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La gloria de la raza – XIX

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XIX

  1. ESTIGMAS SOCIALES

Enfermedad

El rechazo a los chinos que pasaron a formar parte de la fuerza laboral de varios países americanos se alimentó de diversas fuentes. Este sentimiento se asoció con algunas nociones que, a pesar de fundarse muchas veces en realidades tangibles, al vincularlas con juicios de valor llegaron a alcanzar una aguda distorsión en la conciencia pública. Uno de los elementos que contribuyó a forjar dicha tendencia fue el de las enfermedades atribuidas a los extranjeros.

A los inmigrantes asiáticos se les consideró portadores de numerosas enfermedades que los periódicos de distintas partes del mundo señalaron con insistencia. Los reportes formulados por las autoridades sanitarias de Estados Unidos y México aludían a la tracoma, el beriberi, la sarna y otros padecimientos de los ojos y la piel. La prensa de California aseguró en 1882 que los chinos introdujeron la lepra a esas comarcas, mientras en nuestro país, a principios del siglo XX, se difundió la versión de que la ropa lavada por chinos produjo brotes incontenibles de eczema en muchas familias que recurrieron a sus servicios.

En 1907 fueron abundantes las noticias sobre esa clase de males. A las habituales medidas aplicadas desde el momento del desembarco de inmigrantes se sumaron otras prevenciones, como la resolución tomada por las autoridades mexicanas de instalar médicos adjuntos en los puertos de origen de las naves. Al llegar a nuestras costas, los barcos eran puestos en cuarentena si se detectaban enfermedades contagiosas entre sus pasajeros. Hubo ocasiones en que los chinos se sublevaron al ser retenidos de esa manera; otras veces intentaron ingresar clandestinamente a tierra, pero no tardaron en ser descubiertos.

A diferencia de los chinos, a quienes frecuentemente se acusaba de manifestar esa conducta levantisca, los japoneses tenían fama de no oponer resistencia a los exámenes de rigor ni a las cuarentenas impuestas en caso de enfermedad. Unos y otros solían llegar a Salina Cruz antes de dirigirse a diferentes partes de la república a las que habían sido contratados.

Después de establecerse en el país, los recién llegados eran sujetos a nuevas revisiones sanitarias. Así lo ejemplifica la orden dictada en 1907 por la Junta Superior de Sanidad de Yucatán para disponer de una lista de todas las viviendas habitadas por chinos y libaneses en Mérida, a quienes se atribuyó la costumbre de vivir en condiciones de hacinamiento y de higiene precaria. Se esperaba contar con un registro preciso de cada casa y del número de sus moradores.

La fiebre amarilla causó severos daños en la población mexicana y yucateca durante el siglo XIX. Con el paso del tiempo se volvió endémica, e incluso llegó a considerarse extinguida a principios del XX. Para entonces atacaba a quienes, viniendo del exterior, aún no lograban adaptarse a las condiciones del ambiente local. Con todas sus resonancias de paradoja, esa dolencia causó la muerte a un chino acaudalado que visitó Yucatán en 1906. Sin haber llegado como agente de contagio de otras enfermedades tan temidas, contrajo aquí la que suprimió por completo las vicisitudes de su existencia.

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“Inmigración china” El Eco del Comercio, Mérida, año III, núm. 254, 20 de junio de 1882, p.3

“Fiebre amarilla”, El Eco del Comercio, Mérida, año XVI, núm. 1641, 5 de octubre de 1859, p. 2.

“Muerte de un millonario chino”, El Peninsular, Mérida, año III, núm. 781, 10 de septiembre de 1906, p. 3.

“Inundación de chinos en la república”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 70, 24 de mayo de 1907, p. 3.

“200 chinos a quienes se impide la entrada al país”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 72, 27 de mayo de 1907, p. 3.

“La inmigración asiática y sus calamidades”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 97, 25 de junio de 1907 p. 3.

“Las inmigraciones asiáticas. Medidas oportunas”. Diario Yucateco, Mérida, año, núm. 99,27de junio de 1907, p. 3.

“Arribo de asiáticos”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 107, 6 de julio de 1907, p. 3.

“Chinos y japoneses”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 116, 17 de juio de 1907, p. 3.

“Extinción de la fiebre amarilla”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 116, 17 de julio de 1907, p.3.

“Chinos y turcos”, Diario Yucateco, Mérida, año I núm. 187, 9 de octubre de 1907, p. 6.

“La tracoma en Texas”, Diario Yucateco, Mérida, año I, núm. 258, 2 de enero de 1908, p. 3.

Carrillo y Ancona, Crescencio, Carta sobre la historia privada de la fiebre amarilla, Mérida, Imprenta Mercantil de Ignacio L. Mena y Compañía, 1892, p. 26.

José Juan Cervera

Continuará la próxima semana…

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