Una visita a la selva amazónica
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
En mi colaborar para el Diario del Sureste, en muchas ocasiones como articulista, corresponsal viajero o como director en dos ocasiones de los Suplementos Culturales semanales en los que se abrieron las puertas a algunos cientos de escritores para que su obra se publicara y se diera a conocer, siempre tuve secciones dedicadas a la música, desde lo popular a lo clásico.
He tocado a vuela pluma mis escritos desde la Patagonia, como el caso de la Milonga y el Tango, o la Cumbia y el Ballenato desde las selvas colombianas; o el Caribe, con el Boleo, el Danzón, el Mambo, el ChaChaChá, el Son, la Conga, la Rumba, la Danza, la Contradanza, sin olvidar la asimilación de la música europea en Latinoamérica.
Hoy me acordé de una música e historia que poco he tocado: la música de Brasil, que ha llenado por siglos la evolución musical con grandes artistas y compositores como Sequina D’Abreu, o Ari Barroso, por citar a un par que llenaron mi niñez de alegría musical…
La música típica de Brasil es una combinación de ritmos africanos, europeos e influencias de otros géneros de América. En el caso de la Samba, es un género musical carioca de raíces africanas. Con varios siglos de existencia, la Samba dio paso a un baile que es protagonista de los carnavales de Brasil.
Múltiples culturas, provenientes tanto de África, India y Portugal, como de las personas nativas de la selva amazónica y otras partes del país, han tenido gran influencia en la música brasileña. La Samba es, sin duda, el estilo musical brasileño más conocido de forma internacional, a pesar que la Bossa Nova y otros estilos también han recibido atención fuera de su país de origen.
En los años cuarenta, en casa en la Ciudad de México, en las tertulias sabatinas escuché muchas veces “Acuarela do Brasil”, de Ari Barroso, tocada al piano por Ramón Armengould; se cantaba en español y portugués. Esa música se grabó en mi memoria, tanto que, a más de setenta años, en mi programa “Charlas de Café”, monté “Acuarela do Brasil” con una orquesta de magníficos músicos. Como figura central, tuvimos con su guitarra al Dr. Mario Alberto del Villar, con dos obras propias; contamos con el apoyo del celista concertino Roberto Tello, la actuación de Francis Da Silva Bieyra, que puso tres escenas bailables y una muestra de lo que es la Capoeira, un arte marcial brasileño; los coros y la conducción fueron de mi parte, junto con la producción con Del Villar. Llenamos el teatro “Daniel Ayala”, en el marco cultural del “Octubre Fest”, el segundo festival más importante de México después del Cervantino de Guanajuato, con gran éxito, pues nos visitaron los miembros de la colonia brasileña residente en Mérida -no sabíamos que existía-. Contamos con el apoyo -por su costo- del Instituto de Cultura del Estado, de Conaculta –Consejo Nacional para la Cultura y las Artes- e hicimos un recorrido musical de más de cien años de la música de Brasil. Con este evento me sentí satisfecho de hacer un recuerdo musical de la Samba y la nueva corriente de la Bossa Nova.
Recuerdos gratos vienen a mi memoria al revisar algunas crónicas de artículos sobre el evento de periódicos locales y del Diario del Sureste. Va mi agradecimiento a dos funcionarios de la Secretaría de Cultura que siempre estuvieron atentos a nuestro trabajo en “Charlas de Café”: al Dr. Raúl Vela Sosa y al C.P. Luis Alvarado Alonzo, capitanes culturales del Estado de Yucatán con quienes hasta hoy, 2023, seguimos vigentes en el Ateneo del Mayab y en la Academia Liberal de Yucatán
Antes del siglo XX, las primeras descripciones que se conocen acerca de la música en Brasil datan del año 1578, cuando Jean De Léry, un pastor calvinista francés, publicó Viagem à Terra do Brasil (Viaje a las Tierras de Brasil). En esta obra, el pastor describió las danzas y transcribió la música del pueblo Tupí. En 1587, Gabriel Soares de Sousa escribió el Tratado Descritivo do Brasil (Tratado Descriptivo de Brasil) acerca de la música de varios grupos étnicos brasileños, entre ellos, los Tamoios y los Tupinambás.
En 1739, Domingos Caldas Barbosa escribió una serie de modinhas que fueron muy populares. Así es como comenzó la música popular brasileña.
A finales del siglo XVIII se hizo muy popular un estilo de danza cómica llamado bumba-meu-boi. Se trataba de una narración musical sobre la resurrección de un buey. Estas danzas están dirigidas por un chamador, quien presenta a los distintos personajes. Los instrumentos que se utilizaban eran el pandeiro, el tamborim, el acordeón y la guitarra acústica.
Hacia la mitad de la década de 1830, se creó, entre los esclavos, un nuevo estilo de danza y música llamado lundu, que se popularizó, incluso, entre la clase media blanca.
En la década de 1870, apareció en Río de Janeiro un nuevo estilo musical, más reservado y privado, e inspirado en el fado y la música de salón europea, llamado Choro. El Choro solía ser instrumental e improvisado, a menudo incluyendo solos virtuosos. En los inicios, una banda de Choro solía utilizar dos guitarras y un cavaquinho, aunque más tarde se incorporaron el bandolim, el clarinete y la flauta. Entre los músicos de Choro más célebres encontramos a Joaquim Antonio da Silva Calado, Jr.; Valdir Azevedo, Jacob do Bandolim, Pixinguinha y Chiquinha Gonzaga. El Lamento de Pinxinguinha es una de las canciones más influyentes. Otro de los músicos más célebres, que, además de componer Choros compuso tangos, valses y polcas, fue Ernesto Nazareth. A pesar de estar influenciado por Chopin, y ser comparado con su contemporáneo, Scott Jopin, la música de Nazareth tenía un color claramente brasileño.
A finales de la década de 1960, se produjo un resurgimiento del Choro, que comenzó en las afueras de Río de Janeiro y culminó con artistas como Paulinho da Viola.
A principios del siglo XX, la samba había comenzado a desarrollarse, a partir del Choro, en el barrio de Río de Janeiro, habitado en su mayoría, por personas negras pobres que descendían de esclavos. A lo largo del siglo XX, la samba se hizo cada vez más popular, incluso a nivel internacional, dado que la samba de enredo, un tipo de samba que se toca durante el Carnaval, fue conociéndose más y más. Otros tipos de samba que podemos encontrar son:
- Samba de breque: de estilo reggae y picado.
- Samba-canção: – variedad popular en las discotecas.
- Samba pagode: variedad popular moderna.
Abur.
Fuentes
¿Cuál es la música típica de Brasil? ¡Oído al tambor! – SKY Airline
Historia de la música brasileña – Travel to Brazil brasil.com
El surdo: un instrumento de la samba brasileña (astelus.com)