XIII
Continuación…
CARLOS R. MENÉNDEZ – Periodista destacado que por más de medio siglo impuso su garra de notable organizador y luchador denodado en los cotidianos “La Revista de Mérida”, “La Revista de Yucatán” y “Diario de Yucatán”, sobreponiéndose a las agresiones del caciquismo. Fue poeta inspirado, lírico y humorístico. Ejemplo de sátira política es su poema siguiente, de fuerte sabor de crítica política.
Un diario ministerial
por observación que ha hecho
asegura muy formal
que el pueblo está satisfecho
del gobierno general.
Exacta es la observación
(de la verdad no me aparto)
pero encuentro atenuación,
pues no es satisfecho, es harto,
lo que está y con razón.
Engalanamos esta modesta obra con dos producciones que uno de los mayores valores intelectuales, del Yucatán de la primera mitad de esta centuria: el doctor Luis Peniche Vallado. Sus dos vocaciones básicas, la Medicina y el Magisterio, las desarrolló con brillantez de modo que, respecto a la primera, a más de servir al público en su consultorio de la calle 59 (especialista en enfermedades venéreas) ejerció con eficacia cargos importantes tales como la Dirección del Hospital O’Horán, la Dirección de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yucatán. En cuanto a su vocación de maestro, fue director fundador de la Secundaria “Agustín Vadillo Cicero”, profesor de Gramática de la misma y de la Escuela Preparatoria de la Universidad de Yucatán (dónde fue nuestro maestro) Secretario de la mencionada Universidad y Jefe del Departamento de Educación Pública.
Siendo estudiante de Medicina, produjo las dos hermosas poesías de sabor humorístico que reproducimos a continuación; también produjo numerosos poemas líricos y festivos pero –de espíritu modesto y recatado– no quiso nunca darlos a la publicidad.
A LA VULVA
¡Oh vulva misteriosa,
nicho augusto de Falo!
Entrada al paraíso
destinada al regalo
del Dios del escarceo
nocturno vaginal;
posada do descansa
de sus arduas labores
el héroe introductor
de los embajadores,
que fecundar pretenden
el huevo maternal.
Entrada del santuario
do el ministro del culto
consuma el sacrificio
desgarrador oculto
de indiscretas miradas
que pueden profanar.
Salida que el humano
persigue con anhelo
buscando el aire puro,
la clara luz del cielo,
huyendo de las sombras
que lo hacen vegetar.
Estuche blando y suave,
como de terciopelo,
para guardar del aire
el mágico escalpelo,
que sabiamente opera
el vientre femenil.
Te acarician las lenguas
de viejos lujuriosos
que en éxtasis profundos
platónico–amorosos
saciar así pretenden
su impotencia senil.
Te persiguen los falos
en erección magnífica
cual sátiros lascivos
ante visión mirífica,
y de ellos, complaciente,
te dejas perforar.
La niña casta y pura
tu contacto presiente
y en el misterio augusto
de la noche silente
ofrece a tus caricias
su cresta vaginal.
Oh misteriosa Vulva.
¡Oh cálida posada
que abriga al peregrino
errante y sin morada!
¡Tabernáculo augusto,
noble altar del amor!
No temas que se agoten
los Falos erectores,
no temas que se agoten…
pues hay consoladores
que pueden reemplazarles
hurgando sin dolor.
AL FALO
¡Salve potente FALO!
¡Deidad entre deidades!
¡Buceador incansable
de antros y oquedades!
Ariete formidable,
poderoso cincel
que grabas en el mármol
viviente los contornos
de los que con el tiempo
a vaginales hornos
airoso y formidable
te llevarán también.
¡Perforador de vulvas
aún no perforadas!
¡Talador de vaginas
monstruosas y olvidadas!
Sin miedo a los obstáculos
que te opondrán, tal vez,
avanzas formidable,
con estentóreo acento
pidiendo vía libre
destrozando ¡Oh portento!
lo que a tu paso hallares
de arcaica rigidez.
Bloqueador que envidiaran
los howitzer teutones,
arroja las granadas
por miles de millones
sin nadie que a tu empuje
se atreva a resistir.
Cuando aquel nuevo Kaiser,
pone sitio a una plaza,
arrasa al enemigo,
a Poincaré rebasa,
seguro y silencioso
por vaginal océano,
profundo y escabroso,
que convierte a la postre
en hórrido volcán.
¡Salve potente falo
deidad entre deidades!
Perforador augusto
de las virginidades;
no interrumpas tu obra,
prosigue con tesón;
no tengas miedo al coco (1)
tu traidor enemigo,
que busca en tus moradas,
amparo al desabrigo,
para él. ¡Oh noble falo!
se ha inventado el condón.
(1) El terrible gonococo
Presentamos a continuación algunas producciones del autor de esta obra, Conrado Menéndez Díaz.
En una grave reunión
se acusaba a un asociado
por cierto error o pecado
que ameritaba sanción,
incluso ser expulsado.
El caso está a discusión,
dijo con seria expresión
el presidente nombrado
¿Se le excusa al inculpado,
que afirma en tono sentido
encontrarse arrepentido?
Y todos los asociados
gritaron alborozados:
Sí, señor, es excusado.
AMOR MESTICERO
Quien se coge a una mestiza
sin obstáculos tropieza
porque la naturaleza
le hizo la natura lisa;
por eso la longaniza
se desliza con presteza
sin peligro de encontrar
a la entrada una crin dura
que produzca rozadura
antes de a la jaula entrar.
“PELA NAH EN CHUBURNA”
Anselmo Nah, peluquero
del pueblo de Chuburná,
ha fijado este letrero
que a muchos sorprenderá
y que a mí me suena feo
en cada vez que lo leo:
Por muy escaso dinero
gustoso le pela Nah.
Conrado Menéndez Díaz
Continuará la próxima semana…