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La Persona del Sueño (III)

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III

¡Ayudando al amigo sastre! ¡Qué desastre!

Había una vez un amigo unicornio que estaba siendo borrado de la historia del amigo sastre. Sí, estaban olvidando incluirlo en las últimas versiones del cuento del sastrecillo, porque a muchos les parecía una pérdida de tiempo la aparición del amigo unicornio. Pero él se dio cuenta rápidamente y empezó a hacer desastre en los manzanales de un reino por donde el sastre iba pasando, llamando la atención del rey, quien le pidió al sastrecillo encargarse del escandaloso unicornio.

El sastre simpatizó con el unicornio del desastre, pero igual lo tuvo que capturar para demostrar su valentía ante el rey. El amigo unicornio estuvo muy feliz al aparecer de nuevo en las historias del sastrecillo pero, cuando esto sucedía, ya era casi el final de la historia y eso no le agradó.

Tampoco al sastrecillo le agradaba la idea de casarse con una princesa para quedarse encerrado toda la vida en un castillo. Además, la princesa había sido obligada a casarse con él, lo cual tampoco les hizo gracia. Ella descubrió muy pronto que su próximo esposo no provenía de la realeza, y fue corriendo a decirle al rey:

 – ¡Yo no me voy a casar con un simple sastre! ¡Desastre, digo, deshazte de él!

persona sueño III

El rey planeó entonces llamar a los cuatro soldados más sigilosos del reino para que, durante la noche, levantaran la cama del sastrecillo mientras él dormía, y así treparlo en un barco que zarparía enseguida, llevándose al durmiente pasajero a un viaje a la deriva en altamar. Así sucedió, y el unicornio, quien había escuchado el plan del rey, prefirió no advertirle a su amigo, pues quería irse con él a cualquier lugar lejos de cualquier reinado.

Los cuatros soldados no se esperaban que el amigo unicornio, al ver zarpar el barco, cabalgaría como rayo para tomar impulso y brincar desde la punta del muelle ¡Ah, lo hubieran visto! ¡Parecía tener alas en ese momento! ¡Era como si galopara en el aire! ¡Ni la ola más alta podía alcanzarlo!

En la mañana, cuando el sastre abrió los ojos, fue muy feliz de verse perdido en altamar, a punto de vivir nuevas y más grandes aventuras. Su alegría fue mayor al ver a su amigo unicornio navegando con él… ¿Esa amistad podía estar afuera del cuento? Claro que no. Así que, por eso, ¡el amigo unicornio regresó!

La persona del sueño

Primera parte. La voluntad

Un sastre y su amigo unicornio viajando en un barco – ¡Ayudando al amigo sastre! ¡Qué desastre! – Cuando los Ehuejcu se volvieron huecus – Los huecus de los Ehuejcu – Los huecus – Detectives por la mañana – Detectives por la tarde – Detectives por la noche – Polillita roja – El señor del monte – La persona del sueño sigue por aquí – El abuelo Genaro – Libélula y el nieto – El hechizo de borrar tu nombre – El viaje de la princesa – El libro de los nombres – El recuerdo de la princesa

Escrito e ilustrado por Rubén Camilo Solís Pacheco

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