VII
VOTAR Y SER ELECTAS, LO QUE LA CONSTITUCIÓN NOS DIO
Bajo el gobierno de su hermano Felipe, a partir del 19 de febrero de 1922, Elvia aceleró la organización de las ligas de mujeres campesinas, destinadas principalmente a luchar contra el analfabetismo, a propiciar proyectos productivos que les proporcionaran ingresos y a mejorar las condiciones de salud y atención a la infancia (34). Así resume Piedad Peniche el activismo en favor de las mujeres desplegado por Elvia durante el corto mandato de su hermano Felipe:
entre 1922-1924 Elvia presidió, en Mérida, el vibrante movimiento feminista de la liga «Rita Cetina Gutiérrez» que tuvo como lema «Por la Instrucción, Progreso y Derechos de la Mujer». Esta liga, integrada por maestras de ideas avanzadas, trabajó incansablemente impulsando campañas de alfabetización, antialcohólicas, de control natal, de capacitación técnica, dando clases nocturnas a obreros y obreras, etc. Sobre el modelo de la liga central, Elvia y compañeras instalaron 67 ligas feministas locales en el interior del Estado, donde, por cierto, ella dejó un legado de organización y lucha por sus derechos. (35)
El eco que hallaron en la prensa de la época las iniciativas de la Liga Rita Cetina y el rechazo que desplegaron los círculos conservadores más activos e influyentes, llevaron a privilegiar como objetivos de las feministas yucatecas y de Elvia Carrillo, en particular, asuntos como el divorcio, el control natal y el amor libre y a cuestionar la maternidad como destino único para las mujeres. Como bien lo señala Sarah Buck (36), fueron estos temas abordados de manera colateral por las feministas de la época, concentradas principalmente en su lucha por el sufragio y por la plena igualdad política de las mujeres, ante la ley y ante las instituciones.
Muestra de lo anterior es el intenso debate que se suscitó en torno a la edición de un folleto que, sobre el tema del embarazo y de la regulación de la natalidad, realizaron las Ligas de Resistencia, con los auspicios del gobierno del estado. La Liga Feminista promovió el reparto del folleto «La regulación de la natalidad o de la brújula del hogar (medios seguros y científicos para evitar la concepción)», de Margaret Sanger (37). Si bien estos métodos no se encontraban disponibles para la mayoría de las mujeres, en especial entre las campesinas mayas, el mensaje era que las mujeres debían tener derechos sobre sus propios cuerpos y a definir en libertad sobre el número de hijos que deseaban procrear (38).
Para fines de la confrontación política, que alcanzó inusitado eco y beligerancia a nivel nacional, el aspecto a destacar era que, quién sostenía esta perturbadora propuesta, no se trataba de una mujer más, sino la hermana misma del gobernador, una distinguida dama de edad mediana, que podía rivalizar en elegancia y belleza con cualquiera de las más destacadas mujeres de la alta sociedad yucateca de entonces. Estas características personales acentuaron aún más el carácter transgresor de las propuestas sobre el amor libre y el control de la natalidad. (39)
Lejos de concentrarse localmente en sus actitudes vanguardistas, las feministas yucatecas siguieron acompañando a sus colegas del país, participando activamente en foros y congresos, en los que expresaban sus opiniones sobre temas y cuestiones que exacerbaban la reacción de los grupos conservadores de Yucatán y del país. Así sucedió con la delegación yucateca (40) que asistió al Congreso Panamericano de Mujeres, celebrado en la ciudad de México. A su regreso, presentaron su informe ante la Liga Central de Resistencia destacando sus opiniones sobre el amor libre y un cuestionamiento a la visión tradicional del matrimonio patriarcal. En ese marco, el gobernador Carrillo Puerto manifestó sus coincidencias:
Puedan las mujeres ejercer sus derechos al igual que los hombres, para mostrar al mundo entero que estamos laborando en beneficio general, y que no estamos haciendo esclavos por un lado y libertos por otro (41)
La actuación de la delegación yucateca en el Congreso Panamericano y el respaldo brindado por el gobernador dieron pie a una intensa polémica y numerosos ataques en la prensa escrita local, en especial en La Revista de Yucatán. Sobre este tema, la Liga Feminista «Rita Cetina» dio puntual respuesta a Rafael de Zayas Enríquez: «Para usted (Zayas), amor libre significa goce libre, prostitución sin registro sanitario…». La Liga Feminista Rita Cetina «…no ha pedido el libertinaje del instinto, sino la libertad incondicional del sentimiento (42).
La Dra. Sarah Buck realizó pormenorizada revisión de la literatura de la época con el objetivo de documentar las posiciones sostenidas por los distintos personajes o colectivos involucrados. En lo que concierne al tema de la regulación de la natalidad encontró en el diario vespertino El Popular, seis artículos, publicados entre marzo y abril de 1922, y tres más en el semanario Tierra, publicados entre agosto y diciembre de 1923 (43). La frecuencia y los contenidos de estas publicaciones, que eran órganos de divulgación ideológica, son muestra fehaciente de la importancia que daban, militantes y dirigentes del partido socialista, al combate ideológico con sus adversarios y a la formación de sus correligionarios.
El eco alcanzado por las actividades de las feministas yucatecas, en el país y en el extranjero, propició que reconocidas intelectuales y activistas establecieran relación con ellas o que decidieran visitar Yucatán. A los casos ya mencionados de Hermila Galindo y Elena Torres -que corresponden a la etapa pre-constitucional-, habría que agregar el caso de la maestra Esperanza Velázquez Bringas (44), enviada inicialmente por la Secretaría de Educación, como parte de las «misiones culturales» y que, aprovechando su estancia en suelo yucateco fue contratada como corresponsal por el periódico El Universal para cubrir la campaña electoral de Felipe Carrillo Puerto, en el otoño de 1921. Ligada sentimentalmente al gobernador Carrillo Puerto, Esperanza Velázquez radicó de manera permanente en Yucatán, inscrita en el movimiento feminista del que no se separaría el resto de su larga y fructífera vida (45). Del extranjero llegó de visita la señora Anne Kennedy, secretaria ejecutiva de la Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad quien en 1923 ofreció charlas y conferencias ilustrativas del control natal y sus métodos a grupos organizados de mujeres (46).
Faltaba materializar la agenda del voto para las mujeres. Parecía que las circunstancias se conjuntaban para hacer posible la aceptación de la demanda que, aunque parcialmente, se había aprobado en el II Congreso Feminista de diciembre de 1916, seis años atrás, pero aún no se traducía en la Constitución ni en reglamentos electorales. Piedad Peniche da cuenta de los intentos de transitar por la vía de la reforma legislativa, para establecer el marco legal del derecho de las mujeres a votar y ser electas. (47)
La ambigüedad de la redacción del artículo 34 constitucional hacía abrigar expectativas de una reforma legislativa de carácter local que diera el voto a las mujeres y les permitiera postularse a cargos de elección popular. El gobernador Carrillo Puerto, simpatizante abierto de esta propuesta, simultáneamente presidía la Liga Central de Resistencia del PSSE. Considerando su posición de liderazgo y habiendo manifestado el apoyo a la causa de las mujeres, parecía un mero trámite la promoción de las reformas legislativas necesarias. Sin embargo, las resistencias de importantes correligionarios a la aceptación de las reformas motivaron que, a pesar de la insistencia de su hermana Elvia, Felipe Carrillo Puerto desistiera de promover las iniciativas correspondientes ante un congreso claramente afín al PSSE. Es difícil saber si el gobernador no quiso arriesgar capital político en una medida que mostró contar con resistencias más o menos abiertas por parte, entre otros, de José María Iturralde (48), Bartolomé García Correa o el Prof. Edmundo Bolio, La cuestión fue que Felipe optó por la vía directa, es decir, valerse de que la Constitución no prohibía expresamente que las mujeres fueran electas a un cargo de representación popular. Y así fue como la regidora Rosa Torre González (49), electa para formar parte del Ayuntamiento de Mérida 1923-1924, se convirtió en la primera mujer mexicana que obtuvo un cargo de representación popular mediante el voto ciudadano.
Entre la elección del Ayuntamiento de Mérida y la conformación de la nueva legislatura al Congreso del estado transcurrió un año sin que cediesen las posiciones contrarias al voto para las mujeres. Se aproximaba la fecha para la realización de las elecciones correspondientes al Congreso local para el periodo 1924-1925 sin que hubiese transitado el trámite legislativo para que las mujeres pudieran votar y ser electas. Fue una decisión arbitraria y unilateral del presidente de la Liga Central de Resistencia del PSS y gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, la que hizo posible la inscripción de mujeres en tres de los 18 distritos locales (50): Beatriz Peniche Barrera (quien fue registrada como «de Ponce»), en el 2º distrito, con cabecera Mérida, como propietaria y José I. Medina, como suplente. La geografía distrital incluía los pueblos y haciendas henequeneras correspondientes al sur del municipio, entre ellos Xmatkuil. Por el 3º distrito, Raquel Dzib Cicero, propietaria y Javier Marín, suplente, con cabecera Mérida, cuya jurisdicción comprendía pueblos y haciendas del noreste (Petcanché, Itzimná) y del noroeste (Caucel, Tixcacal) del municipio meridano.
Por el 5º distrito con cabecera Izamal, fue postulada Elvia Carrillo Puerto, propietaria, con Miguel Fajardo como suplente. El distrito abarcaba los municipios de Hoctún, Tekantó, Tepakán, Tahmek, Kantunil y Xocchel, además de Izamal. Por el distrito correspondiente a Motul, el 6°, fue postulado su hermano Edesio. Fue así, y con el voto exclusivo de los hombres, como Beatriz Peniche, Raquel Dzib y Elvia Carrillo Puerto fueron electas diputadas a la XXVIII Legislatura del Congreso de Yucatán que habría de tomar posesión el 1° de enero de 1924.
La rebelión delahuertista y la infidencia de las tropas federales acantonadas en Yucatán obligaron al gobernador Carrillo Puerto a abandonar Mérida el 12 de diciembre de 1923. Aprehendido en la costa oriental del estado, en la isla de Holbox, Felipe Carrillo Puerto fue sometido a un juicio sumarísimo que culminó con su fusilamiento en unión de tres de sus hermanos, del presidente municipal de Mérida, Manuel Berzunza, y ocho correligionarios más, la madrugada del 3 de enero de 1924.
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34 En un informe que la Liga Central de Resistencia envió al Secretario de Gobierno, en mayo de 1923, se reporta la existencia de 49 Ligas Feministas en el Estado. Ver: Archivo General del Estado de Yucatán (AGEY), «Relación de Ligas de Resistencia». 1/09/1922, Legajo 769, Caja 773; y AGEY, Poder Ejecutivo. «Informe del Secretario General de Yucatán, con respecto al contenido de un informe de la Liga Central de Resistencia al Secretario General». 30/05/1923. Caja 770.
35 PENICHE, s. f. p. 2.
36 BUCK, 2001.
37 Sarah A. Buck da cuenta de la exposición de la periodista, pedagoga, abogada y feminista Esperanza Velázquez Bringas ante las integrantes de la Liga Feminista «Rita Gutiérrez Cetina» en Mérida, justo al iniciar el gobierno de Felipe Carrillo Puerto, en febrero de 1922. Su plática versó sobre el control de la natalidad y el papel del gobierno en propiciar los programas que permitieran reducir o evitar el nacimiento de más hijos de los que «el pobre obrero de las grandes ciudades se ve obligado a mantener». BUCK, op. cit.
38 «No hay base alguna para pensar que la mera lectura del folleto de Margaret Sanger hubiese generado tal reacción social. De acuerdo con Juan Rico, un dirigente obrero que fue testigo de esos hechos, sólo se editaron 500 ejemplares del folleto de Margaret Sanger Ver: RICO, 1922, p. 164.
39 «Marta Acevedo sostiene que fue el activismo de las feministas yucatecas encabezadas por Elvia Carrillo Puerto, la causa de la iniciativa del periódico Excélsior y su director Rafael Alducin, para declarar el 10 de mayo como «Día de las Madres» en México. Dicha iniciativa contó con el apoyo del entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos. Ver en ACEVEDO, 1982.
40 Estuvo integrada por Elvia Carrillo Puerto, Susana Betancourt y Gloria Mireya Rosado. «Informe de la Delegación Feminista». Revista Tierra, Época III, número 11, 8 julio 1923, p. 9.
41 Ibíd.
42 «Zayas Enríquez y el amor libre». Revista Tierra, Época III, número 12, 15 julio 1923, p. 19.
43 «El Popular 1/03/1922, p. 3; 4/03/1922, p. 3: 17/03/1922, p. 3: 18/03/1922, p. 3; 11/04/1922, p. 3; 13/04/1922, p. 3. Y, en la revista Tierra: núm. 17, 19/08/1923, p. 13; núm. 22. 23/09/1923, p. 22 y núm. 39, 2/12/1923, p. 14.
44 «Tras el asesinato del gobernador Carrillo Puerto, Esperanza Velázquez Bringas pudo concluir sus estudios de Derecho en la entidad. Feminista reconocida, fue Directora de Bibliotecas de la SEP (1924-1928) y la primera mujer Magistrada del Tribunal Superior de Justicia. Sobre su título de abogada, ver: AGEY; Ramo Congreso del Estado; Sección Comisión de Instrucción Pública; Serie Dictámenes: «Se concede a Esperanza Velázquez Bringas el examen de grado en opción al título de abogado». Fecha 1 jul. 1924; caja 50; vol. 19; exp. 10; fojas 7.
45 Ver: «La limitación de la familia como mejoramiento del proletariado y de la raza»; Conferencia sustentada por la señorita profesora Esperanza Velázquez Bringas, propagandista de la cultura estética, en la liga feminista «Rita Cetina Gutiérrez» y organizada por la liga de maestros racionalistas Francisco Ferrer Guardia, la noche del 22 de febrero de 1922 [folletería] / Esperanza Velázquez Bringas. Mérida: Imprenta Mayab, 1922. Recuperada, el 11 diciembre de 2020, en http://www.bibliotecavirtualdeyucatan.com.mx/index.php.
46 Tras su viaje a Yucatán, la señora Kennedy publicó un informe, en la revista que dirigía Margaret Sanger, Birth Control, en octubre de 1923. Una traducción de este artículo se publicó en la revista Tierra; núm. 28, del 4 de noviembre de 1923. Pp. 9-23.
47 PENICHE, s. f.
48 José María Iturralde fue designado gobernador interino de Yucatán después del asesinato de Felipe Carrillo Puerto el 13 de mayo de 1924. El antecedente de su posición sobre las reformas legislativas para dar el voto a las mujeres hizo abrigar pocas esperanzas de mantener vigentes los avances alcanzados en el gobierno de Carrillo Puerto, como se verá más adelante.
49 El Diario Oficial del Gobierno Socialista de Yucatán del 3 de enero de 1923 da cuenta de la instalación e integración del Ayuntamiento de Mérida. Conformado por 15 concejales, encabezados por el Lic. Manuel Berzunza como concejal presidente, la «Srta. Rosa Torre» figura como concejal propietaria número 14, con la Sra. Eusebia Pérez como su suplente. En la asignación de comisiones entre los concejales, la Profa. Rosa Torre González recibió la encomienda de «Prensa y Beneficencia» como propietaria y «Cuarteles y Nomenclatura», en calidad de suplente. Diario Oficial del Gobierno Socialista de Yucatán, 3 de enero de 1923, p.2. En otro municipio del estado, Yaxcabá, existe constancia de una mujer como parte del Ayuntamiento 1923-1924. Se trata de Justina Maldonado, que firma como «Secretaria» junto con el presidente municipal, Antonio Díaz M., una comunicación dirigida al gobernador del estado solicitando un profesor para el pueblo. AGEY. Oficio 1616, 25 de noviembre de 1923, Fondo. Poder Ejecutivo. Gobernación. Correspondencia local, caja 764.
50 Decreto 401. «Se convoca al Pueblo Yucateco para las elecciones de Diputados, dividiéndose el Estado de Yucatán en 18 distritos electorales. Para integrar la XXVIII Legislatura, el domingo 18 de noviembre de 1923». Diario Oficial del Gobierno Socialista del Estado Libre y Soberano de Yucatán, Año XXVI, número 7958. Lunes 8 de octubre 1923.
Dulce María Sauri Riancho
Continuará la próxima semana…