Inicio Portada Golpe de calor en perros

Golpe de calor en perros

14
0

Mascotas

Causa de enfermedad y muerte

Las altas temperaturas son el mayor factor de riesgo que puede ocasionar un golpe de calor en perros. Sin embargo, no es el único, ya que la humedad ambiental también puede dificultar la respiración y transpiración debido a la complicación para eliminar el vapor del agua que el organismo genera en dicha situación.

A diferencia de los humanos, los perros no transpiran mediante todo el cuerpo, sino que regulan el exceso de calor por algunas partes como la boca —mediante el jadeo—, por las orejas, la cara, o sudando a través de las almohadillas. Tampoco pueden bajar la ventanilla del coche para que les entre el aire, ni abanicarse, o decir que tienen calor. Pensamos que solo es el calor ¡pero no! La suma de calor y un alto porcentaje de humedad ambiental es sumamente peligrosa; ésta última impide que nuestro can respire correctamente.

Los espacios reducidos con poca ventilación o cerrados también pueden ser un factor de riesgo. Contar con poca agua, la ausencia de lugares con sombra o tener un suelo que transmite calor (como el cemento) también puede influenciar gravemente en la aparición de un golpe de calor. Si nuestro animal está en el exterior, tendremos que garantizar que tenga un espacio de sombra, y también tener agua fresca a su disposición en todo momento.

Los síntomas del golpe de calor suelen ir acompañado de síntomas como tambaleo, alteración en la salivación, respiración rápida y forzada, dificultad para moverse y lengua azul. Estos síntomas pueden presentarse de manera individual, de forma temporal o permanentemente. Un golpe de calor en un perro es, básicamente, una pérdida importante de azúcares y sales en su organismo. Como consecuencia directa de ello, es probable que nuestro perro no se mueva como es habitual o que, al incorporarse, esté inestable o tiemble.

Si tu animal desafortunadamente presenta síntomas de golpe de calor, lo principal es lograr que la temperatura corporal del perro vaya bajando poco a poco, ¡nunca de golpe! Para ello, te recomendamos ir mojando al animal poco a poco con agua templada, y proporcionarle agua fresca para que pueda beber en pequeñas cantidades.

Evitar un golpe de calor en perros es posible si se tiene en cuenta una serie de consejos y recomendaciones como:

  • Dar de comer en las horas donde el calor sea menor, a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde.
  • Sacarlo a pasear en horas que no sean muy calurosas.
  • Si es imposible evitar la franja de máximo calor, intenta que el paseo sea breve o por la sombra.
  • Dejarlo en zonas frescas y ventiladas.
  • Proporcionar siempre agua fresca y limpia.
  • Nunca dejarlos encerrados en un carro, que es una negligencia de consecuencias letales. Dejar a una mascota en el interior del coche puede provocarle la muerte; ten en cuenta que en tan solo media hora la temperatura del interior del vehículo puede aumentar 20° sobre la del exterior, lo que supone dejar al animal prácticamente en un horno.
  • Perros de pelo corto son los más vulnerables. ¡Ojo con estos canes! Tener el pelo corto no significa que estén más fresquitos; precisamente, las razas de pelo corto son las que corren más riesgo ante las temperaturas extremas y son con las que hay que tener más precauciones. Curiosamente, el pelo largo es un buen aislante, tanto para el frío como para el calor.
  • Cachorros y perros ancianos. En días sofocantes, los canes de estas edades suelen acusar el calor de manera especial; en casa, es buena idea poner toallas húmedas sobre el suelo, donde puedan descansar; sin olvidar bajar las persianas y abrir las ventanas para que pase el aire, pero no entre el sol.

Si tu perro ha sufrido un golpe de calor, puede que en un medio o largo plazo experimente algún tipo de consecuencias o secuelas como problemas vasculares, hemorragias, dificultades respiratorias, problemas neurológicos o edemas cerebrales. Los problemas secundarios que un golpe de calor puede ocasionar son alteraciones vasculares, renales, neurológicas, cardiacas, hepáticas o infecciones sistémicas.

Llama a un veterinario para informarle de lo sucedido a tu animal, para avisar que vas en camino hacia su clínica. El punto de partida es tratar de estabilizar a nuestro animal, algo que podemos conseguir colocándolo en un lugar fresco y ayudándole a reponer la hidratación. Le ofreceremos agua fresca sin obligarle a beberla y sin permitirle que lo haga rápidamente, ya que puede provocarle vómitos.

Solo un profesional podrá evaluar el impacto que ese aumento de temperatura ha tenido en nuestro animal. Un aumento de la temperatura puede provocar fallos orgánicos importantes y daños irreversibles en riñones, pulmones y corazón. Un buen motivo para que dejemos en manos de un facultativo hacerle un chequeo a nuestro animal y descartar cualquier complicación.

Dra. Carmen Báez Ruiz.

drabaez1@hotmail.es

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.