Bajo el cielo de Los Andes
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Evoco el bambuco colombiano y regreso a suelo peninsular yucateco, después de haber resaltado la vida de Ricardo Palmerín, en mi columna anterior. Me posiciono en el suelo del padre del bambuco yucateco para decir que hoy el único trovador que conozco es el compositor Felipe García Vargas, a quien conocí en una descarga bohemia en el hogar del pintor Rafael De Pau Canto y Beatriz Heredia Morales, quienes identificaron a Felipe como el hijo varón que no tuvieron. En ese hogar conocí a Felipe García como trovador y compositor de algunas canciones, en especial de bambucos. De eso ha más seis lustros, pero mi amistad con Felipe y familia se mantiene viva hasta la fecha.
Felipe García nació en esta ciudad meridana el 21 de mayo de 1967. Siendo menor que yo por 31 años, esa diferencia de edades nunca fue obstáculo entre ese profesional de la música y el que escribe; él me daba espacio en los noticieros del canal 13 de la televisión local, donde promoví semanalmente mi programa “Charlas de Café”, y en esta promoción de algunos programas culturales y como responsable del área de producción televisiva estaba Felipe.
Lo invité en varias ocasiones a engalanar nuestro programa cultural de los viernes en la Sala de Arte del Teatro Mérida, después Armando Manzanero; viajamos en algunas ocasiones a diversas poblaciones del interior del estado a dar conferencias sobre temáticas musicales, y otras a celebrar a grandes artistas, como a Palmerín en Tekax, o al Vate López Méndez en Izamal, por citar a algunos.
Felipe, siempre humilde y consciente de lo que hacía musicalmente, formó un grupo musical, grabó discos y viajó con su guitarra a la zona andina de Colombia, para testimoniar que “Pelón y Marín», y después “Wills y Escobar” trajeron el bambuco a Yucatán.
Palmerín y Felipe García en un antes y un después también llenaron de gloria el bambuco romántico yucateco. Felipe lo demostró en su gira y participación en Colombia, donde representó a México, ganando el XXV Festival Internacional del Bambuco, emprendiendo gira por diferentes ciudades colombianas, como invitado especial de México, en toda la sierra andina.
Felipe García siendo pequeño se comenzó a interesar en la música. Mientras cursaba la educación media superior, el profesor Cesáreo Chan Sabido -los acercamientos de la vida: fui parte del Coro Sinfónico Magisterial del maestro Cesareo Chan Blanco, padre del maestro Chan Sabido– lo introduce al mundo mágico sonoro de la Trova Yucateca. Autodidacta en el medio de la composición musical, recibió consejos del desaparecido trovador y Compositor Pastor Cervera Rosado. Acudió por espacio de dos años al Centro de Educación Musical José Jacinto Cuevas, sitio donde perfecciona su conocimiento de la guitarra. Así mismo, toma clases de Lengua Maya para promover ese idioma en sus presentaciones artísticas.
Es el creador del Programa Televisivo «Tierras de Trova», desde el cual se impulsaba a los Tríos de la Península, y fue creador y conductor del programa radiofónico «Acuarela Musical», el cual tenía sus transmisiones en vivo desde la estación XEFC, La voz de Yucatán desde Mérida, con la participación de Tríos y trovadores Yucatecos.
Se ha presentado en importantes foros del Estado de Yucatán, teniendo la oportunidad de llevar su arte musical al Estado de Campeche y la Ciudad de México, además del reconocimiento como ganador del concurso de bambucos en Colombia.
Felipe García como cantilenista es el autor de la letra de la mayoría de sus canciones; al igual que Palmerín, no desecha la idea de musicalizar los poemas de otros consagrados de la poesía.
Como colofón a este artículo, me permito agradecer la amistad de Felipe y Juanita, su compañera de vida y trabajo musical. En el 2010, Felipe tuvo la dicha de estrenar dos obras musicales que son un verdadero rescate, ya que nunca habían sido grabadas: “Canto Negro” de Augusto Cárdenas Pinelo “Guty” y como cantilenista, nuestro maestro cubano Nicolás Guillén, quien escribió “La última noche de Guty en La Habana” y ”La Violeta”, vals con versos del poeta José Peón Contreras y música del Padre de la Trova Yucateca: Cirilo Baqueiro Preve “Chan Cil”.
Para rescatar estas joyas musicales de cuatro grandes de la música y la poesía, Felipe contó con el apoyo de Zarco Gómez, excelente intérprete e investigador musical, quien aportó la partitura de “Canto Negro”, y de María Teresa Herrera Albertos, quien le dictó musicalmente la melodía de “La Violeta”, la cual perduraba todavía en su memoria.
Para este hermoso rescate musical también entró una cómplice más, la joven cantante Laura Moguel, quien posee una hermosa voz en la tesitura de soprano y que acompañó a Felipe García en esa Gala Musical en la interpretación de ambos temas.
Nos vemos, Felipe, cuando se abra nuevamente el telón y volvamos a trabajar juntos.
Abur.