Poesía
Adán Echeverría
Nos atrevemos a la negación y en Teoría todo debe ser posible
el desprecio hacia los ídolos las leyes y los monumentos infames del destino
Que cada uno amarre sus barcas las hunda las incendie
y no se deje claudicar a los océanos
Lo posible viene después
al abrirse el agujero y sacar de él la negra magia
sostenerla en el puño
con esa risa indolente como un letrero blanco de Aquí yace la Felicidad
No podemos embriagarnos al menos no siempre por inexactas causas
suposiciones
y el dogma de fe resulta innecesario para nuestras dolorosas espaldas
Porque un día cualquiera
de lluvia o sol en el espacio abierto lo luminoso azul de la bahía
de toda playa picada por bañistas
nos acabará por entregar lo más reciente de aquellas postales pardas
con su horizonte rojo cubriendo el escenario
Pedazos de toda tradición quedan esparcidos por el tiempo:
corrientes teóricas inspiradas en la sociología la filosofía la historia la filología
y la lingüística para el asombro de la humanidad que ha abandonado la caverna
La música del cielo avanza avanzan sus ciclos sus esferas
la Luz que nos permite contemplar en tan grande número
el avance de la polución sobre los polos del planeta
la tímida naturaleza respirando calma
los divertidos plumajes de cada fénix
que atraviesan la noche con su tulipán dorado en el pico
como meteoritos o correrías de muchachos por el arenal de iluminados rostros
jovencitas atravesando la ensenada en plena libertad de incendio a mediodía
cuántos peces en el mar cuántas aves por los árboles cuántas estrellas
resplandecen tantas jóvenes hermosas sobre pieles y camastros
Ahora las madres los miran mientras toman café junto a la fogata
detenidas en antiguos lamentos: Seremos las desconocidas
una vez fuimos jóvenes de ojos almendrados y nuestra vista planeaba
sobre fosforescentes oleajes que no podían abarcarlo todo
No hay más Suena el despertador y vamos a enfrentar de nuevo el tedio
la comezón en la cuenca de los ojos permanece: ¡¿Vas a desayunar?!
enciendes la tv con las noticias y en Teoría hay que ir a trabajar
conquistar el pulso a la academia o mendigar el dinero
de la beca o el salario
los mejores estudiantes abandonan sus materias para dedicarse a diversas
actitudes Saben que ahora es el momento de lamernos las heridas sobre
las láminas
cual gato que ha perdido el equilibrio por tanto desvelarse haciendo los deberes
y quedamos sucios de ideales
como las tristes palomas
grises y habitando las cornisas
La música del cielo no ha podido bendecir las luchadas horas de flaqueza humana
y en este pueblo mío
vamos con la camisa de fuerza bien ajustada en el grillete del tacto
Una luna en cada fantasma sacude olvidadas plegarias
Los perros por toda la ciudad La neblina de la tolerancia La poca paga
y el terror que nos regala la sequía ya tan débil en esta guerra por el agua que
ha dejado el deshielo
En esos cerros sigo desgajándome y Tú
ardiendo de nuevo en calenturas tan cerca de mi corazón
aterida a los calendarios del amor la tristeza la continua desesperación por lograrlo
por ser de aquellos marcados con la estaca del éxito en los pectorales
en los labios la nuca los omóplatos
imaginarlo y definirlo Colocada en su sitio la antorcha del conocimiento
ondea en la zozobra indispensable de la desconfianza:
déjale sacar lo más nuevo lo espectacular lo que hasta ahora resultó Inaudito
Vamos a levantarnos tras el despertador
a beber el agua amarillenta del amanecer En Teoría habrá que desayunar
y caminar las anchas calles
esperar por el camión como todo mundo como todo chico que
en Teoría
vigila la esperanza de mochilas y guarda cuadernos
avergonzados de la literatura y de las ciencias naturales
por aquel futuro de sexo inoperante: Arriba Abajo Demos la Media Vuelta
a los cabellos del sombrío lago hasta transmutar en garza blanca de la ciénaga
Habrá que seguir obedeciendo Conquistar las academias
y si te retrasas… Tendrás que empezar de nuevo
Pedir permiso Ofrecer disculpas
a los resentidos juristas del canon occidental que nos sitian
Las bolsas de cannabis caen de los cuerpos y los besos
se entremezclan unos sobre otros
abordan el transporte público con sus caras metálicas de la sorpresa:
¿esto somos? ¿la mano derecha con la trompeta de oro levantada?
¿el pobre género humano que ya no quisiera rebelarse?
Somos la ecuación del golpe El fenómeno transportado en el lenguaje
que viaja sobre la montaña a través del litoral del ojo
En la distancia el mar nos llama hacia lo unicelular que una vez fuimos
y cuajados en el caldo primitivo de todos los desagües seguimos hacia la ruina
en esta playa donde se nos ha prohibido nadar por el mercurio
y sobre estos oleajes de fuego y tinta china que desencadena
la contracultura
donde se despliega el rostro de unos pocos atrevidos
que se alejaron de aquellas madres solitarias que beben café a la luz de las fogatas
recordando sus prohibidos triunfos
Pocos serán los escogidos (lo han dicho tantas veces)
por la empresa o el amante o la esclavitud que siempre está al acecho
en la conciencia humana Pero hoy los jóvenes continúan atravesando el sueño
suben el cerro como pequeños estudiantes
van en filas apretadas de hormigas tras el profesor
y las autoridades que todo lo han logrado
que los esperan en la cumbre de su inoperancia
como elfos desiguales que no pueden controlar su angustia
Elfos-Profesores que separan a los estudiantes
etiquetándolos: Obedientes y Calamidad
luego los saludan desde sus carros y sus trajes sastre y en Teoría
tal vez más adelante aquellos jóvenes seamos quienes transitemos
subidos en las camionetas
para escupir la miseria mirada sobre otros transeúntes
nuevos estudiantes como ejércitos de inquietudes
prisioneros siempre de la falta de lenguaje
puestos en la certeza del fracaso y la ignominia
que seguirán subiendo tras el sueño año tras año hasta
que el hielo de los polos no resista más y
en Teoría
todos disfrutemos de la inundación y de esa agua
que tendrían que beber los muertos
olvidando el pudor de rostros antiguos y voces y gritos y formas y gestos
donde no se deje claudicar a los océanos:
que cada quien amarre sus barcas las hunda las incendie
en el desprecio por los ídolos las leyes y los monumentos infames del destino
porque de nuevo nos atrevemos a la negación
y en Teoría
todo debe ser posible.