Atisbando Cuba
Entrada la noche, después de pasear el malecón habanero y una ducha caliente para despejar la sal marina, una ropa de algodón y salir en un automóvil “Moscovich” de regreso de Paseo a Malecón, y de ahí al famoso Cabaret Tropicana, que fue creado en 1939, en la zona de Marianao del municipio de Playa, que nos lleva a recordar tiempos pasados y actuales en ese “Paraíso bajo las estrellas”, pues lo construyeron al aire libre en una zona boscosa para aprovechar el fresco bajo la fronda de sus árboles.
Cuba tiene la fama de sus magníficos cabarets y sus cuidados shows de alta calidad como en el Parisién del Hotel Nacional; el Salón Rojo del hotel Capri; el Copa Rum del Riviera, el Habana Libre y sus centros nocturnos como Dos Gardenias, que dirigía la inolvidable Isolina Carrillo; Monsegnieur, donde toca Nelson Camacho el piano de Bola de Nieve; el salón de José Antonio Méndez; el Pico Blanco, donde disfrutamos de las noches bohemias y al frente estaba Cesar Portillo de la Luz , las Noches Bohemias de “Boleros de Oro” en 17 y H en el patio de “El Hurón Azul”, con las atenciones del Dr. José Loyola y del compositor Aldo Vaquero en el Vedado en los Jardines de la UNEAC –Unión Nacional de Escritores y Artista de Cuba- que fundara el poeta nacional Nicolás Guillén; los domingos en la Casa de Las Américas” en Paseo entre 15 y 17 y podría enumerar muchos más de estos lugares nocturnos para el turismo y sus habitantes.
En la ciudad de Mérida hemos efectuado dos funciones en nuestros mejores teatros, el “José Peón Contreras” y el “Daniel Ayala”, una este año denominada “Una Noche en Tropicana” y hace dos años “Tropicana”, con Carlos Tello y el coro “Voces sin fronteras” -20 cantantes- en un acercamiento musical de Cuba y México, transportando a nuestro público a la Antilla Mayor, a su música y su cultura. A estos encuentros nos acompañó el Cónsul de Cuba en la península Nerio Jorge García Cecilia.
De este Cabaret fue su promotor Víctor de Correa y Martín Fox fue su renovador, gestionando la nueva era de este símbolo cubano; en 1952, los estudios Fox contrataron a Rodérico Neyra “Rodney”, que comenzó trabajando como coreógrafo.
Durante la época republicana estuvo caracterizado por el juego, la bebida, y mujeres casi desnudas. Ahí asistía la clase política, mafiosos, artistas de Hollywood, y marineros norteamericanos-.
Se nutrió el ballet del circo, del carnaval, de los boleros, del cha chachá de Enrique Jorrín, para lograr su creativo espectáculo artístico cuya fama ha recorrido el mundo. En sus escenarios han actuado incontables estrellas cubanas, al igual que de otras nacionalidades, como Amalia Aguilar, Josephine Baker, Bola de Nieve, Elena Burke, Cheo Feliciano, Nat King Cole, Libertad Lamarque, Rita Montaner, Senén Juárez, Celia Cruz, Omara Portuondo, y más…
Está matizado por el folklore cubano, por su colorido, variedad de ritmos, la belleza y gracia de sus bailarinas y a la calidad de sus artistas; además de un servicio de bar y una cocina excelente. Sugiero la especialidad de langosta al chilorio, con guarnición de verduras y ron Habana Club.
Pasar el puente del Río Almendares y seguir a Marianao, uno de los quince Municipios de La Habana, situada a unos nueve kilómetros de la misma, que cuenta con un ferrocarril para transportarse, con una población que estimo a la fecha de unos 280,000 habitantes –no tengo el censo actual-. Marianao cuenta con un variedad de colinas a aproximadamente 500 metros ssobre el nivel del mar, destacándose por un clima saludable y alegres playas y balnearios con condiciones turísticas. La ciudad data de alrededor de 1830.
Marianao posee amplias avenidas jardineadas, siempre limpias, y un alto nivel hospitalario donde destaca el Hospital de la Ceguera, con excelentes cirujanos oftalmólogos; el Centro Hospitalario de la Maternidad Obrera, el Parque Metropolitano Almendares, Su Plaza central; y en especial, la hospitalidad de su gente.
Mis visitas a esa ciudad eran por lo regular los fines de semana, y me abrían las puertas de su hogar el músico y director de orquesta Félix Contreras (+) –magnífico arreglista, Director de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro “García Lorca” de La Habana y arreglista por algunos años en Nueva York de la famosa Orquesta de André Kostelanetz– y su esposa, la Soprano Lucy Provedo, la mejor cantante de Ópera de Concierto y Maestra de Canto Lírico en la Escuela Superior de Arte de Cuba -ISA-. Su casa en Marianao era un centro de arte, un amplio solar jardinado, con frutales y plantas de ornato; la madre de Lucy, una señora afable y amorosa, siempre nos brindaba sus mejores recetas culinarias aún en período especial. Abría su estudio para integrarlo a su salón y se afinaba el piano de media cola. Ahí nos reuníamos con músicos de alto nivel, las mejores voces de Cuba, escritores, críticos, musicólogos como Xiomara Villarreal, escritora y poeta encargada del Protocolo a Extranjeros en Ministerio de Educación y Cultura; Nelson Camacho, pianista especializado en la obra de Lecuona; el Maestro concertista de piano Eduardo Milanés; el musicólogo José Ruiz Elcoro; Israel Martínez Zapata, maestro de guitarra y formador de tríos; y las descargas musicales eran de un alto nivel.
Ahora Lucy radica en Florida y da conciertos en diversas universidades, lo mismo que José Ruiz Elcoro, mientras que me mantienen informado de sus actividades por medio de videos por Internet el Doctor en música José Loyola Fernández. Recuerdo con agrado a Humberto Rodríguez Manzo (+), escritor; en algunas ocasiones me permití llevar a su domicilio a miembros cantantes de boleros que representaron a México en el Festival “Boleros de Oro”, como a Ileana Cortés, Maricarmen Pérez y Filiberto Aguilar, para dejar algo de sabor en Cuba de la música vernácula del Mayab mexicano.
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA