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Su nombre científico es Cryptotis alticola, siendo conocida comúnmente como musaraña de orejas pequeñas del centro de México. Se trata de un pequeño mamífero de origen mexicano que habita en las distintas regiones boscosas del Eje Neovolcánico Transversal. La distribución de la musaraña de orejas pequeñas abarca todo lo largo del Eje Neovolcánico Transversal, desde la Sierra de Manantlán, Jalisco y norte de Colima hasta el suroeste de Puebla, pasando por Michoacán, Estado de México y la CDMX.
Este lindo mamífero es pequeño, tiene cráneo largo y estrecho, y un cuerpo redondeado y compacto. Cuentan con un típico hocico largo y puntiagudo que les ayuda a buscar alimento en su madriguera. A menudo son confundidas con roedores, pero están dotadas con características y habilidades muy diferentes. Sus ojos son muy pequeños y sus orejas apenas visibles. Poseen 4 patas con 5 garras. Su visión es muy mala, pero en cambio poseen excelentes sentidos del oído y el olfato.
Su pelaje es de color gris-plateado y poseen una cola corta; miden cerca de 3.5 a 5.2 centímetros de largo. Su peso medio es de unos 10 gramos.
Se le considera uno de los mamíferos más pequeños del mundo. Varias vibrisas o bigotes se hallan alrededor de su hocico, y en algunas especies crecen pelos largos y erizados entre los dedos y a los lados de los pies, que probablemente facilitan el nado.
Viven en lugares con mucha vegetación, en especial en los bosques templados de pino, oyamel y encino, donde exista un ambiente templado subhúmedo. Para protegerse, construyen sus madrigueras debajo de pastos y hojas.
Su reproducción se lleva a cabo aproximadamente en los meses de abril y octubre. Una hembra tiene unas 10 camadas al año. Sus crías nacen después de un breve período de gestación de 17 a 32 días, y son alimentadas con leche materna durante un corto tiempo.
Su alimentación está basada en insectos, lombrices, arañas y pequeños vertebrados. Gracias a su dieta a base de insectos, la musaraña mantiene baja la densidad poblacional de animalitos nocivos para la agricultura. Son animales solitarios, muy activos de día y de noche. Su metabolismo es acelerado y, por lo tanto, necesitan comer en todo momento, casi interrumpidamente.
Una característica sorprendente de la musaraña es el truco conocido como el fenómeno de Dehnel, un acto reflejo de supervivencia. El fenómeno consiste en que, a medida que se acerca el invierno, el cráneo de las musarañas se encoge y luego vuelve a crecer en la primavera. Esto como estrategia para sobrevivir al invierno y ahorrar energía, ya que estos animales no pueden hibernar.
Su manera de defenderse es mediante un olor desagradable que producen sus glándulas, aunque eso no evita que sean devoradas por aves rapaces y lechuzas que tienen un olfato más débil.
Por desgracia, la musaraña se encuentra en peligro, esto debido principalmente a la deforestación de su hábitat. La principal amenaza de la musaraña es la pérdida y devastación de los bosques templados, lugar en el que habitan, esto debido a las actividades agrícolas y ganaderas de la región. También los incendios forestales, en temporadas de sequías, representan gran riesgo para esta especie y su hábitat.
La especie se encuentra bajo protección especial de la NOM-059-SEMARNAT-2010. Afortunadamente, dentro de su área de distribución se encuentran distintas reservas naturales protegidas. Por ejemplo, la Reserva de la Biosfera de Manantlán, Jalisco, y las diferentes áreas naturales protegidas como el Corredor Biológico Chichinautzin y el Parque Nacional Izta- Popocatépetl.
Dra. Carmen Báez Ruiz
drabaez1@hotmail.es