Un 23 de mayo de 1979, la discográfica Casablanca Records lanzaba al mercado norteamericano el séptimo álbum de estudio de Kiss, un trabajo que buscaba canalizar el éxito que la banda conformada por Gene Simmons, Paul Stanley, Ace Frehley y Peter Criss habían logrado en sus primeros seis años de trayectoria.
Tras iniciar su trayectoria en 1973, los músicos habían lanzado seis placas de estudio: “Kiss” (1974), “Hotter Than Hell” (1974), “Dressed to Kill” (1975), “Destroyer” (1976), “Rock and roll Over” (1976) y “Love Gun” (1977), todos ellos merecedores del Disco de Oro. La compañía presionaba para seguir produciendo contenidos, propiciando la salida de los respectivos discos solistas de Gene, Paul, Ace y Peter, que salieron al mercado en 1978.
Iniciando enero de 1979 quedó claro que sería imposible contar con el gato baterista, quien por esos tiempos había sucumbido a los excesos de alcohol y las drogas, lo que obligó a que los miembros restantes debieran afrontar la selección de temas, de los que, por cierto, de las cuatro contribuciones de Peter Criss solamente se añadió una.
Visto a la distancia, el fraude realizado por la compañía discográfica y los roqueros neoyorquinos en aquel año no parece tan grave, al tratarse de un disco que jamás detalló la escasa participación del baterista Peter Criss, pues el negocio requería que nadie supiera que en su elaboración por primera vez no intervenía la alineación clásica. Debido a ello, Peter Criss apareció en todo el material promocional, incluyendo la portada, aunque su participación fue casi nula.
De enero a febrero de ese año, Gene Simmons, Paul Stanley y Ace Frehley trabajaron en Nueva York, en los estudios Electric Lady y Record Plant los nueve temas para su séptimo disco de estudio, sin Peter Criss. Las sesiones no podían detenerse y por ello fue reclutado el baterista de sesión Anton Figg.
La compañía quería tener listo el producto en el menor tiempo posible. Para asegurar el éxito, contrataron a Vini Poncia para hacerse cargo de la producción; éste había trabajado hasta entonces con artistas más orientados hacia el pop como Leo Sayer y Melissa Manchester, también con Ringo Starr, además del álbum solista de Peter Criss, lanzado un año antes. Vini, además de producir el disco, también aportó los teclados y participó en los coros.
Casablanca Records quería aprovechar el éxito que la música disco tenía en el mercado de aquel año, encargando a Poncia la incorporación al set de una pieza más comercial, por lo que escribió el embrión rock-discotequero ‘I Was Made for Loving You’ que vendió como sencillo un millón de copias, impulsando al álbum para que llegara a la posición 9 de la lista de Billboard.
Lo mejor son las tres aportaciones de Ace: ‘Hard Times’, ‘Save Your Love’ y el cover de los Stones ‘2,000 Man’, los más cañeros del disco. También son efectivas las escritas por Paul, ‘Sure Know Something’ y ‘Magic Touch’. Como ya mencionamos que el grupo era un gran negocio, decidieron incluir un tema compuesto y cantado por Peter Criss llamado ‘Dirty Living’, que no pasa de ser regular. Gene aporta ‘X-Ray Eyes’ y ‘Charisma’, que no desentonan con el contenido.
Es un disco en realidad bastante agradable, que de alguna manera puede considerarse como el testamento musical de la alineación clásica, pues en el siguiente álbum (‘Unmasked’, de 1980) la cosa fue peor, pues se dio crédito a Peter Criss cuando en realidad no participó para nada.
RICARDO PAT