Inicio Cultura La historia de Luis Vargas en Canal 13 (II)

La historia de Luis Vargas en Canal 13 (II)

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Cuando en una ocasión vinieron a transmitir los de IMEVISION canal 13 (ahora Tv Azteca), tuvimos contacto con este canal. No recuerdo muy bien, pero en la época del director Hernán Conde N. se trae de este canal al Ing. Benito Legaspi Cabrera, quien me dio el ABC de la sincronización de Imágenes y Video Tape, tanto para eventos como estudio, para con esto manejar con profesionalismo este tipo de equipos. El Ing. Legaspi vino cuantas veces pudo, ya que con el Administrador Francisco Medina las terapias ocupacionales y estrés eran descargadas en algún buen restaurante o bar de la época. En tiempos del Lic. Conde llegó la unidad móvil que previamente fuimos a verificar a Miami, su inventario y que los equipos estuvieran funcionando.

Esta Unidad de Televisión había sido exhibida en una de las convenciones de la NAB (Evento de los fabricantes del mundo de la radio y televisión que cuando comenzó se efectuaba en Atlanta, luego en las Vegas, alternadamente, ahora finalmente se lleva acabo año con año en el Hilton Convention Center de las Vegas). Entablé contacto con el vendedor Mr. Mesquita de la extinta Mid West donde este equipo fue exhibido para que esperara y no lo devolviera; se acordó la oportunidad de comprarla en esta modalidad que fue más barato que adquirirla nueva ya que en exclusiva para el canal hubiese costado más. Los gringos aplican eso de Rebate, la “caja abierta o usada”. Fortuitamente se exhibió con los 3 controles remotos de cámaras JVC, como las que teníamos aquí en Mérida, funcionando.

Cuando empezaron a funcionar los equipos nuevos de estudio como Switchers, cámaras y Video Tape Record de edición, comienza otro reto, ya que solo eran dos equipos de edición que trabajaban día y noche para sacar la programación diaria y las cámaras, contando con las tres de estudio y dos para salir a la calle a grabar (notas informativas. Comerciales y eventos). Las video caseteras de ¾” (por el formato de la cinta con ¾ de pulgada de ancho), por el constante uso, necesitaban mantenimiento. Las cámaras, por ser de tres tubos, se salían de convergencia (hacer coincidir los tres colores base RVA en un solo punto en todos los campos del cuadro). Aprendí mucho con los manuales, la convergencia en las cámaras fue algo propio en los receptores de TV de la época en los que, cuando el tubo de rayos catódicos estaba bien ajustado, la calidad de la imagen era muy fina. La verdad era de locos de una cosa a otra, tanto peor si se juntaba por estar trabajando día y noche. Solicité apoyo para tener una persona en transmisiones y me comisionan a Sandi Masutier. Para limpieza de cabezas, guías en las videograbadoras y reproductoras me asignan a Pedro Azcorra, así como para cargar las baterías de las VTRs.

Uno de los equipos que más se utilizó en un principio fue el telecine de 16 mm, un “Estatesman2”, hecho en EE.UU. Con este equipo comenzó el dilema de adaptarle una cámara JVC color de las nuevas con un objetivo (el cuadro de la entrada de Imagen) muy diferente a la cámara de B/N, acabé proyectando en un cuadro de papel Bond, pues la cámara de color sólo estaba disponible después de las 10 de la noche. Este telecine también incluía un carrusel de diapositivas. Como Resultado del uso excesivo y falto de mantenimiento un día se barrió una pieza que era compleja dentro del proyector ya que esta tenia los engranes especiales para cada función, mientras esto se podía solucionar se pidió que en ciudad de México se copiara la programación de 16 mm que en rollo llegaba para programar en esas fechas, como por ejemplo “Holocausto”, parte de “Kung fu” ya que de esta serie aquí copiamos la mayor parte. Por este motivo comencé a viajar, para ir a buscar esa programación, a CDMX, saliendo algunas veces en el primer vuelo de Mexicana de Aviación del día, regresando en el que salía a las dos de CDMX. Una vez sucedió que me quitaron una muela del juicio antes del mediodía, y a las 3 de la tarde ya estaba volando para CDMX, todavía entumido de la anestesia.

Como un tiempo viví en la capital, cuando estudiaba, sabía cómo moverme. Si me tenía que quedar, echaba mano de alguien de la familia, así el canal gastaba menos.

Hicimos de esta encomienda una entrega total, ni en casa entendían por qué ocupaba tanto tiempo, confundiendo mi trabajo por aventura o traición a mi obligación de esposo. Fueron muchos momentos de satisfacción lograr mucho con tan poco. En mi estancia en el canal, que fueron 13 años, vi pasar a igual número de directores. Algunos duraron meses, otros algunos años. Unos no confiaron en mí, creyendo que era tal vez como ellos.

De tanto que evolucionamos, dentro de las posibilidades, con el desgaste de los equipos había que promover cuáles y qué marca para remplazarlos; por ejemplo, las videocaseteras SONY era las que más prometían, por dar soporte e información técnica, y por los video tapes o casetes, también de la marca SONY, buscando que fuera puesto todo aquí en México, algunas veces de un día para otro. La primeras videocasseteras (VTR) fueron de la marca Panasonic, muy buenas, pero con poco soporte, sólo se conseguían en EE.UU. Las cámaras JVC de tubos, lo mismo: muy buenas pero las partes solo se conseguían en Estados Unidos. En esos tiempos no fue fácil tener acceso si no fuera por viaje o por teléfono, y conlleva pagos e importación, más aduana y fletes.

En México teníamos a “Color Casettes” y “Videoservicios” como proveedores. Me hice amigo del Ing. Paulino García de Videoservicios, al grado que le pedí capacitarme en su centro de servicio en CDMX en varias ocasiones. Aprovechando mis breves vacaciones, invertí mi tiempo para saber más; ahí afirmé conocimientos y conocí otros equipos, herramientas y procedimientos que propiciaron que nuevos equipos adquiridos fueran en lo posible SONY, ya que eso de ir a USA no era fácil, más con la dependencia del comité del gobierno que decidía los gastos del canal.

Con el paso del tiempo seguí modificando el transmisor Canadian General Electric. Las fuentes de alto voltaje, ya sea de 5000 Volts o 2500 V., eran de bulbos Tiratrones que contenían Mercurio, motivo por el que había que calentar mínimo 15 minutos para que se evaporara este metal. Estos bulbos eran escasos y cada vez más caros, así que propuse pasar las fuentes a estado sólido (Arreglo de Diodos) para con esto disminuir el tiempo de precalentamiento, porque los amplificadores seguían siendo inevitablemente bulbos Tetrodos, también difíciles de comprar y de dos en dos, porque trabajaban en parejas. Cuando no había dinero cabeceaba bulbos, buscando el que mejor respondiera entre los usados. En los viajes a CDMX conocí al Ing. Gastón García, que tenía una fábrica de Transmisores de FM y TV Marca FAGSA ahí por los Pinos; él mismo fabricaba los arreglos de diodos que usaba para sus equipos. Usando las bases de los viejos tiratrones (los de mercurio), me di a la tarea de construir una versión más ágil para cambiar en caso de corto o falla. Funcionó hasta los últimos días de este transmisor.

Continuará la próxima semana…

LUIS FERNANDO VARGAS AGUILAR

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