XVIII
Relaciones interétnicas
Al integrarse a la estructura social vigente en Yucatán, los chinos establecieron lazos con los grupos étnicos presentes en este lugar. Con los sectores de la clase dominante, de ascendencia criolla y mestiza, sostuvieron relaciones subordinadas, pues sus condiciones laborales así lo marcaban. Es probable que de ese segmento de la población peninsular proviniesen las más frecuentes actitudes de menosprecio dirigidas a los inmigrantes, porque las aplicaban también a los pobladores de extracción indígena.
Con los grupos populares pudieron haber tenido un trato más cordial ya que, al estar conformados mayoritariamente por individuos de origen maya, con quienes compartían algunas características de índole biológica que incluso reforzaron al mezclarse con ellos, era factible mantener una cierta cercanía en el contexto de la vida cotidiana. Unos y otros se hallaban sometidos a los núcleos oligárquicos. Sin embargo, existen evidencias que indican el grado de tensión que llegó a alcanzar el contacto entre la gente de ascendencia nativa e ingresos económicos precarios y aquellos extranjeros de inusuales costumbres.
Un ejemplo de los desencuentros entre los chinos y los miembros de los sectores mayoritarios fue el de un grupo de ciudadanos de esa nacionalidad agredido al asistir a un ochavario, término con que suele designarse la ceremonia popular que se realiza a los ocho días de haber sobrevenido el deceso de una persona. Esto ocurrió en 1906, el mismo año en que una nota periodística registró los golpes que dos conductores de carretillas infirieron a un trabajador asiático.
Las condiciones particulares de la costa oriental de la península, en la que también se establecieron esa porción geográfica, situada en las inmediaciones del territorio controlado por los mayas insurrectos, los inmigrantes asiáticos que se incorporaron a dichos asentamientos fueron bien aceptados, según algunas versiones, aunque de acuerdo con otras se les trató con desprecio, e incluso con menos tolerancia que a los de procedencia africana. No obstante estas discrepancias en las fuentes consultadas, fue un hecho la asimilación de los chinos a esas poblaciones. Sus descendientes aún conservan rasgos físicos que los hacen conspicuos.
Durante las primeras décadas del siglo XX hubo unos cuantos chinos en Mérida que cometieron abusos en perjuicio de inmigrantes de otras nacionalidades, como lo consignó la prensa yucateca. Uno de esos casos fue un robo consumado, y otro un intento de despojo, perpetrados en 1907 y 1920, respectivamente, contra un niño coreano y una muchacha libanesa. Llama la atención que las víctimas hayan sido individuos en notoria desventaja ante varones adultos que los eligieron como objeto de su conducta delictuosa.
Con los antecedentes expuestos, es preciso recordar que en Yucatán, desde los tiempos de la dominación hasta nuestros días, se ha reproducido una tendencia basada en posiciones de poder que se expresa en actos de discriminación y repudio étnico. Los chinos padecieron sus efectos al igual que los habitantes de ascendencia predominantemente indígena. A pesar de ello, las contribuciones culturales que su presencia en esta parte del mundo trajo consigo son el mejor argumento para apreciar los valores que sustentan la heterogeneidad étnica.
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“Sucesos. Chino aprovechado”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 249, 20 de diciembre de 1907, p. 7
“Hasta los chinos asaltan y roban”, El Correo, Mérida, tercera época, núm. 624, 9 de agosto de 1920, p. 1.
Amaro Gamboa, Jesús, El uayeísmo en la cultura de Yucatán, México, IPN-UADY, 1988, pp. 60-61
Barabas, Alicia, “Colonialismo y racismo en Yucatán. Una aproximación histórica y contemporánea”, Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, México, UNAM, 1979, pp. 105-139.
Pacheco Cruz, Santiago, Estudio etnográfico de los mayas del ex Territorio Quintana Roo. Su incorporación a la vida nacional, Mérida, 1934, pp. 12-13.
Redfield, Robert, Yucatán. Una cultura de transición, México, FCE, 1934, pp. 447.
Wilhelm, Buckhard (coord..) ¿Indios rebeldes? El fin de la Guerra de Castas en Yucatán vista por El Estandarte de San Luis Potosí, San Luis Potosí, Lascasiana, 1997, p. 263.
José Juan Cervera
Continuará la próxima semana…