Atisbando el Arte
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Estamos constantemente debatiendo sobre qué es el arte, qué no es, qué es el buen arte que amamos y qué es el mal arte que odiamos.
El arte invoca emociones, pensamientos, sensaciones. Provocan nuestro sentido de belleza, mientras nos hacen cosquillas en nuestro sentido de curiosidad y espiritualidad.
La forma en que interpretamos el arte, por lo tanto, dice mucho sobre la forma en que pensamos y procesamos la información. Cada uno de nosotros puede tener su propia interpretación.
La interpretación estética que eliges en un Museo, una Galería o una presentación pictórica, en cada obra que mires y analices, puede evidenciar tu personalidad en sus diversas facetas. Cualquiera que sea en la realidad, hagas lo que hagas, reflejará tu personalidad (dominante, sumisa, apasionada, enérgica, solitaria, aburrida o locuaz, sensible, única…)
Admirar una obra pictórica, clásica, modernista, de cualquier época, es analizar la psique para determinar esa personalidad escondida y así entrar a un mundo que es definitivamente mejor cuando eres parte de él.