Mascotas
Llamamos juego a aquella conducta animal que relaciona o no determinados objetos dentro del ámbito de la apetencia, involucrándolos, combinándolos incluso con el tiempo y el espacio una y otra vez «hasta el cansancio”.
Los mamíferos juegan para aprender, la principal función del juego es esa, pero también por el mero placer de jugar (que les hace segregar dopamina). Muchos animales juegan y se divierten, como las nutrias que retozan en el río, los gatos que persiguen ovillos, o los perros que “se pelean” entre ellos. A veces, sin embargo, no es tan fácil saber cuándo se trata de un juego o cuándo están, por ejemplo, defendiendo su territorio o buscando comida.
Dada su complejidad, el juego se considera una actividad prácticamente exclusiva de los mamíferos (casi un 80 por ciento de ellos juega), cuyo sistema nervioso se encuentra mucho más desarrollado que el de otros organismos superiores. Aunque menos frecuente, también aparece en algunas aves y no se descarta su existencia en otros grupos, como los reptiles, los anfibios y los peces, en los que se han observado comportamientos rudimentarios que recuerdan a juegos (sobre todo en cautividad).
Las conductas de juego son muy importantes para un felino, especialmente si vive solo (sin la presencia de otros gatos). El propietario debe estimular esta conducta tan imprescindible, siempre a través de los juguetes. Los gatos adoran el juego y es comprensible. Se trata de una actividad esencial para su bienestar, ya que inhibe el estrés agudo y crónico. Los gatos empiezan a jugar alrededor de las dos semanas de vida, primero a cazar sombras, aprendiendo así a coordinarse.
Los gatos de corta edad utilizan el juego como una forma de aprendizaje de las técnicas de caza que pudieran llegar a necesitar a lo largo de su vida, pero también es para ellos una forma fundamental de adquirir un desarrollo completo de todas sus estructuras. Debido al juego, los cachorros llegan a establecer los ajustes oportunos entre ciertas sensaciones que llegan del mundo exterior y su organismo; es decir, el juego mantiene en perfecto estado de alerta a los cinco receptores fundamentales del animal —vista, oído, olfato, gusto y tacto— y permite una extraordinaria coordinación de todos los sentidos.
Hoy día todos los especialistas asocian el juego con el bienestar del animal, incluidos los cachorros, dado que los gatos juegan cuando están tranquilos, cuando ninguna otra necesidad (alimenticia, territorial, etc.) les preocupa ni requiere de su plena atención.
El juego preferido de los gatos es perseguir objetos en movimiento. Tan importante es esta actividad lúdica de persecución, acecho y caza que cuando no dispone de estímulos de juego pueden aparecer problemas. A este respecto, no son pocos los propietarios que llegan a las consultas veterinarias quejándose de los arañazos y mordiscos que su gato les propina de forma sorpresiva cuando caminan por el pasillo de su casa. Sin embargo, dicha conducta inadecuada del gato se solucionaría fácilmente aportándole más momentos de entretenimiento.
Beneficios del juego
- Ansiolítico – Los felinos caseros pueden padecer de estrés y ansiedad, cuyos efectos indeseables ellos combaten de varias formas. Una de ellas es el atusado propio, que aporta calma y relajación; otra es el juego, que le permite no verse afectado por la depresión y la letargia de una vida en un entorno cerrado.
- Estimulación – Un gato necesita estímulos, así que si no los tiene, los busca. Lo puede hacer mirando a los pájaros a través de los cristales, incluso “atacando” a los pies de su propietario o de cualquier otra forma. El fin es bien claro, el juego aporta estímulos y nuevos escenarios en su rutina diaria.
- Los juguetes interactivos para gatos, son juguetes fantásticos para su salud mental. En los gatos pequeños, favorecen el desarrollo de una mente rápida y sana. En los gatos adultos previenen la degeneración cognitiva y los ayudan a evitar enfermedades como la depresión.
- Ejercicio – El juego es vital para mantener un estado sanitario correcto, entre otras razones porque va unido al ejercicio; por ello, podemos concluir que el juego aporta salud.
Beneficios para tus muebles
- Tu felino puede volverse destructivo – ¡Los gatos se aburren también! Sin los juguetes apropiados para gatos, un gato puede decidir entretenerse jugando con las cosas de su humano. A veces se malinterpretan malos comportamientos de tu gato. Lo único que quiere es jugar.
La mayoría de los gatos domésticos, aunque están mucho más seguros en casa contra enfermedades y otros peligros, tienden a tener sobrepeso y a ser poco activos. Los gatos, como las personas, se benefician tanto física como mentalmente de mantenerse activos y en forma. Los gatos, por naturaleza, son criaturas que viven para el ocio. Muchos gatos están contentos con sentarse en el marco de la ventana durante todo el día, echando siestas y viendo pasar el mundo, pero también a tus gatos les encanta que los estimulen mental y físicamente, y pasar tiempo jugando contigo. El juego proporciona un ejercicio importante para los gatos, especialmente para aquellos que viven exclusivamente en interiores. Jugar regularmente ayudará a tu gatito a mantenerse activo y a controlar su peso. Ayudan a prevenir problemas de comportamiento, el aburrimiento y son una gran manera de fortalecer el vínculo con tu gato.
Los gatos son criaturas atléticas con increíble fuerza y agilidad. La naturaleza los convirtió en máquinas perfectas para saltar, correr y trepar. Por eso son tan importantes, tanto los juguetes para gatos pequeños como los juguetes para gatos adultos, para los gatos domésticos. Los juguetes les ayudan a conservar su naturaleza y tener una vida plena.
Selecciona juguetes que tu gato no pueda tragar. Idealmente, tu gato debería poder recoger cada juguete y sostenerlo en la boca, y debe ser lo suficientemente grande para que no se lo pueda tragar. Los juguetes seguros no pueden ser desmembrados. Sus diferentes partes no se pueden tragar. El relleno no debe ser accesible, y por supuesto no debe ser tóxico.
Con ayuda de tu veterinario podrás elegir los juguetes más adecuados para tu gato.
Dra. Carmen Báez Ruiz
drabaez1@hotmail.es