Enfermedades Mentales
Malcolm Young (AC/DC), Ray Davies (The Kinks), Mike Patton (Faith No More), Syd Barrett (Pink Floyd), Brian Wilson (The Beach Boys), todos ellos son grandes estrellas del rock que han sufrido los embates de la demencia. La locura parece estar presente en demasiadas figuras estelares de la escena internacional del Rock, algo que en un momento podría parecer lógico si creemos que para ser roquero uno debe estar medio loco. Bromas aparte, en la lista de músicos que han padecido este mal, si bien varios lograron recuperarse, otros se suicidaron, e incluso el baterista Jim Gordon asesinó a su propia madre.
Si bien el tema de la demencia ha estado presente en la historia del rock, casi siempre se ha minimizado su impacto, como ocurre con otros padecimientos, ya que los fanáticos deseamos recordar a nuestros ídolos triunfando sobre los escenarios y no en sus horas bajas.
Partiendo desde la parte siniestra, han sido varios los estelares del rock que tuvieron un triste final: Ian Curtis, de Joy Division, sufría epilepsia y anorexia nerviosa por lo que se ahorcó; Screaming Lord Stuch fue maníaco depresivo y también se ahorcó, así como el cantautor Phil Ochs, quien padecía alucinaciones y también terminó colgándose.
En septiembre de 2014 se informó que Malcolm Young, uno de los líderes de AC/DC, padecía demencia, producida por un derrame cerebral, una noticia que causó fuerte impacto a nivel global. Aunque al principio se rumoraba que padecía Alzheimer, al final su familia filtró un mensaje que lo confirmaba: “Malcolm está sufriendo de demencia”. Este caso volvió a traer el tema a discusión, lo que me llevó a escribir el presente reportaje.
Brian Wilson, cerebro creativo de The Beach Boys, enfrentó en su etapa de mayor fama en Estados Unidos el diagnóstico de desorden esquizofrénico bipolar, lo que lo llevó a encerrarse por largos períodos, quedándose en cama consumiendo drogas y comiendo en exceso. Brian, quien principalmente consumía LSD, cocaína y anfetaminas, escuchaba voces en su cabeza y requirió de una terapia estricta que afortunadamente fue exitosa, logrando sobreponerse.
Ray Davies, líder de The Kinks, combatió a lo largo de su extensa carrera su padecimiento bipolar, una situación que puso su salud mental al límite, ya que se volvió adicto a todo tipo de pastillas que consumía generalmente al bajar del escenario, pues se sentía morir. Afortunadamente logró poner orden en su vida para continuar produciendo música increíble.
Peter Green, el afamado guitarrista de la banda norteamericana Fleetwood Mac en la década de los 70, padeció esquizofrenia, lo que lo llevó a ser internado en un hospital psiquiátrico donde recibió tratamiento con terapia electroconvulsiva, además de un potente tratamiento de fármacos que lo hicieron dormir 20 horas por día. Afortunadamente logró sobreponerse para continuar muchos años más creando efectivas canciones.
Syd Barrett, miembro fundador de Pink Floyd, siempre ha estado en el debate: algunos achacan sus males al exceso de drogas psicodélicas, mientras otros creen que realmente padecía demencia, aunque el diagnóstico oficial sobre su padecimiento fue esquizofrenia y bipolaridad. Tristemente, el suyo fue uno de los casos sin retorno, pues el ídolo finalmente fue quebrado por esta enfermedad, tras treinta años de permanecer encerrado en su casa.
Recientemente Mike Patton habló sobre su salud mental: lo obligó a cancelar varios compromisos en vivo, y la pandemia terminó exacerbando su salud mental. “Me quedé completamente aislado, casi antisocial y con miedo a la gente. Ese tipo de ansiedad, o como quieras llamarlo, me llevó a otros problemas de los que prefiero no hablar. Vi a algunos terapeutas y todas esas cosas, la primera vez que tuve que hacer eso en mi vida. Básicamente me diagnosticaron agorafobia; me daba miedo la gente. Me asustaba estar cerca de la gente… Pero el hecho de saber sobre ello, de hablar de ello, realmente ayudó,» aseguró el cantante.
RICARDO PAT