El Rincón del Tío Salim
Sobrinitos,
En México, el Día de las Madres se celebra el 10 de mayo, aunque soy de los que creo que en realidad a nuestras madrecitas debemos celebrarlas todos los días, siendo la mejor manera de hacerlo apoyándolas en sus tareas cotidianas en la casa, obedeciendo sus instrucciones, aprovechando sus consejos y, sobre todo, siendo cariñosos con ellas. El trabajo de ser madre es uno de los más importantes y una tarea de por vida.
Como ocurre en otros festejos, como platicamos en ocasión del Día del Niño, las fechas para la celebración de las madres varían de país en país; por ejemplo, en España, Portugal, Hungría y Sudáfrica es el primer domingo de mayo; en los Emiratos Árabes Unidos el 17 de mayo; el segundo domingo de mayo en varios países como Alemania, Australia, Brasil, China, Canadá, Corea del Sur, Italia, Japón, Estados Unidos y 27 más.
Los antecedentes más lejanos de esta celebración surgieron en la antigua Grecia, donde se honraba a Rea, madre de los dioses como Poseidón, Hades y Zeus. El Día de la Madre como lo conocemos tuvo su origen más cercano en 1873, en los Estados Unidos, cuando mujeres de 18 ciudades se unieron para celebrar su día.
Más allá de la alegría que nuestras madres sienten al ser homenajeadas por sus seres queridos en festivales escolares, en fiestas familiares, e incluso en sus respectivos trabajos, debemos tener cuidado de no caer en el consumismo desmedido, ya que este es uno de los festejos que más atención mediática recibe en el mundo; las más importantes empresas invierten fuertes cantidades en publicidad para atraer a consumidores desesperados en adquirir el regalo más caro, reservar en el restaurante más exclusivo, etcétera.
En realidad, el verdadero Día de la Madre es aquel en el que se homenajea conscientemente a las mamás, es aquel en el que toca decirles a nuestras mamás y las madres de nuestros hijos lo especiales e importantes que son.
Los padres tienen una responsabilidad importante en esto al considerar que nuestros hijos nos miran como modelos a seguir: la importancia que nosotros como papás le demos a mamá será la que transmitamos a los niños, y ellos a sus respectivas madres.
Puedo asegurarles que a las madres los regalos que más le gustan son los que les hacen sus hijos con sus manos, utilizando su imaginación: cartas, dibujos, prepararles el desayuno, flores recicladas, etcétera. Los detalles cariñosos siempre hacen felices a las autoras de nuestros días, así que regálenles muchos abrazos y besos todos los días.
SALIM ALCOCER LIXA