Cine
La Vigilante del Futuro (Ghost in the Shell)
Desde muy temprana edad he sido aficionado a las películas de ciencia ficción. En particular, recuerdo que mi padre me llevó siendo aún un niño cuya edad no llegaba a los dos dígitos al Cine Cantarell a ver La Guerra de los Mundos, filmada en 1953 por Byron Haskin a partir de la novela escrita por H.G. Wells, cuando era frecuente que en nuestra ciudad se presentaran aquellos festivales de películas clásicas de diferentes compañías. Me encantó y sentó las bases para mi apreciación de este género, que posteriormente reforcé a través de la lectura de infinidad de libros y de ver muchas películas.
Hace poco más de una década, un muy querido amigo me ayudó a expandir mis horizontes cinematográficos prestándome películas que de otra manera me hubiera tardado mucho en conocer. Versus, The Suicide Club, Ichi the Killer, The Eye, y otras buenas películas de terror atraparon mi pupila gracias a mi cuate Raúl. Cuando pasó por algunas necesidades económicas – si la memoria no me traiciona, su hija estaba por nacer y los gastos previos a su nacimiento lo orillaron a ello –, con pesar, me ofreció en venta una serie de cómics entre los cuales se encontraban algunos ejemplares de Ghost in the Shell. En mi descargo, debo registrar aquí que los compré pensando en ayudarlo con la carga económica, y no para aprovecharme. Espero que ya se haya resarcido lo suficiente como para haberse hecho nuevamente de aquellos ejemplares, y el amor que le tiene a su hija – me consta – seguramente lo han convencido de que hizo lo correcto en aquellos tiempos.
Pero divago…
Cuando los leí, me gustó mucho la historia: una curvilínea ciber-agente policial que trabajaba con un equipo de agentes combatiendo el crimen en un Japón del futuro, todos ellos con algún tipo de prótesis o implante que les permitía hacer cosas diferentes en su lucha contra el crimen. Así conocí a la Mayor, a Batou, a Aramaki, y a otros personajes de la saga.
Cuando supe que Ghost in the Shell se convertiría en una película dirigida por Rupert Sanders – director de Blanca Nieves y el Cazador –, estaba siendo filmada y que tenía como protagonista a Scarlett Johansson, pues la verdad es que ya sabía que me sería obligatorio asistir, alentado por mi amor a la ciencia ficción y por la historia (conste que imaginar a la Johansson en los trajes entallados de la Mayor no tuvo nada que ver en mi decisión, mjú).
Con mi x’tup asistí a verla este pasado fin de semana y me pareció fabulosa – la película, que para describir a Scarlett las palabras sobran: tienen que verla. Desde la ambientación, la escenografía, los efectos especiales, la música (a cargo de Lorne Balfe y Clint Mansell, con reminiscencias de Jean Michel Jarre y de Vangelis), la acción, y un guion elaborado por Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger, a partir del cómic original de Shirow Masamune, todo se conjuga para ofrecernos un estupendo espectáculo visual que también remeda un poco el trabajo de las hermanas Wachowsky, dicho lo anterior sin demeritar por ello la labor del director Sanders, sino más bien como reconocimiento a lo que presenta en pantalla, a pesar de sus pocas tablas. Todas las escenas de las calles del Japón del mañana, los futuristas anuncios y también los siniestros personajes yakuza son dulces visuales que apreciamos y aplaudimos, porque es en esos detalles en los que nos podemos asomar a lo que piensa el director.
Si bien el título en español es La Vigilante del Futuro, es el título en inglés el que ofrece mayor información sobre el tema: ghost es el término que recibe en el futuro el “alma” de cada uno de los organismos cibernéticos, y Shell es el cuerpo mejorado que ha recibido el humano. La película versa sobre lo que le sucede a la Mayor (Johansson) cuando persigue a un hacker que está asesinando a varios científicos del corporativo Hanka usando androides, extrayéndoles información antes de ejecutarlos. Habiendo sido ella misma un experimento de Hanka para salvarla de una muerte segura, experimento con el cual recibió el Shell que utiliza para atrapar delincuentes y por medio del cual Hanka “colabora” con el departamento japonés de inteligencia llamado Sección 9, durante su investigación surgen aspectos de su pasado que la hacen cuestionar la verdadera historia detrás de su transformación.
Si algo de lo anterior les hace recordar el argumento de Robocop (un corporativo armamentista con agenda propia y un experimento cibernético que adquiere conciencia), no están equivocados: es el mismo tema, aunque rodeado de una atmósfera más oscura, más filosófica, y revestida del código de honor de los japoneses y su aplicación por los agentes de la Sección 9, liderados por Aramaki (el gran Takeshi Kitano, a quien conocí gracias a Zatoichi, otro agasajo de filme que conocí cortesía de mi cuate Raúl).
En resumen, Ghost in the Shell es un delicioso e impresionante espectáculo visual de Paramount Pictures, Dreamworks y Reliance Entertainment, lleno de interesantes detalles y pinceladas futuristas que apreciarán los amantes del manga original, y los de la ciencia ficción.
Vaya a verla y deléitese con el futuro.
S. Alvarado D.
pues mira. Ciertamente es un espectáculo audiovisual. Pero nada más. No aporta ningún emocionante argumento. Muy predecible y cualquier actriz con un físico monumental pudo haber hecho de la mayor sin problema alguno.En resumen; hay muchas mejores y emocionantes cintas de ciencia ficción futuristas. No me perdía de nada si no la hubiera visto. Saludos y gracias por tus comentarios.