LX
LA AMISTAD
Se quejan todos
de que en el mundo
tan noble afecto
no existe ya.
En corazones
empedernidos
o devorados
por loco afán;
en pobres almas
sin ideales,
adoradoras
del vil metal,
tener no puede,
dulce cabida
el sentimiento
de la amistad.
Hoy tiene influjo,
poder, riqueza,
y al compañero
ni mira Juan;
¡al buen amigo,
fiel, cariñoso,
que ayer el ángel
fue de su hogar!
¡Cuántos ingratos,
cuántos perjurios!
El orbe lleno
de ellos está.
Mas pon la mano
sobre tu pecho;
¿no fuiste nunca
doble, falaz?
¿Tus flores puras
llevar podrías
al santo templo
de la amistad?
¿Méritos tienes,
gracias, virtudes?
¿Buenos amigos
merecerás?
Hazte primero
digno de estima;
luego a la diosa
alza tu altar.
Rodolfo Menéndez
Continuará la próxima semana…