El Síndrome de Tourette
«Me es muy difícil entender la naturaleza de todas las cosas. Es natural ser diferente; esta diferencia nos hace únicos ante los demás… Entonces ¿por qué me señalas como diferente a ti? ¿Acaso no somos distintos y, por lo tanto, en esencia lo mismo?”.
Yadiar Julián (Doctor en Pedagogía, México)
Es un trastorno neurológico que está caracterizado por múltiples tics motores y vocales con intensidad variable, presentándose temporadas con muchos tics, y temporadas en que casi desaparecen. Tienen su origen en la niñez, y es diagnosticado cuando los tics se presentan por lo menos durante un año.
Los primeros síntomas del Síndrome de Tourette se inician generalmente entre los 7 y los 10 años, y suelen afectar con más frecuencia a los chicos que a las chicas.
Tipos de Tics
TICS MOTORES
- SIMPLES: Pestañear, mover la cabeza, sacudir los brazos.
- COMPLEXOS: Saltar, tocar objetos o personas, doblar o retorcer el cuerpo.
TICS VOCALES
- SIMPLES: Chillar, aclararse la garganta, hacer ruidos.
- COMPLEJOS: Repetir palabras o sonidos, hacer sonidos de animales, decir palabras o frases inaceptables socialmente.
La presencia de este síndrome se diferencia de un trastorno de tic pasajero al tener la presencia de ambas modalidades de tics, y es posible que no todos ocurran al mismo tiempo.
La causa de este trastorno es genética, aunque su patrón de herencia es incierto.
Los tics pueden ocurrir muchas veces al día (por lo general en ataques), casi todos los días, o de vez en cuando, lo que hace que el paciente evite situaciones sociales y afecte severamente su autoestima y calidad de vida.
Los tics aumentan por causa del estrés, la ansiedad y el cansancio, y disminuyen durante actividades que requieran concentración y en que los afectados tengan un buen dominio. Muchas personas con Síndrome de Tourette tienen habilidades especiales para la música, el teatro, los deportes y el dibujo, eliminándose la mayoría de los tics mientras se realizan estas actividades.
Las personas con Síndrome de Tourette no presentan afectaciones en su inteligencia, pero la aparición repentina de los tics, en ocasiones, afecta su capacidad de concentración y repercute en su desarrollo académico y desempeño laboral.
Si los tics tienen una afectación en el desarrollo de una vida normal, necesitan ser tratados con el uso de fármacos, junto con una psicoterapia que intervenga en el estrés y la ansiedad, las dificultades de aprendizaje, los problemas de conducta y el impacto psicosocial del síndrome en el afectado y en su familia.
El Síndrome de Tourette puede estar acompañado de otros trastornos como:
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Trastorno de déficit de atención/hiperactividad
- Trastorno de ansiedad
- Trastornos del estado de ánimo
- Trastorno de conducta/trastorno de oposición desafiante
- Trastornos del aprendizaje
El diagnóstico debe ser realizado por profesionales mediante la observación del comportamiento del paciente. Las pruebas de laboratorio no desvelan el síndrome, pero el médico debe realizar una evaluación que descarte otras posibles causas de los síntomas como el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o cualquier trastorno del desarrollo o grado de retraso mental. Además, se precisa un examen neurológico para excluir otro tipo de trastornos motores.
La efectividad de tratamiento y control del síndrome depende de la aceptación por parte del paciente y de los miembros de su familia. La inclusión social es un área de trabajo donde se debe reforzar la tolerancia y la información para evitar excluir a las personas que nacen con este síndrome, y se logren adaptar perfectamente a las necesidades de la vida cotidiana.
“No es la discapacidad lo que hace difícil la vida, sino los pensamientos y acciones de los demás”
Psicóloga Jimena Barrera Báez
Psicología Clínica/ Arteterapia.
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