El poder que todos tenemos para salvar vidas: la donación de órganos
En el pasado, 7 de cada 10 mexicanos estaba en contra de la donación de órganos. Esta impactante cifra se daba a causa de la falta de información respecto al proceso de la donación de trasplantes, sumado a los mitos y leyendas urbanas en esta materia. Sin embargo, hoy en día, gracias a las campañas de concientización, las cifras han mejorado y los mexicanos han comenzado a apoyar este movimiento que logró aumentar la cifra de órganos trasplantados en todo el mundo en el último año a un total de 135,860, según el Registro Mundial de Trasplantes.
Actualmente, en México 7 de cada 10 personas están a favor de la donación, de acuerdo con la Secretaría de Salud, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.
Tan sólo en 2018, en México se realizaron 6,238 trasplantes de diferentes órganos. Para ello, es importante conocer la diferencia entre donación de órganos y trasplantes, debido a que la primera se refiere a la donación de un órgano, tejido o células a otra persona; mientras que el trasplante es la acción que realizan los médicos especialistas al colocar (trasplantar) un órgano a otro individuo.
De acuerdo con la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), existen dos formas de donación: mediante donantes vivos o fallecidos. Algunos órganos pueden ser donados cuando el donante se encuentra vivo y puede prescindir de una parte de su órgano, como lo puede ser el hígado que se regenera, o los riñones ya que se puede tener una vida normal sólo con uno de ellos. Sin embargo, ciertos órganos sólo pueden ser utilizados cuando el donante falleció a causa de una muerte cerebral o encefálica (pérdida de funciones del cerebro), es decir, aquellas personas cuyos órganos vitales como el corazón, pulmones, páncreas o intestino se encuentran en buen estado para ser trasplantados a un receptor y que sólo se pueden obtener de esta manera.
No obstante, la Secretaría de Salud anunció que en México menos del 10% de las muertes son por muerte cerebral, reduciendo la posibilidad de trasplantar órganos y tejidos tales como son las córneas, tejidos cardiovasculares y tejidos compuestos (extremidades).
En este sentido, es importante recalcar que la mayoría de los trasplantes realizados en personas vivas provienen de parientes de los pacientes que necesitan el órgano, y que son compatibles con el tipo de sangre, edad, tamaño y cuentan con un buen estado de salud del órgano a trasplantar. A diferencia de los donantes vivos; un donante fallecido con buen funcionamiento de sus órganos puede salvar hasta 8 vidas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes, en el primer semestre del año 2019 se registraron 22,290 personas en lista de espera para recibir una donación de órgano. La mayoría proviene del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dejando al sector privado como la segunda opción de los pacientes para encontrar un donante, quienes buscan alternativas para mejorar su condición de salud.
“Es importante que los mexicanos tomen conciencia sobre la importancia y el cambio que puede suponer en las personas un trasplante de órgano, dejando a un lado los mitos alrededor de la donación de órganos para brindar nuevas oportunidades tanto a los pacientes como a sus familiares,” comentó Carlos Castro Sánchez, presidente ejecutivo de Asociación ALE y una de las principales voces en materia de donación y trasplante de órganos.
Cabe destacar que el órgano con mayor demanda de trasplante en el país es el riñón, con 15,939 pacientes en espera; el segundo más solicitado y con 5,988 personas en lista de espera es el de córnea, mientras que el trasplante de hígado es el tercero más requerido, con una lista de espera de 311 personas.
“Por ello, nosotros reafirmamos nuestro compromiso, vocación y convicción en intensificar la cultura de la donación de órganos y tejidos en México, integrando a las familias de donadores y receptores en una red eficiente y efectiva de instituciones médicas con un mismo objetivo: ayudar en el proceso de donación y recepción de órganos a los pacientes,” puntualizó Carlos Castro Sánchez, presidente ejecutivo de Asociación ALE.
Esta necesidad creciente de donación es la razón por la que Astellas, y su socio local autorizado Janssen, desean promover la cultura de donación entre los mexicanos, ya que consideran puede tener un gran impacto en la vida de los pacientes y sus familias, además de marcar un antes y un después.
La donación de órganos se ha convertido en un movimiento al alza en este país que permitirá que más personas puedan vivir de manera más saludable y con una vida más larga.
Para poder seguir contribuyendo a salvar vidas, es importante la concientización y cultura de la donación entre las personas para romper con los tabúes que aún pudieran existir y lograr el objetivo más importante: ayudar a las personas.
Boletín amablemente proporcionado por LLYC
