La Colección
VIII – Final
Anfibios
Ranas
(Triprion petasatus)
Escondiéndose del sol,
bajo el musgo de las piedras,
las ranas traman
el ataque de la lluvia.
Salamandra
(Bolitoglossa yucatana)
Qué importa que las rocas se llenen de musgos, qué importa la lluvia agitando las ramas de la enrarecida floresta; bajo los helechos nos convertiremos en agua, beberemos nuestra transparencia y la luna quemará nuestro recuerdo Humano, para habitar junto a salamandras.
Invertebrados
Libélula
Agitar los élitros sobre las charcas.
Dibujar siluetas a través de la lluvia
y sus prismas:
inquietantes giros del sol.
Termitas
Es el destino lodo y hojarasca.
No es que no se quemen de angustia con la creciente, con la marejada.
Ni es que de la lluvia se cuelgue el infortunio.
El termitero recogerá la vida de colonia.
No hay por qué preguntarse sobre el Comunismo: el imperio siempre es más atento que la negra calamidad de compartir destinos colgados a la sequedad en la corteza de los mangles.
Hormiga
Es pérdida de tiempo arremeter contra la tierra. Perseguir los túneles que transportan almidón del mundo hacia la entraña.
Esa transformación de carne y proteínas, diminuta fuerza, orden, certeza, voluntad en el recorrer la ruta trazada por los ingenieros y los inspectores que anuncian bajo el látigo del ácido fórmico los sueños de la Reina.
Crecen las guaridas y las mandíbulas silencian la mordida certera.
A través de las hormigas
escapan pedazos de la Humanidad.
Adán Echeverría