HUMBERTO AK´ABAL (+) CANTA COMO LOS PÁJAROS
Nació en Momostenango, Totonicapán, Guatemala (1952-2019); poeta y narrador maya kiché. En su niñez, aun en la pobreza, lector empedernido; contagiado por autores como Emilio Zolá y Leon Tolstoi, inicia en el camino de la literatura. Pensaba y escribía sus obras en maya kiché, y luego las traducía al español. Nadie creyó en él en sus inicios; publicó en periódicos y revistas de Guatemala, Centroamérica, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Brasil, España, Francia, Italia, Austria, Suiza, Alemania, Países Bajos. Entre El animalero y Testimonio de un indio kiché, escribió 42 libros, entre poesía, cuento, ensayo y antologías; su obra ha sido traducida y publicada en más de 20 idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, portugués, hebreo, árabe, escocés, húngaro, estonio. Considerado “el poeta maya más conocido en América y Europa”, así como “el poeta grande de Guatemala”.
ÁRBOL
Libro verde
árbol poeta
¡cuánta poesía en tus hojas!
Quien quiera
que se pose en tus ramas
se vuelve cantor.
De niño, el poeta maya kiché Humberto Ak´abal, para empezar a instruirse, leía todo lo que encontraba: trozos de libros viejos tirados en el basurero, hojas sueltas de periódicos sucios, novelas de Zolá y Tolstoi encerradas por su abuelo en una caja con llave “por temor a que las letras pudieran hechizar a quien pudiera descifrarlas”.
Lejos estaba dejar volar la imaginación para verse como el Gran Poeta Maya en América y Europa en la época contemporánea, en pleno siglo Veintiuno. Entonces, en su natal Momostenango, Totonicapán, Guatemala, nadie creyó en su espiritualidad creativa para lograr trasladar al papel sus pensamientos poéticos. Como en El animalero:
LLUVIA
EN HILITOS DE AGUA
SE DESMADEJAN LAS NUBES
Y SE HARTAN DE TIERRA.
¡QUÉ FRESCO VERDOR DE CAMPOS!
JUEGA LA LLUVIA
CHAPOTEANDO ENTRE EL LODO.
LA TIERRA HUELE.
Y LOS PÁJAROS
DEJAN VOLAR SUS CANTOS.
Empezó a escribir sus poesías con su propia cosmovisión como maya kiché, con sus valores apegados a la espiritualidad, comunidad y sagrado respeto por la Madre Tierra. De tal forma, sus creaciones eran pensadas en su idioma materno, y luego él mismo, como buen bilingüe, las traducía al castellano.
CENIZA
Y TODO SE CONSUMIÓ.
LA CENIZA AÚN QUEMA,
EL VIENTO LLORA,
BUSCA,
SABE QUE ALLÍ HUBO UNA HOGUERA…
La obra de Ak´abal brilla porque de su poesía “mana la conciencia indígena: idioma, espiritualidad, grandeza, música, canto, y la conciencia de los nuevos países que desde hace 500 años en unas partes se llaman Chile, Bolivia y Perú, pero en otras, México o Guatemala”, como dijera el prestigiado lingüista mejicano Carlos Montemayor (+).
PARAÍSO
AQUÍ ERA EL PARAISO.
MAÍZ, TRIGO, FRIJOL,
NO HABÍA FRUTO PROHIBIDO,
LAS CULEBRAS ERAN MUDAS.
JE´LIKCH´ Y KOWILAJCHE´
HACÍAN EL AMOR SOBRE LA HIERBA
Y SE CUBRÍAN CON EL CIELO.
HASTA QUE HABLARON LAS SERPIENTES:
PROHIBIERON LOS FRUTOS
Y SE REPARTIERON ENTRE SÍ
EL PARAÍSO.
Lo atestigua otro crítico de arte, Antonio Gamoneda: “Quedo seriamente impresionado de la poesía de Ak´abal, por su esencial sencillez, la elementalidad sagrada en que palpitan las palabras que revelan los hechos, las cosas los seres naturales”.
Y lo confirma Miguel Rojas Mix: “Humberto Ak´abal canta como los pájaros, habla maya kichjé, y piensa como desearíamos pensara la mayoría de los hombres”.
EL BARQUITO
LA TARDE NO SE QUERÍA IR,
TODO ERA AGUA, AGUA, AGUA.
-EL NIÑO REÍA-
SOLTÓ EL BARCO DE VELA,
DE SU BOCA BROTÓ EL VIENTO
Y COMENZÓ A NAVEGAR.
SE IBA, SE IBA, SE IBA,
SUS OJITOS DETRÁS DEL BARCO
Y ÉL, DENTRO,
SOÑANDO, CANTANDO
HASTA QUE SE HUNDIÓ…
UNA HOJA MÁS DEL CUADERNO
Y CONTINUÓ SU VIAJE
EN OTRO BARQUITO DE PAPEL.
Comenzó publicando sus creaciones en periódicos y revistas, primero de Guatemala, y posteriormente en Centroamérica, Méjico, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Brasil, España, Francia, Italia, Austria, Suiza, Alemania Países Bajos.
Pensamiento, estilo y calidad se muestran en sus primeras obras publicadas. El Animalero, me suena a nuevo texto clásico, a Ismachi´; en Bigotes, media un torrente de genio poético regando su obra:
ESA TARDE
UNA TARDE ME LLAMÓ:
SUS OJOS ERAN MÁS GRANDES,
SU MIRADA PARECÍA RECOGER
LO QUE DESEABA LLEVARSE.
SU VOZ DE TEJEDOR,
DE VENDEDOR DE MISERIAS,
COLÉRICA Y TRISTE:
ERA YA UNA VOZ LEJANA.
ÉL HABÍA CAMINADO YA UN POCO.
-YO EMPEZABA EL CAMINO-
CORRÍA DETRÁS DE SUS PASOS
CON UN TANATÍO
EL TAMAÑO DE MIS FUERZAS.
Y ESA TARDE
¡ESA TARDE!
CAMINO AL CEMENTERIO
LLORÉ.
VOLVÍ SOLO
Y ME HICE HOMBRE
El animalero / Guardián de la caída del agua / Hojas del árbol pajarero / Lluvia de luna en la cepresalada / Hojas sol hojas / Retoño Salvaje / Desnuda como la primera vez / Con los ojos después del mar / Gaviota y sueño: Venecia es un barco de piedra / Ovillo de seda…
Corazón de Toro / Detrás de las golondrinas/ Oscureciendo / Remiendo de media luna / Grito / La danza del espanto / Las palabras crecen / Solitud / Cuando las piedras hablan / Las caras del tiempo / Bigotes son sus obras poéticas.
También escribió cuentos: Grito en la sombra / De este lado del puente / El animal de humo / Los héroes gemelos contra tres gigantes. Y ensayos literarios: Las ceremonias mayas; La cruz maya. Cosmogonía / El retorno del 8 mono / Paráfrasis del Popol Wuj / Testimonio de un indio kiché.
Sin puertas
Nuestra casa no tenía puertas,
como no teníamos nada,
no necesitábamos trancas,
a ella sólo entraba el frío y nosotros.
Con el permanente trabajo creador, empezaron a llegar las traducciones y publicaciones en otros países. Primero de Sudamérica, y luego de países europeos, en inglés, francés, alemán, italiano, portugués, escocés, hebreo, árabe, húngaro y estonio, lo cual lo convierte en el poeta maya publicado en más de 20 idiomas.
La cuerda del silencio
De este lado estaba el espanto
y del otro lado nosotros.
La cuerda del silencio
estaba tan tilinte
que de un momento a otro
se rompería en un grito.
Era de noche,
y la vela ya se había consumido.
No sé de dónde sacamos fuerzas
para no soltar el grito.
El espanto se dio por vencido:
se aflojó la cuerda
¡y desapareció!
Reconocimientos en su natal Guatemala, en países de Latinoamérica, o en Europa: Quetzal de Oro APG 1993, por la Asociación de Periodistas de Guatemala; Diploma Emeritissimun, de la Facultad de Humanidades, de la Universidad de San Carlos, de Guatemala (1995); Premio Internacional de Poesía Blaisse Sendrars, de Neuchatel, Suiza (1997); Premio Continental “Canto de América”, UNESCO, México (1998); Premio Internacional de Poesía “Pier Paolo Passolini”, en Italia (2004); Condecorado “Caballero de la Orden de las Artes y las Letras”, por el Ministerio de Cultura de Francia (2005); beca “John Simon Guggenhein”, en Nueva York, Estados Unidos (2006); en 2010, le fue dedicada la Feria del Libro de Le Mans, capital de Sarthe, Francia; su poema Koyopa Oxlajuj Baqtun fue musicalizado por el artista inglés Jan Vriend, y ejecutado y cantado por la Orquesta Sinfónica y coros de Radio Nederland, Holanda (2012).
El toquido
Si de noche alguien tocaba la puerta
mamá escuchaba atenta:
-Ese toquido no es de gente.
– ¿Cómo lo sabe?, preguntábamos.
Cuando es de gente,
el eco del toque es caliente;
cuando no, el toque es frío y no tiene eco.
– ¿Y ese toquido de quién será?
-De alguien que acaba de morir,
y sólo ha venido a despedirse…
Finalmente, emulando la dignidad y consecuencia entre palabras y hechos del filósofo Jean Paul Sartre al no aceptar el Premio Nobel de Literatura por un sistema en el cual no creía, el maestro Ak´abal rechazó el Premio de Literatura de Guatemala “Miguel Ángel Asturias” porque este escritor criollo era racista.
Hoy le llaman “el poeta maya más conocido en América y Europa”, así como “el poeta grande de Guatemala”.
Edgar Rodríguez Cimé