EN EL GRAN TEATRO DE LA HABANA “FEDERICO GARCÍA LORCA”, HOY ALICIA ALONZO
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Félix Guerrero, director de orquesta y compositor. Nació en La Habana, el 13 de enero de 1917. Comenzó estudios musicales con su padre el guitarrista y pedagogo Félix Guerrero Reina, y luego estudió piano, composición y armonía con Roín Isidro Ragrena, Amadeo, César Pérez Sentenat y Manuel Mauri en el Conservatorio director de orquesta y compositor. Sus estudios los continuó en 1937 en el Julied School of Music en Nueva York, School of América Arts en Fontainebleu y en 1952 en el Conservatoire de Paris con los maestros Nadia Boulanger, Georges Enescu, Eugene Bigol, y Morell Dupresen,. Dedicando por años a la dirección de orquestas en radio, televisión y teatros.
Sus obligaciones como director musical lo pusieron al frente de la Filarmónica de Leningrado, la Orquesta de la Ópera de Praga, la Orquesta de la Ópera de Bratislava, la Orquesta del Ministerio del Interior de Hungría, así como la Orquesta de la Radio y Televisión.
Dentro de sus estudiantes se encuentran notables músicos tales como Paquito de Rivera, el compositor Arturo Chiro Ofarrel, el guitarrista Joaquín Ckech, y la directora Elena Herrera. Fue profesor en el Conservatorio García Caturla. Dirigió la Orquesta de Teatro de Ballet y Ópera, se destacó como docente en el Instituto Superior de Arte de La Habana. Como compositor escribió para orquesta, piano y mayormente para teatro y cine.
Félix Guerrero me brindó su amistad, acogiéndome en su domicilio de Marianao en el año de 1991, cuando nos conocimos en su hogar. Ahí conocí a los padres de su esposa y a su esposa, la soprano Lucy Provedo, con quien mantengo comunicación a través del Diario del Sureste en su nuevo hogar en Florida, en los Estados Unidos.
La amistad continúa sin Félix y sin los padres de Lucy, a quienes quise lo suficiente mientras vivieron. Los guardo en mi pensamiento personal y periodístico de todo lo que he vivido en Cuba y en otros países. Para mí Cuba ha sido siempre mi segunda Patria, ligada a la Cultura y las Artes.
En el año 1961 el teatro Payret acogió una temporada de Zarzuelas que se hizo a manera experimental, pero con la secreta aspiración de que se pudiera constituir una compañía de teatro lírico, que tenía muy buena tradición en este país. Para este empeño se le confió al maestro Félix Guerrero formar una nueva orquesta para dicho tipo de teatro, cosa que logró hasta completar una orquesta de 35 profesores, ocupando el cargo de director titular de la llamada Orquesta Sinfónica de Teatro. El gran animador de la zarzuela española era Antonio Palacios y la gran figura para las dos obras inaugurales, Rosita Fornés. La temporada incluyó “La Verbena de la Paloma”, “La Revoltosa”, “Doña Francisquita” y cerraba con una zarzuela cubana: “Cecilia Valdés”, dirigida por el maestro Gonzalo Roig, quien añadió en esa ocasión el área “Rosada quimera”. La Cecilia Valdés corrió a cargo de dos sopranos, una de ellas, Gladys Puig. Las funciones tuvieron tal éxito que había que cubrir los pasillos del teatro con sillas de tijeras para intentar acomodar a todo el público posible, a pesar de lo cual mucha gente se quedaba sin poder entrar. Quedó para el futuro llevar a escena zarzuelas de Ernesto Lecuona y de Rodrigo Prats.
Poco tiempo después, el 11 de noviembre de 1962, al fundarse oficialmente el Teatro Lírico Nacional de Cuba el maestro Guerrero fue uno de los directores del mismo. Inmediatamente acometió un arduo e intensivo trabajo que permitió que apenas unos días más tarde subiera a la escena del Teatro García Lorca la zarzuela española Luisa Fernanda de Moreno Torroba, bajo la batuta del maestro Guerrero y de Miguel de Grandy e interpretada por el grupo de artistas fundadores de la agrupación, entre los que se encontraban Rosita Fornés, Alba Marina, Armando Bianchi, Ángel Menéndez, Ramón Chávez, Ramón Zamorano, Amparo Jordán, Alberto Palanca, María Remolá, Gladys Puig y Olguita Díaz entre muchos otros.
Tuve la suerte, en 1993 y 1997, de estar en las semanas de la zarzuela, y otros años después en la semana de Ópera en La Habana. A la Semana de la Ópera en La Habana asistí de casualidad, pues mi visita era para ir a Guantánamo al Festival Internacional “Cantares de América”, como mantenedor poético. Decidí quedarme en La Habana y disfrutar de la Semana de Ópera en el “García Lorca”. El maestro Guerrero dirigió la filarmónica en Rigoletto y La Traviata con la soprano María Esther Pérez, que nos visitó en Mérida, actuando en el teatro “Peón Contreras” y en la casa de Noemí García Palmerín, en una inolvidable noche con los “Amigos del Canto”. Regresando a esa semana, para esas funciones me trasladé desde mi domicilio en Paseo y 15 de El Vedado, recogiéndome el matrimonio Guerrero-Provedo de mi casa para invitarme a cenar a la «Bodeguita del Medio”, cercano a la catedral, después de la función.
Más tarde Guerrero asumió la dirección general de la agrupación y desempeñándose en ese cargo supervisó y revisó todos los títulos que se fueron montando como parte del repertorio de la compañía. Entre ellos se destacan las diferentes puestas de Cecilia Valdés, de Roig: Inicialmente las dirigidas por Modesto Centeno (1969), así como las de Aldo Lario realizadas en 1974, — montaje que dio a conocer este título en Europa Central— y las de Roberto Blanco en 1978, (para la que realizó una nueva orquestación).
Años después Cecilia Valdés es también llevada a México, esta vez con un nuevo montaje realizado por Juan R. Amán, el que se presentó en el Festival Cervantino de Guanajuato, y que fue protagonizada por Alina Sánchez, María Eugenia Barrios, Adolfo Casas, Jesús Li y también estuvo bajo la batuta del maestro Guerrero y del maestro Roberto Sánchez Ferrer. La obra se presentó además en escenarios mexicanos de tanto prestigio como el Palacio de las Bellas Artes, del Distrito Federal, ahora Ciudad de México.
El maestro también estrenó las óperas cubanas Los días llenos, de Natalio Galán y Antón Arrufat (1962) y Soyán, de Jorge Berroa (1980). También tuvo a su cargo el rescate de La esclava, de José Mauri, en 1978 y también dirigió el primer registro sonoro integral de Cecilia Valdés, realizado en el año 1990. A su trabajo como compositor se le deben varias piezas de carácter sinfónico muy valoradas por los especialistas.
El maestro Félix Guerrero murió en su ciudad natal el día 21 de diciembre de 2001.
El Maestro Félix Guerrero, en su juventud.
Va mi agradecimiento y constancia de los momentos gratos que pasé en Marianao en el hogar de estos excelentes músicos y mejores personas que han pasado a un nuevo Plano Astral.
Gracias a Lucy, que sobrevive, ahora en los Estados Unidos como maestra de canto y promotora cultural de la Música Cubana junto al musicólogo José Ruiz Elcoro. Ambos trabajan para varias Universidades de Estados Unidos, residiendo en Miami, y continuamos enlazados por el Diario del Sureste.
Fuentes
