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Atisbando Cuba
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Soy asiduo a la Tv española –con escasa visión, pues soy disminuido visual– y he seguido tres novelas costumbristas de antes, durante y posteriores al régimen de Francisco Franco. En todas ellas se refleja la mano de hierro del caudillo y la iglesia, ambos intolerantes ante la libertad del pensamiento liberal, y asesinos conscientes en nombre de los mandatos bíblicos y dogmáticos religiosos.
Ahí he escuchado repetidamente la frase “Más se perdió en Cuba” y referencias históricas de los españoles en la Antilla Mayor y su fuerza de trabajo.
Recomiendo buscar en rtve –radio y televisión española- las series: Amar en tiempos revueltos; Acacias 38 y Cuéntame.
Entremos en la historia…
La inmigración española hacia Cuba comenzó en 1492, prosiguió en 1898, y se prolongó hasta la actualidad. El primer avistamiento de un barco español fue el acercamiento a la isla el 27 o 28 de octubre de 1492, probablemente en Bariay, en el extremo oriental de la isla. Cristóbal Colón, en su primer viaje a América, navegó hacia el sur desde lo que hoy son las Bahamas para explorar la costa noreste de Cuba, tocando lo que es hoy la bahía de Baracoa, donde se encuentra un monumento dedicado a este personaje y que se dice que pronunció las palabras siguientes: “Nunca ojos humanos habían visto lugar tan hermoso”. En la actualidad se conoce a Baracoa como “La Ciudad primada”, pues fue donde desembarcó Colón, y antes tocó la costa norte de La Española. Cuando Cristóbal Colón descubrió la isla, creyó que era una península del continente asiático.
Durante la inmigración española, en los siglos XIX e inicios del XX, llegaron a Cuba los asturianos. La corona española los estimuló a venir a la isla con el objetivo de mantener un equilibrio étnico entre los habitantes de la isla. Les fueron prometidos tierras, fortuna y trabajo. La historia señala que Cuba era el destino preferido de los asturianos, seguido de México, Argentina, Puerto Rico y Chile.
Muchos de ellos lograron hacer grandes y cuantiosas fortunas producto del trabajo y aportes en industrias pioneras o de reciente industrialización. Los asturianos se vincularon al negocio del comercio desde el inicio de la inmigración.
Al contrario de las personas de otras regiones, los inmigrantes asturianos fueron en aumento. Según la historia, tomaron el lugar de los catalanes en el cultivo y la industria tabacalera. Las famosas fábricas de tabacos Romeo y Julieta, Partagás y Henry Clay fueron dirigidas por los habitantes de origen asturiano. Por ejemplo, Partagás fue creada por Jaime Partagás en el año 1845.
Partagás fue un emprendedor que, antes de fundar la fábrica de tabacos Partagás, trabajaba en la producción de tabacos en una muy pequeña fábrica del cual también fue el fundador, junto con Juan Conill quien era un comerciante, esto en el año 1827. Su visión era fabricar a gran escala tabacos, hecho que fue consumado finalmente en el año 1845. Recuerdo sus anuncios por la radio cubana en onda corta, durante los juegos de béisbol, donde los cigarrillos Patangas y Regalías el Cuño eran promocionados en Radio Progreso o Radio Habana (1949).
Estos importantes e influyentes tabaqueros fueron los que propiciaron el financiamiento de la fundación de las asociaciones más relevantes y renombradas, por ejemplo, la Sociedad Asturiana de Beneficencia, que a inicios del siglo XX fuera la que originara al Centro Asturiano, que cuenta con 60 delegaciones a lo largo de la isla.
Esta Asociación tuvo varias sedes hasta que el arquitecto cubano Manuel del Busto edificara el suntuoso Palacio del Centro Asturiano de La Habana. Para los afiliados de este se realizan obras con bailes y actividades. Actualmente esta edificación acoge al Museo Nacional de Bellas Artes.
En la actualidad, la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba se encuentra muy activa y tiene su sede central en La Habana Vieja.
He asistido a comer en su local para degustar la gastronomía del norte de España y sus especialidades en mariscos. Ahora, algunos de mis acompañantes descendientes de las inmigraciones tienen la doble nacionalidad de Cuba y España, al legitimar los trámites ante la Embajada de España que está en el Paseo del Prado, una de las arterias más importantes y bellas de La Habana –como se puede ver en mi comentario de Caminando por las Calles: “El Paseo del Prado en la Habana, en el Diario del Sureste, www.diariodelsureste.com.mx
Mis saludos para Flora y Rosa González Renda; Nelsón Camacho, Ramón Rodríguez, Alina Menéndez Gómez Lubián y Leila Gómez Lubián que hicieron grata mi estancia en suelo cubano-asturiano.
Su misión es mantener las tradiciones culturales y el apoyo social y benéfico a sus afiliados. Con los antes señalados hablé de los españoles avecindados en la ciudad de Mérida que, como en Cuba en el renglón salud tienen su Hospital Covadonga en Luyanó, nosotros tenemos “La Ibérica” –ahora Centro Cultural- así como la clínica similar en todos los sentidos, arquitectónico con sus pabellones clásicos, que dejaron influencia en nuestro Hospital O´Horán.
En La Ibérica, su pórtico principal tiene un par de leones similares a los del Paseo del Prado. La Ibérica fue el más importante hospital de principios del siglo XIX de la colonia española radicada en Mérida de Yucatán, misma colonia que creó la “Casa de España” en Mérida, donde a las paellas, bailes flamencos, cante jondo y copleros, nos dábamos cita los domingos, hasta que algunos catalanes y otros aprovechados locales dejaron que un centro social costumbrista español menguara su trabajo. Ahora continúa como academia particular para cantos y bailes de los que la mantienen abierta como administradores, perdiendo el brillo social y aglutinador de sus creadores, muchos de ellos ya fallecidos.
Los restaurantes el Asturianito y Los Nardos luchan contra el olvido de la cultura culinaria asturiana y vale la pena visitarlos cuando viajen a La Habana. Estos se encuentran frente al Capitolio Nacional y son administrados por la Sociedad de Juventudes Asturianas.
En el año 1897, en honor a la Virgen patrona de Asturias, se creó en la calzada del Cerro el asilo y Casa de Salud Covadonga, antes descrito. En la actualidad, convertida en una ciudad hospitalaria, lleva el nombre de Hospital Docente Dr. Salvador Allende.
Dentro de las edificaciones realizadas con el patrocinio de los asturianos se encuentra, hoy abandonado, el edificio del Teatro Campoamor, y como nuestras raíces musicales son comunes con Cuba, dejo asentado que en ese Teatro Campoamor se estrenó una canción de los artistas yucatecos el trovador José “Pepe” Domínguez y el poeta Carlos Duarte Moreno, presentando su canción a ritmo de huapango “A mi tierra”, que es un retrato poético de Yucatán, música que ha triunfado en nuestro ámbito nacional, aquí conocida como los “Aires del Mayab”. Esta es la única canción de Pepe Domínguez escrita en ritmo de huapango, y Carlos Duarte en el siglo anterior era el poeta más laureado nacionalmente.
Se piensa que el Teatro “Campoamor” será restaurado por la Oficina del Historiador de la Ciudad, Don Eusebio Leal, cronista de la Ciudad de La Habana.
El Panteón de la Colonia de Beneficencia Naturales de Asturias es un pedazo del Cementerio de Colón donde descansan en paz muchos asturianos. Este cementerio es también zona de turismo, ya que tiene una gran cantidad de mausoleos, esculturas y un sinnúmero de piezas escultóricas, siendo de los más importantes de Latinoamérica, un remanso de paz, con arte escultórico. Cabe mencionar que el Cementerio Reyna, en Cienfuegos, es otro que no desmerece.
La inserción social de los asturianos en la Habana estuvo propiciada fundamentalmente por las romerías y las jiras domingueras en los alrededores de la cervecería La Polar.
En estas celebraciones confrontaban su abundancia con las actividades de los gallegos, realizadas en La Tropical. Bigote de Gato fue el excéntrico dueño de un bar que era un personaje de los más importantes en esas celebraciones. Este fue el fundador de uno de los pocos clubes multirraciales de la época, el Club Noctámbulo.
Otras personalidades asturianas que contribuyeron inmensamente a la sociedad y culturas cubanas fueron los científicos e investigadores Walter Clement Álvarez, Luis W. Álvarez y Luis Fernández Álvarez y los periodistas Antonio Ortega, Atanasio, Nicolás Rivero, Constantino Cabal y Alfonso Camín.
Muy importante fue también el señor Don Ramón Areces, el cual llegara a la ciudad con solo 14 años junto con sus siete hermanos. Este hombre realizó diversos trabajos con su tío en los almacenes de la tienda El Encanto, y más tarde llegó a convertirse en el famoso fundador de El Corte Inglés.
Fuentes
https://onlinetours.es/blog/post/1144/emigracion-espanola-en-cuba-los-comerciantes-asturianos
https://www.todocuba.org/la-curiosa-historia-de-los-comerciantes-asturianos-que-emigraron-a-cuba/
https://es.wikipedia.org/wiki/Inmigraci%C3%B3n_espa%C3%B1ola_en_Cuba
Archivo AHGA.
