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El Nogal

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Letras

XV

Hace sesenta y tres años los señores Rafael Longoria García, Carlos S. Sánchez, el coronel Cipriano Villanueva Garza y otros amigos solían reunirse en un domicilio cercano al puente viejo para conversar y asar carnes a la sombra de un nogal.

En una ocasión, pasó por ahí una mujer de cierta edad que era imagen viva de desesperación y angustia; al ser cuestionada, narró el reciente incendio de su casa, en el que había perdido todo. De inmediato, aquellos compañeros reunieron fondos para auxiliarla, luego pudieron conseguir materiales de construcción y otros apoyos hasta conseguir proveerle un nuevo hogar.

Cuando trascendió este suceso, comenzaron a recibir solicitudes de ayuda para casos que también ameritaban, y poco a poco los fueron resolviendo. Decidieron continuar su noble tarea invitando a otros amigos, hasta que de forma mejor organizada crearon el Club de Asistencia Social El Nogal, en recuerdo de los gratos momentos que habían pasado bajo el amparo del frondoso árbol.

Al paso del tiempo, adquirieron el terreno de media manzana que ocupa las calles Allende entre Veracruz y Guanajuato de la Colonia Jardín. Su amplio local, circundado por nogales, durante mucho tiempo fungió como sede para eventos sociales. Últimamente, el costo de las tarifas de electricidad para el aire acondicionado no permite que se conceda en renta durante los meses calurosos, causando esto una baja económica, ya que entre los estatutos de la agrupación no se registra el pago de cuotas, pues la forma para obtener recursos debe ser mediante gestiones y actividades.

Con entusiasmo y verdadera vocación de servicio, los socios han alcanzado metas durante todos estos años: cuando se acostumbraban los desayunos escolares, contribuyeron con varias escuelas y también otorgaron despensas navideñas a familias de escasas posibilidades. A la Escuela Venustiano Carranza le construyeron aulas, baños y un auditorio; después fundaron la Escuela El Nogal, situada en el antiguo ejido La Concordia, en estos días urbanizada como Colonia El Nogal, hecho que los ha llenado de satisfacción.

Entre otras acciones, cooperan con la Casa Elim, la Sociedad de Invidentes, Fundación Corazón Abierto y son padrinos del sistema estatal Alimenta. Otorgan becas educativas y uno de sus grandes logros ha sido financiar los estudios de la ahora doctora Dannely Ruiz, desde la primaria hasta su primera especialidad, medicina interna. La segunda, radiología oncológica, procedió por cuenta de la joven, quien continúa preparándose en Monterrey y da consulta los fines de semana en esta ciudad.

Antes de que yo conociera los antecedentes de El Nogal, cada vez que pasaba por su puerta, y era lunes, me agradaba ver en el patio a los socios asando carne y conviviendo al puro estilo norteño. Cuando se trabaja hombro con hombro y se genera bienestar para la sociedad, qué mejor ambiente para elaborar proyectos que el del inconfundible aroma de humo, sea de leña o de carbón.

El próximo aniversario de su fundación, recuerda a los neolaredenses que debemos sentirnos orgullosos del origen absolutamente local de este club, cuya conformación e ideario lo convierten en único.

Junio de 2011

Paloma Bello

Continuará la próxima semana…

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