La Catedral, dedicada a San Ildefonso, es la sede de la arquidiócesis de Yucatán, siendo la más antigua de México.
Después de ser fundada la ciudad de Mérida en 1542, transcurrieron 19 años para que el Papa Pío IV –a petición del Rey Felipe II– autorizara su construcción, la cual inició en el año de 1561, siendo hasta el año de 1598 cuando se concluye. Los trabajos fueron realizados por Pedro Aleustia y completados por Juan Miguel de Agüero.
Consta de tres naves, una central y dos laterales. También se pueden observar tres capillas y la sacristía. Originalmente contó con cinco capillas, pero fueron demolidas. Presenta dos torres de dos cuerpos, un estilo Morisco. Cuenta con una cúpula adornada con arco botareles.
Durante el siglo XIX, algunos tesoros y obras de arte fueron robados, como resultado de los saqueos e inestabilidad política que padeció nuestro estado. En 1915, en los tiempos de Salvador Alvarado, parte del acervo del arte sacro en la Catedral fue saqueado, el tesoro catedralicio y el órgano Walker, de fabricación alemana. En 1916 también fueron demolidas la Capilla de San José y la Capilla del Rosario para separar la Catedral de la sede del Palacio Episcopal (actual Museo de Arte Contemporáneo), creándose un andador peatonal (Pasaje a la Revolución).
Su fachada es de gran sobriedad, y su estilo es de tipo renacentista. Destaca la puerta del perdón, con un arco de medio punto, enmarcada por columnas pares a los lados. Entre las columnas se encuentran dos imágenes, de San Pedro y San Pablo. Arriba del arco de acceso principal se ubica una cornisa con frontón triangular.
En una de sus torres hay un gran reloj que fue traído de Londres en 1731, pero dejó de funcionar en 1871. En el interior se pueden admirar la capilla del Cristo de las Ampollas (1656), el bautisterio y capilla del sagrado (1904), la sacristía y capilla de San José (1610), así como la capilla del Rosario (1610).
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Jorge Zapata