Editorial
Por estos días de marzo está efectuándose en Mérida la Feria Internacional de la Lectura en el Estado de Yucatán (FILEY), un evento cultural de gran trascendencia que reúne miles de obras impresas de centenares de autores consagrados, de novelas cuya lectura nos permite acceder al interesante campo del conocimiento humano. La obra de los grandes autores históricos, a través del devenir de la humanidad, está recabado en ediciones impresas o grabadas para divulgar su pensamiento.
El Centro de Convenciones Siglo XXI ha sido de nuevo el sitio adecuado para el disfrute de un creciente público.
Aparadores, anaqueles, exhibidores, facilitan a los miles de asistentes cotidianos el disfrute visual que las decenas de miles de ejemplares impresos ofrecen. Coloridas portadas, atraen la atención visual.
Cada ejemplar exhibido es una obra de arte, una hermosa pieza de colección. No se crea que la adquisición de libros solo está al alcance de los poseedores de grandes fortunas. Quienes pensamos que lo importante en un libro es su contenido, el mensaje de su autor, el disfrute de la palabra escrita o la imagen captada o elaborada con preciosismo, agradecemos la oportunidad de por lo menos tener en las manos el valioso ejemplar impreso, ante nuestra cercana y exigente mirada, aunque distante de nuestros recursos suficientes para su adquisición.
La sola cubierta de cada libro constituye una grata tarea de disfrute visual y anímico. Hay centenares de ejemplares a la vista y tacto del viajero ferial que recorre los puestos y pasillos.
Se trata de un evento anual que la comunidad lectora estima y agradece.
Por ello nuestra recomendación: acuda a la FILEY, trasládese como le sea más cómodo hacerlo; aún queda tiempo para disfrutar de esta muy grata experiencia.
Los libros nos esperan. Vayamos a conocerlos y, claro, a adquirirlos.
¡FILEY, allá vamos!