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Remembranza
“UNA GLORIA DEL CINE DE ORO MEXICANO”
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
El programa televisivo del 14 de marzo de “Noche, Boleros y Son”, de Rodrigo de la Cadena, en el Canal 11 del Politécnico, lo dedicaron a Don Joaquín Pardavé, una gloria del cine nacional en su época de oro en México.
Fue una hora de recuerdos de este actor, que nos dejó como compositor una serie de canciones inolvidables tanto en la radio, cantadas por voces calificadas de su época como Juan Arvizu. Sus canciones dieron brillo a sus películas con intérpretes como Pedro Infante, Jorge Negrete, y voces femeninas como la de Amparo Montes, Astrid Hadad y la compositora Felicia Garza. En la Fonoteca Nacional tiene algunas joyas del compositor, como el corrido que dedicó a su natal Pénjamo y que en 1983 grabó Astrid Hadad, admiradora de la obra de Pardavé, o “Por fin cuándo”, que Guty Cárdenas grabó en Nueva York, además del foxtrot Bésame en la boca, que grabó Emilio Tuero.
Pardavé nació en Pénjamo, Guanajuato., el 30 de septiembre de 1900. Fue el mayor de tres hermanos, José, ya fallecido, que fuera también actor, y Julia, que radica en Madrid, España. Joaquín Pardavé falleció el 20 de Julio de 1955, en la Ciudad de México. Fueron sus padres Joaquín Pardavé, actor de gran renombre y Delfina Arce, notable cantante de zarzuela. Vivió en la ciudad de Monterrey, N.L., en 1916 y 1917; todo el demás tiempo en México, D.F. Estudió primaria en la Escuela San Luis Gonzaga; secundaria y preparatoria en el Vasco de Quiroga. A los quince años tomó un curso de pintura en la Escuela de San Carlos.
Su carrera de actor la inició muy pequeño, ya que sus padres lo sacaban en brazos al escenario. Su primer papel lo obtuvo a la edad de cuatro años en la obra «La Cara de Dios». Como compositor comenzó a escribir cuando contaba con dieciséis años, el mismo año en que falleció su madre. Joaquín dejó los estudios para trabajar y sostener a sus hermanos.
En esos días compuso «Mi Carmen», para su novia. Por necesidades económicas se trasladó a Monterrey, en donde ingresó a Ferrocarriles Nacionales como ayudante de telegrafista, era 1917. Progresó en su empleo, pero su destino era otro. En 1919, su tío Carlos Pardavé, también actor, lo llamó. Joaquín abandonó el empleo para dedicarse al teatro. En abril de ese año debutó en el teatro Ideal, formando parte del elenco de la obra «Los Hijos del Capitán Grant», iniciando de manera oficial su brillante y prolífica carrera artística.

En 1925 conoció a la Srita. Soledad Rebollo, tiple del teatro donde trabajaba. Contrajeron matrimonio el 26 de octubre de ese mismo año. Soledad se convirtió en el amor de su vida, su inspiración floreció y escribió para ella canciones como: «Plegaria», «Bésame en la Boca», «Negra Consentida», «Varita de Nardo», etc. Joaquín Pardavé ingresó al cine con la película «Jalisco Nunca Pierde». Intervino en ciento cinco cintas, de las cuales dirigió veinticuatro. Fue actor, compositor, pintor, escritor de obras de teatro serio y de revista, así como de argumentos cinematográficos.
En su juventud jugó fútbol, formando equipo con Roberto Soto hijo y Fernando Soto «Mantequilla». Tenía una fuerte personalidad y un carácter como pan dulce. Era extraordinariamente responsable. Sus principales pasatiempos: jugar boliche, escribir, leer y escuchar música, de preferencia la popular nacional, las piezas y canciones de sus contemporáneos, y las que el escribió.
De la enorme lista de canciones que compuso: «La Panchita», «Falsa», «No Hagas Llorar a esa Mujer», «El Aburrido», «En un Burro Tres Baturros», «Tus Cabellos», «Cholita», «Caminito de la Sierra», «Ventanita Morada», «La Mujer Ladina», «Pénjamo» (dedicada a su tierra natal); y su última canción, «Ando Picado», dedicada al Sr. Miguel Aceves Mejía.

Estas son algunas cintas fílmicas en que participó Pardavé: «Los Hijos de Don Benancio», «Los Nietos de Don Benancio», «Cuando los Hijos se Van», «Azahares para tu Boda», «El Barchante Neguib», «Ojos de Juventud», «Al Son de la Marimba», «La Tía de las Muchachas», «México de mis Recuerdos», «Soy Charro de Rancho Grande», «Los Viejos Somos Así», «Una gallega en México», «En Tiempos de Don Porfirio», «Ahí Está el Detalle», «El Gran Makakikus”, etc.
La canción que le dio mayores satisfacciones fue «Negra Consentida», que escribió a su esposa Cholita.
Fueron muchos los reconocimientos con los que fue homenajeado en vida Joaquín Pardavé, y muchos también los que siguen otorgándosele de manera póstuma por su muy exitosa trayectoria, como artista muy completo, poseedor de grandes dones y cualidades que le permitieron expresar sentimientos auténticos a través de su obra musical, y de un inigualable arte histriónico con el que ganó admiradores no sólo en su momento, sino entre las nuevas generaciones que lo han conocido por su música y sus películas.
Rodrigo de la Cadena acotó: Cuando se habla de cómicos mexicanos se cita a Mario Moreno “Cantinflas”, y a Germán Valdés, “Tin Tan” pero –y coincido con Rodrigo– Pardavé tiene una trayectoria envidiable como comediante, actor, compositor y escritor. Abur.
Fuentes
Joaquín Pardavé, el cómico de la Época de Oro del cine mexicano