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Excelente Concierto Sinfónico Juvenil
Varias decenas de jóvenes elementos de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Yucatán, bajo la acertada dirección del Mtro. Edgar Sulú Vera, dieron el martes 4 de abril pasado, en el teatro José Peón Contreras, una magistral prueba de su calidad musical, ensamble multidisciplinario, y trabajo de conjunto ante la batuta de su agrupación, actuando en un concierto en favor de los niños afectados por el cáncer.
En un teatro lleno en dos niveles, ante más de mil personas, las interpretaciones, todas ellas con alto grado de dificultad, convencieron a un auditorio exigente que acudió en respaldo a la agrupación civil “Hogar de Ángeles”, entidad convocante en solicitud de recursos económicos a organizaciones integradas al Patronato de la Cámara de Comercio de Yucatán, cuyo titular reconoció la valía de la organización musical, y le ofreció respaldo para su evolución y consolidación. El Presidente de la Cámara, Sr. Juan José Abraham Daguer, así lo expresó.
En el programa se incluyeron obras de grandes creadores mundiales y del joven compositor Mtro. Emilio Bueno Salazar, quien intervino con su obra “Hogar de Ángeles”, receptora de fuerte aplauso de los asistentes.
Resumen artístico del evento:
Abril 4 de 2017
Teatro José Peón Contreras
Programa Especial
“Todos somos Ángeles”
Orquesta Sinfónica Juvenil de Yucatán
Joseph Bologne “Chevalier de Saint Georges” (El Mozart negro) (1739-1799) – Sinfonía Op. 11 No. 1 en Re mayor (1763) – Allegro
Giuseppe Sammartini (1695-1750) – Concierto para flauta de pico en Fa mayor (1731) – Allegro
Solista: José Alberto Rojas Ortega
Georges Bizet (1838-1875) – Suite “Carmen” (1875)
Arturo Márquez (1950- ) – Alas (a Malala)
Emilio Bueno Salazar (1962- ) – Hogar de Ángeles (2017)
L. v. Beethoven-Pérez Prado-Akira Miyagawa – Sinfonía no. 5 y Mambo no. 5 (una mezcla de sinfonía y mambo) – Allegro alla latina
El programa “Todos somos Ángeles” recorre cuatro siglos de música y, al mismo tiempo, descubre obras y autores que fueron pioneros en algunos estilos. Es el caso de la Sinfonía número dos de Joseph Bologne, mejor conocido como Chevalier de Saint Georges o el Mozart negro. Chevalier de Saint Georges pareciera una copia idéntica de Mozart; sin embargo, no es así. En todo caso, Mozart tomó y bebió del estilo de Chevalier de Saint Georges, pues es anterior al genio de Salzburgo.
También regresan a la palestra orquestal obras que han permanecido olvidadas quizá por descuido o azares del destino, como es el caso del Concierto para flauta de pico de Giuseppe Sammartini, una obra llena de desafíos musicales para el solista y la orquesta. Siendo una obra pensada para que dos grupos orquestales se situaran en puntos opuestos de los salones del Siglo XVIII y en medio de ellas el solista, para crear una atmósfera única y a la vez extraña, no cabe duda que Giuseppe Sammartini poseía ideas acústicas muy adelantadas a su época.
La Suite “Carmen” no es la historia de la mujer fatal, diabólica, coqueta, seductora, como se ha querido interpretar. Carmen es el concepto de la mujer apasionada que encuentra en la sociedad que la rodea un marco estrecho de comportamiento. Carmen se estrenó en la Opéra-Comique de París, un coliseo de nivel mediano. Según parece, sus primeros fragmentos fueron recibidos con entusiasmo, en especial por sus melodías pegadizas y por el tema folclórico-romántico ambientado en Sevilla, ciudad que resultaba exótica y atrayente para el público francés. Sin embargo, a medida que avanzaba la representación, la actitud atrevida de Carmen y el tono negro del argumento provocaron el rechazo del público: Carmen no respondía al prototipo de relato romántico y edulcorado, visualmente vistoso y fácil de digerir. El balance final del estreno se puede calificar de fracaso, y con tal sensación murió Bizet. Tras la muerte de Bizet, su amigo y compositor Ernest Guiraud reemplazó los pasajes hablados originales (característicos de la ópera-cómica) por recitativos. Esta revisión, publicada en 1877, pudo contribuir al éxito de la obra, facilitando su difusión, especialmente en algunos teatros extranjeros en los que no se acostumbraba alternar diálogo y música en una obra lírica, y a la vez permitió que pudiera representarse en la Ópera de París. Sin embargo, esta adaptación ha sido cuestionada a menudo por los musicólogos más puristas. En 1964, el musicólogo alemán Fritz Oeser restableció la edición original, más fiel a la voluntad del compositor. Hoy en día se representan ambas versiones, aunque la original goza de una ligera preferencia.
Hogar de Ángeles, de Emilio Bueno, es una obra escrita especialmente para esta ocasión. Es un homenaje a la perseverancia y valentía de todos aquellos niños que a diario luchan contra el cáncer. También es un reconocimiento a la fortaleza de sus padres y al temple de todas aquellas personas que entregan su vida desinteresadamente, que buscan abrir caminos para una vida digna de todos aquellos niños que padecen esta condición. Está realizada bajo la perspectiva de “hacer conciencia y ser empáticos” con el mundo que nos rodea.
Alas (a Malala), del compositor Arturo Márquez, fue escrita por ese compositor nacido en Álamos como sentido homenaje a las asociaciones comunitarias del mundo, de manera especial a la de Malala, quien a sus 14 años de edad inició una feroz lucha por conquistar el derecho de las niñas a la educación, el arte y la cultura en armonía.
«Iba yo rumbo a Acapulco escuchando cumbias. Recordé que este género musical se baila con las manos en alto, imitando a las alas, y fue ahí de donde surgió el concepto de ‘Alas’, una cumbia que se divide en tres niveles, como una pirámide, para que pueda ser interpretada por niños de diversos niveles musicales…», relató su autor.
La historia surgió de manera natural y tocó narrar las siguientes palabras en su estreno: «Malala Yousafzai nació el 12 de julio de 1997 en el valle del río Swat al noroeste de Pakistán. Proviene de una familia que lucha por el derecho a la educación en medio de la guerra donde los talibanes prohibieron a las niñas continuar estudiando.» Malala, ahora una joven, mandó un mensaje: «Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución a los problemas del mundo.«
En esta ocasión, la orquesta estuvo integrada por 65 jóvenes cuyas edades oscilan entre los 13 y los 24 años. La duración del programa fue de 1’15 minutos y la entrada gratuita a partir de la 18:00 horas.
La dirección de la orquesta estuvo a cargo de su director artístico titular, el Maestro Edgar Sulú Vera, y del Maestro Emilio Bueno Salazar.
Luis Alvarado Alonzo