Pocos dibujantes lograron destacar a un nivel tan elevado en la historia del cómic como el maestro Harold Foster, un artista poseedor de tal calidad que por años fue considerado como el ‘príncipe de los dibujantes’ por esa capacidad de imprimir una vitalidad increíble en sus viñetas.
Su talento le permitía ser efectivo en cualquier género del cómic, ya fuera en las ilustraciones de las aventuras de Tarzán, o las del Rey Arturo y sus caballeros cabalgando por las leyendas de una Europa mítica.
Nacido en Halifax, Nueva Escocia, Canadá, un 16 de agosto de 1892, contando con 14 años junto con su familia se mudó a Winnipeg, donde el contacto con la naturaleza tuvo un fuerte impacto en su vida. Para 1910 había abandonado los estudios, realizando diversos trabajos, hasta que logró cierta estabilidad como ilustrador de catálogos.
Fue hasta 1922, al mudarse a los Estados Unidos, concretamente a Chicago, que comenzó a estudiar dibujo, destacando desde el principio. Al finalizar sus estudios, se mudó a Detroit para trabajar en una importante agencia, la Campbell-Ewald, que adquirió los derechos del personaje de Tarzán de su autor, Edgar Rice Burroughs, siendo Hal el encargado de efectuar la adaptación al cómic de las aventuras del Rey de la Selva, que comenzaron a publicarse en periódicos en 1929.
Para 1930, la agencia Campbell-Ewald fue absorbida por la United Feature Syndicate, siendo Foster el encargado de continuar la saga de Tarzán, definiendo la apariencia física del personaje, definiendo su iconografía actual.
Lo mejor vendría con un personaje de su propia creación: El Príncipe Valiente, uno de los más significativos de la historia del cómic, rechazado por la United Feature, fue aceptada por King Features Syndicate, que incluso cedió la propiedad del personaje al artista. Esta, que es considerada la obra cumbre de Harold Foster, llegó a nuestro país a través de la empresa mexicana Editorial Novaro, aunque no tuvieron gran repercusión por lo que, si deseabas continuar coleccionando las novelas gráficas, debías conseguir las publicaciones de Editorial Dólar, o los tomos lanzados en los años 70 por Buru Lan; incluso existió una edición en blanco y negro lanzada en los 80 por Editorial B.O., pero la colección más buscada es la lanzada por Ediciones B, aunque por costo es prácticamente inaccesible.
Editorial Dolmen ha sido la empresa que ha lanzado la versión definitiva con increíbles tomos que reviven tanto las aventuras del Tarzán dibujado por Foster, como del Príncipe Valiente, aunque su costo es elevadísimo. Quien tenga el suficiente dinero para adquirirlos debe hacerlo, pues lo consideraría una inversión, dada la calidad del trazo de este gran maestro.
Hal Foster desarrolló dos proyectos paralelos: la adaptación en forma de cómic del libro The Song of Bernadette y la creación de unas tiras que sirven de complemento a las hazañas de Val: The Medieval Castle. También elabora las ilustraciones del libro The Young Knight. Abandonó definitivamente la realización de El Príncipe Valiente el 10 de febrero de 1980, dos años antes de su sentido deceso.
RICARDO PAT