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Golpe de calor en perros y gatos

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Mascotas

Con el cambio climático, las temperaturas son más intensas, lo cual conlleva a que sean más frecuentes los golpes de calor. Un golpe de calor es algo muy serio. Tan es así, que la subida excesiva de la temperatura corporal puede producir daños irreparables en el organismo, e incluso la muerte.

Siendo peligroso tanto para las personas como para los perros y los gatos., puede ser aún más letal para estas mascotas porque, a diferencia de nosotros, ellas no sudan, no pueden regular su temperatura corporal mediante el sudor, debido a que no tienen glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo. El golpe de calor se da cuando la temperatura corporal aumenta hasta tal punto que el animal puede sufrir daños. Estos daños pueden ser desde lesiones leves hasta, en el peor de los casos, la muerte del gato o perro.

Los golpes de calor —hipertermia— afectan más a los perros mayores, a los más jóvenes, y a los canes que ya de por sí tienen más problemas de respiración, los que son de cráneo chato (braquicéfalos): Bulldog inglés y Bulldog Francés, Carlino, Bóxer, Pequinés. Los perros de pelo oscuro tienen más riesgo de sufrir hipertermia que los de pelo claro, el negro absorbe más el calor.

Si, además, tu perro tiene alguna cardiopatía, es primordial cuidarle y evitar riesgos porque suelen pegar el bajón con el calor intenso y, si su pronóstico es regular, el resultado será aún más grave, si no fatal.

Los perros eliminan el calor de varias formas: jadeando (a través de la respiración), sudando (a diferencia de los humanos, que sudamos por todo el cuerpo, ellos sólo lo hacen a través de las almohadillas de las patas) y a través de zonas de poco pelo como la barriga (cuando se tumban en superficies frescas es precisamente para liberar calor por conducción).

Debido a la radiación, así como en los humanos, los perros también tienen mayor probabilidad de contraer cáncer de piel, en especial los perros y gatos de color blanco. Evita los paseos entre las 10 de mañana y las 4 de la tarde, pues a esa hora la radiación del sol se encuentra en su punto máximo. Elige mejor los paseos más temprano, cuando aún no es tan caluroso el ambiente, y en la noche.

Los primeros síntomas no graves son: mareo, mucho jadeo, debilidad, apatía., vómitos, encías rojas y brillantes, boca abierta salivación espesa, convulsiones. A partir de ahí, los síntomas graves son shock y desmayo, esto en los perros.

Procura mantener a tu perro o gato en un lugar fresco, donde tenga acceso a agua todo el tiempo. Tampoco los dejes en la casa todo el tiempo con las ventanas cerradas.

Los gatos son más sensibles al calor que nosotros, los humanos. El gato dispone de mecanismos termorreguladores para mantener una temperatura saludable (por ejemplo, con la saliva al lamerse). Pero, al contrario de las personas, los gatos no sudan y es más difícil que soporten cambios fuertes de temperatura.

Cuando hace mucho calor, el gato puede acabar con sus reservas de azúcar y sales minerales, provocando así un colapso interno (golpe de calor). Si éste es fuerte, el gato puede morir en menos de 15 minutos.

La falta de agua, la carencia de sombra y los suelos que retienen calor (como los de cemento) pueden empeorar la situación. Si, además, el espacio en el que está es reducido o está mal ventilado, el golpe de calor puede ser fácilmente mortal. Por ello es importante que, si hace mucho calor, no dejes al gato ni 5 minutos encerrado en un coche, el trasportín, un balcón cerrado.

Aunque se podría decir que todos los gatos pueden sufrir un golpe de calor, ciertas características hacen que tenga aún más posibilidades:

  • La edad es un factor influyente en los golpes de calor: los cachorros y los gatos más longevos son más propensos a sufrirlo.
  • Las enfermedades: si el gato está débil por alguna enfermedad (insuficiencia cardíaca o respiratoria, estrés, etc.) tendrá más posibilidades de sufrir un golpe de calor.
  • La actividad del gato también puede ser un condicionante: un gato que hace mucho ejercicio aumentará más su temperatura.
  • Los gatos con la cara chata, como el gato persa, tienen también más tendencia a sufrir estos colapsos.
  • El color del gato: Como el negro retiene más el calor, el gato de color negro tiene más propensión a sufrir un golpe de calor.
  • El peso del gato, especialmente relevante en gatos obesos.

Síntomas de un golpe de calor

  • El gato presenta una actitud perezosa y sin ganas de moverse (esto es conocido como astenia)
  • La respiración del gato es rápida y/o le cuesta respirar.
  • El gato sufre temblores musculares y/o vómitos.
  • Las mucosas de sus encías cambian de color (normalmente a azul).
  • La piel puede azularse por la falta de oxígeno en la sangre (esto es conocido como cianosis).
  • Pueden aparecer manchas de sangre en la piel (conocidas como petequias).
  • El gato sufre un aumento del ritmo cardíaco.

El gato puede presentar uno o varios síntomas, por lo que conviene actuar al mínimo detalle para evitar que el daño sea irreversible.

He aquí algunos consejos para evitar la hipertermia:

  • Nunca, nunca dejes a tu perro o gato solo dentro de un coche, mucho menos en la cajuela, pues estos sitios pueden llegar a alcanzar una temperatura de hasta 70 grados, básicamente un horno; su temperatura incrementa rápidamente, hasta alcanzar los 40 a 42 grados, cuando lo normal es de 37 a 39 grados. Podrían morir en menos de una hora. Si los humanos no pueden viajar en la cajuela, tampoco los perros y gatos, o en cualquier espacio reducido, ni aún con las ventanas abiertas, ya que puede escapar y perderse. El estrés que le puede producir estar solo es un factor de riesgo añadido.
  • Asegúrate que siempre tenga agua fresca limpia, que pueda estar en la sombra y que tenga algún sitio fresco para tumbarse.
  • No lo saques a la calle y, desde luego, no le hagas correr o hacer ejercicio durante las horas de más calor. Andar por el asfalto cuando está muy caliente le puede causar quemaduras en las almohadillas.
  • Intenta darle de comer cuando hayan pasado las horas de más calor.
  • Si es de pelo claro, ten en cuenta que su nariz y ciertas zonas de su cuerpo (orejas, donde no tenga pelo, etc.) se pueden quemar con el sol, igual que nos pasa a nosotros; le puedes poner protector solar.
  • Evita los paseos en las horas centrales del día. Si tiene que salir a hacer sus necesidades, sácalo, pero solo para eso y vuelta a casa. El paseo largo no debe hacerse en ese momento.
  • No le dejes estar al sol mucho tiempo. Es posible que salga a tomar el sol para sintetizar la vitamina D, pero debemos estar vigilantes y moverlo al poco rato.
  • Los perros y gatos no deben de usar ropa en tiempos de calor, pues esto provoca que su temperatura aumente. Mucho menos colocarle zapatos, pues mediante los cojinetes de sus patas es como “sudan”. Si tienen bloqueadas sus patitas, evitarás que tu peludo se refresque.
  • No cortes su pelo. Podría parecer razonable que entre más pelo tengan más calor les da, y que raparlos o cortarle el cabello ayudaría a que se mantengan más frescos; pero no es así. Está comprobado científicamente a través de estudios termográficos que un perro de pelo largo tiene una temperatura más baja que uno que está rapado, inclusive en la misma raza.
  • Mantén su esquema de vacunas y desparasitación en forma completa. Durante tiempos de calor las mascotas son más susceptibles a contraer parásitos y enfermedades virales. Por ello es necesario tener su esquema de vacunas y desparasitación en forma, para evitar que tu compañero enferme.

Si no tienes tiempo de ir a urgencias de inmediato, estos consejos pueden ser muy útiles en un primer momento. Pero si crees que tu perro o gato ha tenido un golpe de calor, debes acudir al veterinario cuanto antes.

  • Lo más importante es enfriar al perro o gato para que su temperatura baje a 39ºC
  • Si estaba en un coche o en algún lugar cerrado donde la temperatura es elevada, traslada a tu can o gato en brazos lo antes posible a una zona donde haga menos calor, a la sombra.
  • Mójale con agua fresca, nunca con agua helada. Puedes refrescarle pasando toallas húmedas por los pies, por el cuerpo, por el cuello, en torno a la cabeza… Pero no le cubras por completo con ellas.
  • Abanícale.
  • Humedécele la boca, pero no le fuerces a beber.
  • Pasa un cubito de hielo por sus axilas, En caso de que necesitemos acelerar la bajada de la temperatura, podemos ayudar con un ventilador o colocando cubitos de hielo en nariz, axilas, ingles, nuca y por los laterales del cuello.
  • Masajea la parte inferior de las extremidades para favorecer la circulación.

Cuando hayas conseguido estabilizar al perro o gato, llévalo al veterinario para que revise que todo está bien y que el golpe de calor no ha causado secuelas.

Ellos son nuestra responsabilidad, en nuestras manos está su vida. Cuidémoslos. Seamos DUEÑOS RESPONSABLES.

Dra. Carmen Báez Ruiz

drabaez1@hotmail.es

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