KABBALAH
Escrito por Federico Portugal
Iniciaremos hablando de uno de los muchos estudios de la masonería, sobre la teosofía hebrea esotérica, conocida comúnmente como la «Kabbalah» (Kabbalá). Tiene varios significados como son ‘Recibo’, ‘Aceptación’ o ‘Tradición’; es una herencia muy antigua de Israel. La Kabbalah alcanzó su período de auge alrededor de los siglos XII y XIII, influenciando a los pensadores medievales aún antes del Renacimiento en los siglos XIV a XVII. Cabe mencionar que en los siglos XI y XII hubo grandes contribuciones a la ciencia y la filosofía rpincipalmente hechas por los «Mekubbalim» (Mekubbalím llamados ‘Aceptados’ o ‘Kabbalistas), conocidos en los libros de historia como inventores, reveladores y filósofos excepcionales.
La Kabbalah tiene diferentes maneras de escribirse: kabbalah, kabbala, qabalah, Cábala. Sus origenes son judaicos. En hebreo se escribe QBL, que significa «tradición oral», es una tradicion esotérica mística de la división judaica. La kabbalah representa una explicacion simbólica del origen del universo, y su relación con el ser humano y sus emanaciones se acercan a la luz infinita (Ain(existencia negativa) ain soph(expansión ilimitadaI) Ain soph Aur(la luz ilimitada)) manifestada en diferentes sephiroth (que en hebreo significa senderos) probablemente por Moises de León. La kabbalah tiene conexiones espirituales con el gnosticismo.
La Cábala o “Ley transmitida oralmente” postula que la manera más auténtica de conocer a Dios es practicar la introspección: “Esa experiencia dual y aparentemente contradictoria del Dios que se esconde y se revela en nosotros determina la esfera esencial del misticismo.«
En conclusión, el principio de la Kabbalah nos acentúa nuestra carencia esencial de la comprensión del Universo en el que nacimos. El estudio gradual y apropiadamente dirigido de la Kabbalah constituye un desafío intelectual que nos ofrece la oportunidad de elevarnos de nuestro mundo material a través de nuestra auto perfección moral, ayudándonos a obtener una sensación más profunda de la Presencia de Dios, por lo tanto, consolida nuestra Fe en el. Sin embargo, antes de estudiar la Kabbalah y de esperar cualquier clase de elevación espiritual verdadera, la persona debe ejercitar su Moralidad como parte principal en su vida, llevando a un ejercicio de auto mejora continua. Solamente así y entonces podrá aproximarse a Dios mediante la práctica de las 10 Sefirot (elementos a partir de los cuales se creó el mundo según la filosofía hebrea).
Imagen que representa el acenso de un sabio al cielo en donde es coronado, del libro alquímico MUTUS LIBER. En la intervenida a la obra, se grafica su composición con el árbol de la vida y las 10 Sefirot.
LA MARATTA DE KALEVALA
EL POEMA MÁS ANTIGUO DE FINLANDIA
En el libro Los orígenes del Ritual en la Iglesia y la Masonería, de H. P. Blavatsky, en su Capítulo II, El Símbolo de la Virgen María, se relata un extracto de la traducción al inglés de J. M. Crawford en Rumel L (Vol. II) pág. 729, del “Kalevala”, una epopeya de Finlandia que recolecta una serie de poemas folclóricos transmitidos oralmente y que datan de una antigüedad precristiana. En específico, relata lo que la autora llama la leyenda completa de la Virgen María, “de Mariatta, hermosa joven, Virgen-Madre de las tierras nórdicas” que a la letra dice…
Asimismo, Ukko, el gran Espíritu que moraba en Yumala (el Cielo o Paraíso), eligió a la Virgen Mariatta para que le sirviera de vehículo y encarnara por su medio en forma de Hombre-Dios. Ella quedó encinta al comer una baya roja (marka). Mariatta, repudiada por sus padres, dio a luz un Hijo inmortal en el pesebre de un establo, pero el “Santo Niño” desapareció de inmediato y Mariatta se lanzó en su búsqueda. Le preguntó a una estrella –“la estrella guía de los países nórdicos”– dónde se ocultaba el “Santo Niño”, pero ésta le espetó: “Aunque lo supiera, no te lo diría, porque tu hijo fue quien me creó en el frío para que brillase eternamente…” Y la estrella no le dijo nada a la Virgen. La Luna tampoco Mariatta la había creado dejándola en el extenso cielo le dijo: “Aquí me dejó para que durante la noche vagase en completa soledad por las tinieblas y luciera para bien ajeno…”
Sólo el “Argentado Sol” se compadeció de la Virgen Madre y le dijo: «Allá, lejos, está el Niño adorado. Allí reposa tu santo Hijo, durmiendo oculto con agua hasta la cintura, entre cañas y juncos…”
Y Mariatta se llevó al Santo Niño a su casa. Así, mientras que ella le llama “Flor”, otros le dicen “Hijo del Dolor”.
Marjatta, la joven Virgen del Kalevala.
La creación de la Gran Logia de Londres y su repercusión sobre la Masonería
Escrito por Michelle Combaluzier García
La Gran Logia de Londres (1717), que pasó a llamarse posteriormente la Gran Logia de Inglaterra (1813), es conocida universalmente por ser creadora de la regularidad legal y operaria de la filiación masónica exclusivista, ya que esta entidad masónica se auto otorgó, por medio de sus fundadores, la potestad de reconocer a otras logias masónicas, y con dicho poder el de incluirlas o no dentro del universo masónico. Decretó la exclusión de las mujeres en la masonería, negando por completo su incorporación, siendo que cualquier logia que quisiera adherirse a su jurisdicción no podría iniciar a ninguna mujer, ni tampoco permitir en sus trabajos la participación de mujeres iniciadas.
Aunque esto parezca increíble, la exclusión de la figura femenina dentro de la masonería no fue bien vista en la sociedad inglesa de la época, ya que la exclusión de la mujer no era un hecho natural, tomando en cuenta que las mujeres tenían un papel central en la sociedad dentro de los círculos aristocráticos, mismos de los cuales se valió la masonería para tener respetabilidad y clase.
Al crear un estado de descontento al tenor de la nobleza y la aristocracia por la exclusión de las mujeres dentro de la práctica masónica, la Gran Logia de Londres se vio obligada a dedicar grandes esfuerzos para objetar las frecuentes acusaciones que los señalaban como personas que odiaban a las mujeres. De dichos esfuerzos se idearon las justificaciones risibles que no solo buscaban acomodar la historia en su beneficio, sino también pronosticar el futuro de la misma; las más usuales fueron “que las mujeres jamás habían participado de la masonería operativa”, “que la presencia de las damas distraería la atención de los miembros masculinos de los asuntos importantes de la logia”, “evitar la realización de actos inmorales” o “impedir que los secretos fueran revelados a causa de la tendencia natural de las mujeres al cotilleo”. Junto con muchos otros argumentos más de la misma clase, con tinta de la más radical misoginia medieval, fue delineada la frontera que intentó excluir la participación de la mujer en la masonería.
Posteriormente, gracias a la Constitución de Anderson (1723), se pudo contar con una condescendiente exclusión de las mujeres de forma literal. Se explica que, al estar sometidas (las mujeres de esa época) al tutelaje de sus padres o esposos, no se trataba de una exclusión en razón de sexo. Aunque sabemos que en ese entonces para las mujeres eran casi nulos los derechos civiles, sí existían mujeres libres dentro de la clase alta, como las viudas y las solteras huérfanas que disponían de sus bienes.
En conclusión, dieron mayor valor a los prejuicios que al estatus jurídico, de este modo impediendo la participación de la mujer dentro de la masonería. Así nació la pretenciosa regularidad que no permitió que se continuara con lo tradicional. No obstante, debido a la natural presencia y participación de la mujer en el uso de la capacidad del pensamiento libre, la masonería para la mujer encontró su puerta de entrada, aunque no siempre en términos de igualdad.