertenecientes a la superfamilia Acridoidea. Se trata de una familia distribuida mundialmente que cuenta con aproximadamente siete mil especies.​ Se caracterizan por su gran facilidad para migrar de un sitio a otro.

Hasta ahora el registro más antiguo de una plaga de langostas se remonta a más de dos mil años atrás, y consiste en el relato bíblico de la octava plaga que azotó Egipto y acabó con la última fuente de comida que quedaba en ese momento: los cultivos.​ Si bien esta visión de una gigantesca nube de seres vivientes que comen todo que relata la Biblia en un tiempo se creyó fantasiosa y terrible, de hecho esta descripción no puede estar más cercana a la realidad de tiempos más recientes, donde las plagas de langostas pueden matar (indirectamente por la hambruna) a millones de personas.

Al igual que muchos insectos, las langostas poseen dos pares de alas, aunque algunas especies son incapaces de volar. Poseen largas patas posteriores para saltar, y un aparato bucal para masticar y comer hojas. Su actividad es principalmente nocturna, utilizando sus antenas y ojos para explorar el terreno. Cuando el insecto se encuentra en reposo, sus fuertes alas anteriores sirven de protección a sus delicadas alas posteriores, que se encuentran replegadas por debajo de aquellas a modo de abanico. Las alas posteriores pueden tener colores brillantes para producir un destello de color cuando el insecto salta en el aire; esta demostración los ayuda a confundir a los depredadores. Algunas langostas pueden cerrar repentinamente sus alas en pleno vuelo y caer en picado para escapar de sus enemigos.

Las langostas producen solo una generación nueva por año. Después del apareamiento, la hembra pone pequeños grupos de huevos en el suelo o entre la vegetación. Algunas especies producen una espuma especial para proteger sus huevos. Cuando estos eclosionan, las ninfas tienen el aspecto de insectos adultos en miniatura, excepto que carecen de alas. Mudan la cutícula entre ciento y quince veces antes de alcanzar la madurez.

Debido a un incremento en la densidad poblacional, cambian de comportamiento, pasando de la fase solitaria a una fase gregaria, alterándose posteriormente su color y forma. Si los grupos están compuestos por adultos alados se llaman “mangas”, si sus miembros son ninfas se denominan “bandos”.

La transformación fásica –polimorfismo- de las langostas ha dificultado su taxonomía, ocasionando problemas en su identificación, especialmente dentro del género Schistocerca, del cual existen numerosas especies en el Continente Americano. Generalmente no vuelan mucho, a pesar de que disponen de alas. Con el fin de conseguir la mayor altura posible, la langosta pone su cuerpo en posición aerodinámica, con las alas cerradas y las patas tiesas y plegadas por debajo del cuerpo. Los músculos de sus patas son mil veces más potentes que un peso igual de músculo humano, por lo que las langostas al saltar pueden llegar a una altura de 50 cm, que equivale a diez veces la longitud de su cuerpo; además, pueden saltar veinte veces su longitud.

Solo cuando se juntan grandes grupos de individuos de la misma especie liberan las feromonas apropiadas para activar la conducta migratoria y un crecimiento mayor de las alas y de esa manera poder dispersarse por otros territorios, evitando la competencia intraespecífica por el alimento. Las langostas poseen gran facilidad para migrar de un sitio a otro y, en determinadas circunstancias, reproducirse muy rápidamente, llegando a formar devastadoras plagas capaces de acabar con la vegetación de grandes extensiones de terreno

Esta plaga provoca daños en todos sus estadios de crecimiento, poseen aparato bucal masticador típico, atacan la parte aérea de vegetales silvestres y cultivados, gramíneas, leguminosas en plántulas y plantas jóvenes impidiendo el rebrote.

Las medidas modernas de control sólo se justifican cuando se presenta la fase gregaria, es decir, cuando la langosta se reproduce en grandes cantidades en un área definida. El control se puede efectuar con productos químicos utilizado en aspersiones, o bien en forma de cebos. Los productos a utilizarse dependen de la falla del insecto a controlarse y la cercanía de la infestación a zonas pobladas.

El monitoreo y detección precoz por parte de los diferentes actores del medio es fundamental para tomar medidas a tiempo.

Dra. Carmen Báez Ruiz

drabaez1@hotmail.es

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