Letras
Eucario Villamil
(A una ex-novia de Pablo Peniche)
¡Amor no quiero como tú me amas,
sorda a los ayes, insensible al ruego!
Quiero de mirtos coronar con ramas
un corazón que me idolatre ciego.
¡Quiero abrazar una mujer en llamas,
quiero besar una mujer de fuego!
Fingióse ardiente el pensamiento mío
que era tu corazón volcán de llamas,
y hoy al verlo latir marchito, frío,
grita mi corazón lleno de hastío:
¡Amor no quiero como tú me amas!
De qué sirve tu amor, mujer hermosa,
si cuando ardiendo ante tu planta llego,
no me ves con mirada cariñosa
y permaneces muda, silenciosa,
¡sorda a los ayes, insensible al ruego!
¡Basta de amor así! Brota torrente
que en lo interior del corazón te inflamas;
de una mujer ideal, mujer ardiente,
la soberana y atrevida frente
quiero de mirtos coronar con ramas.
Y no quiero ese amor que meditado
por la fría razón, apaga el fuego
del corazón que late enamorado;
yo busco en mi delirio arrebatado
un corazón que me idolatre ciego.
Si una mujer de llamas es la vida
para poder amar, como tú amas
en estatua de nieve convertida,
yo con el alma ardiendo, estremecida,
¡quiero abrazar una mujer en llamas!
Si una mujer de fuego es quien provoca
a idolatrarla delirante y ciego,
con la inmensa pasión de mi alma loca,
yo, aunque muera al contacto de su boca,
¡quiero besar una mujer de fuego!
Si existe una mujer en cuyos ojos
brille devorador el rayo ardiente,
que palpitando entre sus labios rojos
sienta besos de amor eternamente,
y cuya sangre al corazón dé vida
al calor de sus besos encendida;
quiero de mirtos coronar con ramas
su corazón si me idolatra ciego.
¡Quiero abrazar esa mujer de llamas!
¡Quiero besar esa mujer de fuego!
Pimienta y Mostaza. Espectáculos, Literatura y Variedades. Mérida, época I, núm. 8, 11 de septiembre de 1892, p. 6.
[Compilación y transcripción de José Juan Cervera Fernández]