IV
La industria se fue… Lectores y narradores gráficos persisten.
Todavía el 1 de enero de 2019 supe la noticia de los 50 años de La Amenaza Elegante, Fantomas, por vía de uno de sus grandes lectores que ha resguardado virtualmente varias de las sagas de esta historieta.
Poco antes, en noviembre de 2018, supe por vía del grupo de Facebook Simón Simonazo Fans, que su historieta favorita de finales de los 70’s y 80’s estaba cumpliendo 40 años de su publicación. Hubo una celebración de dibujos y dedicatorias escritas por parte de los integrantes de este grupo con motivo del aniversario de la revista Simón Simonazo / Chizz.
En ambos casos puede verse que, a pesar de no existir actualmente en México una industria de la historieta dibujada por mexicanos, aun así los lectores continúan siendo seguidores de sus revistas favoritas y emplean las redes sociales como punto de encuentro para sostener una especie de continuidad y resguardo virtual de sus historietas, aunado a una cultura que les identifica como lectores de la narrativa gráfica mexicana.
Fantomas y Simón Simonazo son sólo dos casos a mencionar, pero esta cultura y continuidad ya se ha manifestado a favor de otros títulos como Chanoc, Los Supersabios, Kalimán, Pantera, El Santo, entre otros, e incluso homenajea a los artistas y creativos de las historietas: Ángel Mora, Néstor Vargas, Joaquín Cervantes Bassoco, el pinche Sam, Fito Ribera, José G. Cruz y muchos más.
La industria de la historieta se fue. No supo reconocer a sus escritores y dibujantes, pues las grandes editoriales al parecer en ningún momento comprendieron los fuertes vínculos que se generaron entre la narrativa gráfica mexicana y sus seguidores, sus lectores: los creadores y los coleccionistas de historietas; ellos son los que no se han ido.
Los lectores todavía siguen disfrutando al encontrar en tianguis, bazares o en línea, publicaciones impresas mexicanas de hace 20 o 50 años, según sea su generación, y es tal su afán de conservarlas que las escanean, las digitalizan, para respaldarlas en alguna memoria USB, y muchas las publican en línea para libre circulación.
Los guionistas o dibujantes de antaño en algún momento se enteran de que sus obras están en línea. Ahí vuelven a ver su obra circulando virtualmente, una “segunda edición” de sus trabajos donde no hay regalías (tampoco las tuvieron en su tiempo), pero tampoco hay ventas millonarias para las editoriales… Sólo existe el vínculo, el enlace de todos los que siguen dando vida al mundo de la historieta: escritores, dibujantes, lectores.
Camilo Solís Pacheco
En memoria de Fito Rivera de San Cosme (Rodolfo Rivera Santana, 18 de junio 1957 – 3 de febrero 2019), guionista y co creador de la historieta Simón Simonazo / Chizz.
En su momento si habían regalías por las historietas ó cartones que uno dibujara. No todas las Editoriales las daban , pero sí las principales.una de ellas era MINA la editorial que publicó el Simonazo.
Es cierta tu observación, sólo que en el caso de Fito Rivera por ejemplo, el mismo ha declarado en un video que no le quisieron dar regalías por hacer el Simonazo y por eso dejó de trabajar en la publicación.
Los dibujantes que he conocido en persona, y varios de los que trabajaron en la época industrial de la historieta, casi todos coinciden en que no había regalías y además las editoras querían tener todos los derechos de los personajes inventados por los grupos creativos. En caso de que hubiera excepciones imagino que fueron muy reducidas y sería muy importante difundirlas también.
En caso de que escribas al respecto o conozcas algún artículo referente a ese tema lo leeré con gusto.
Lo que platica Fito , no checa muy bien , porqué lo que vendía el SIMONAZO en ese entonces no daba para regalías y los editores se cubrían registrando los personajes y la historieta a su nombre para evitar que al funcionar el autor se quisiera ir a otro lado. El SIMONAZO vendía de 12 a 15000 ejemplares por esa época.absurdo que pidieran regalías , he escuchado a Morales decir que a él le daban un sueldito , claro él solo era ayudante .todo esto te lo digo porque yo estuve ahí , a mí me ofreció el Simonazo José María Flores cuando esté vendía trescientos mil ejemplares , ofreciéndome 35 mil pesos mensuales y no acepté , después alguien se vendió muy barato y después se quejan.
Gracias por el testimonio Javier, siempre es importante conocer la historia desde quienes la vivieron.