Letras
Aurelio Velázquez
Murió cuando el crepúsculo cantaba la elegía
de las cosas serenas nostálgicas de luz;
el mundo contemplaba en esta hora del día
el combate terrible entre Ahrimán y Ormuz.
La muerte con inquina, indiferente y fría,
pasó sobre su frente el peso de su cruz;
la noche condolida, después de su agonía
en duelo fue tendiendo su fúnebre capuz.
Así fue marchitada su tierna adolescencia,
cuando aún iluminaba la rosa de sus labios
con la sonrisa pura que tiene la inocencia,
que ignora de la carne los sórdidos agravios.
Y desde entonces siento transido de dolor
La ausencia de esa virgen que fue hermana del Sol.
Lohengrin. Revista Mensual de Literatura, Arte y Variedad. Mérida, época 1, núm. 8, 1 de diciembre de 1917, p. 7.
[Compilación y transcripción de José Juan Cervera Fernández]