El Maestro Helio Flores confirma su retiro

Arte

Sesenta años de trayectoria se dicen fácil, pero representan una proeza admirable cuando se mantiene una calidad probada en cada trazo, en cada línea, en la concepción de la obra, algo que siempre ha distinguido la labor del maestro Helio Flores, uno de los moneros más queridos y respetados en nuestro país, un artista que obtuvo dos veces el Grand Prix del Salón Internacional de la Caricatura de Montreal, en 1971 y 1988.

Helio Flores también recibió cinco veces el Premio Nacional de Periodismo (1986, 1996, 2001, 2003 y 2011), además de que en 2017 recibió el Premio Gabriel Vargas de Historieta y Caricatura.

Por supuesto que ha ganado muchísimos más reconocimientos, incluso a nivel internacional: países como Turquía, Bulgaria, Grecia, Canadá, Cuba y Yugoslavia premiaron su trabajo, publicado en diversos periódicos nacionales, aunque muchos lo recuerdan por su cartón semanal en la revista Proceso, antes de que se convirtiera en el pasquín asqueroso que es hoy en día.

Era importante lograr una entrevista con el Maestro, dado de que él sigue siendo una referencia obligada para quienes abrazamos la profesión de la caricatura.

Quienes han conocido su trabajo lo admiran, por lo que nos abocamos a la tarea de dialogar con él, expresándole la admiración y respeto que nos despierta.

La noticia de su retiro despertó sentimientos encontrados en los miles de seguidores de su trabajo.

Bueno, no sé si serán miles; pero, como dice en mi comunicado, mi decisión está relacionada con que poco a poco surge la falta de habilidad, la vista, la memoria, que son tan importantes para hacer una caricatura. Ahora me suceden estas cosas y no me queda más remedio que obedecer a lo que el cuerpo te pide.

He visto caso de muchos colegas que siguen trabajando hasta que sucede algo ya grave; mientras llega ese momento, sus cartones bajan de calidad, se les nota la línea un poco defectuosa. Los últimos en notar eso son los autores del dibujo.

Prefiero retirarme ahora, de manera tranquila.

¿No es lo mismo Los Tres Mosqueteros que 20 años después?

Exacto, no puedo decir que me retiro en plenitud, pero por lo menos ya no estoy en franca decadencia respecto a mis caricaturas.

Estoy convencido de que ahora es un buen momento.

¿Seguirá pintando? ¿Se dedicará a leer?

Desde hace mucho tiempo quería volver a pintar, preparé mi caballete. Siempre ponía de pretexto que lo haría cuando tuviera tiempo, pero las caricaturas me atrapaban. Ahora que tendré tiempo, a lo mejor me dedico a pintar. Realmente no he considerado hacerlo en serio, no sé si incluso seguiré dibujando.

He disfrutado pasar días sin tener que realizar ninguna caricatura.

¿Sigue disfrutando dibujar caricaturas?

Disfrutaba hacerlas, me costaban trabajo y todo. Cuando a uno le gusta hacer algo, todo resulta disfrutable. De pronto, también eso empezó a bajar un poquito, ya no es lo mismo y entonces ya no tiene chiste para mí. Ya me tardaba más. Me dije: “Ahora es buen tiempo,” pero por supuesto que lo voy a extrañar.

¿Es verdad que Rius fue una de sus influencias?

Es verdad. Yo era un chamaco que ya comenzaba a dibujar cuando descubrí las caricaturas de Rius, en Los Supermachos y después en Los Agachados. Lo que más me impresionó fue su oposición ante el poder, eso era algo admirable. 

Pese a ser uno de los grandes de la caricatura de nuestro país, usted modestamente ha declarado que no se considera una figura importante.

No sé si lo sea. Nunca trabajé pensando en competir con nadie. Siempre he sentido respeto por la labor de mis colegas, no siento que sin mí pase nada. Simplemente allá quedan mis libros, mis caricaturas. 

Muchas gracias, Maestro.

Muchísimas gracias por esta entrevista.

RICARDO PAT

riczeppelin@gmail.com