El Rincón del Tío Salim
Sobrinitos,
A lo largo de mi vida tuve la oportunidad de conocer a infinidad de personas, muchas de las cuales realizaban acciones altruistas. En algún momento se me acercaron para pedirme apoyarlas en sus compromisos con personas menos afortunadas, a lo que siempre respondí afirmativamente, pues soy un convencido de que es muy importante tener empatía.
El diccionario define la empatía como «una participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, es también la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, así mismo, la empatía nos permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra.»
Los expertos señalan que el proceso de empatía requiere de nosotros ampliar nuestra capacidad de observación, para aprender a detectar de manera más efectiva algo que le ocurre a alguien, para luego identificarnos con esos sentimientos o situación observada. Pongamos como ejemplos cuando nos entristece ver a alguien llorar, o acudir a socorrer a una persona que se lastimó.
Entre las principales características de los empáticos está la gran sensibilidad que suelen tener: han desarrollado un alto grado de atención y sensibilidad ante las situaciones de los demás. Esto significa que suelen ser personas que prestan mayor atención a ciertas señales y gestos de las personas para comprender bien su estado anímico.
Es muy importante no confundir la empatía con emociones como la compasión: parecen similares, pero son diferentes, pues la empatía es un requisito para la compasión, pero en la compasión la persona, aparte de ponerse en el lugar del otro, también intenta ponerle fin a su sufrimiento.
Los empáticos también son respetuosos y tolerantes, saben escuchar a los demás, analizando por qué la persona se siente mal, deprimida o angustiada. Respetan las decisiones de los demás, aunque ellos no hubiesen tomado las mismas decisiones. Saben medir sus palabras, porque están conscientes que pueden hacer daño a otras personas si dicen cosas de mala manera.
Todos podemos ir aprendiendo a ser más empáticos. En la medida que mejoremos nuestras formas de tratar a otras personas acorde a las circunstancias, seremos mejores seres humanos y crearemos lazos afectivos que ayudarán a mantener un ambiente más positivo y sano.
SALIM ALCOCER LIXA