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En los inicios del sexenio (ii)

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Editorial

Bienvenidos todos a 2025, año en el que esperamos ansiosamente se cumpla el adagio aquel que dice “Año de nones, año de dones.”

Para el gobierno federal los problemas no hacen sino aumentar, un poco por esa consabida manía de pretender que las cosas no son como son y, desde hace unas semanas, por las bravuconadas del próximo presidente de los Estados Unidos. El 21 de enero nos enteraremos de las órdenes ejecutivas del agente naranja y su impacto sobre México.

A nivel estatal, el gobernador Joaquín Díaz Mena padece similares problemas a los de la presidenta: no hay suficiente dinero en las arcas y su popularidad está siendo vapuleada.

Al no recibir dineros de las partidas oficiales, el gobierno ha empujado a su bancada en el congreso estatal para que apruebe créditos y cuanta medida que pueda prodigarle recursos, entre ellas reinstalar el reemplacamiento, lo que no le ha redituado aplausos sino críticas.

Tampoco ayuda a la causa de Huacho que haya conformado su gabinete con todo tipo de renegados personajes de original filiación tricolor, azul, naranja, y otros colores que los verdaderos guindas morenistas han tomado como un desdén y critican ferozmente.

Peor aún es que la inmensa mayoría de esos funcionarios posee un pasado en el que no existen los éxitos administrativos o las iniciativas de gran calado e impacto; en cambio, tienen una larga cola que arrastran por donde van.

El gobernador, en pocas palabras, está alejado de las bases morenistas y del gobierno federal, mientras es acosado por todos lados. Le aplaudimos mantener la ecuanimidad en este incierto inicio de sexenio.

En medio de todo esto, nos ha enseñado que toca la guitarra, canta y baila muy bien, que tiene talento culinario, que no tiene problema alguno en seguir la misma errada estrategia federal de reducir presupuesto en rubros importantes como la educación y la salud, ah, y que le gustan los viajes en compañía de su consorte.

Cierto es que el gobernador no heredó una tersa economía estatal, pero al menos no gobierna un estado inseguro.

Esperamos que pronto se sacuda el marasmo y demuestre de qué está hecho, que se convierta en líder de todos los yucatecos y, en particular, que nos una.

La próxima semana hablaremos sobre el gobierno municipal y Cecilia Patrón.

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