PROPUESTA DEL ARTE ANTE UN MUNDO ADULTO VIOLENTO
ANTE LA GUERRA CONTRA VIETNAM, LA POLÍTICA PACIFISTA DEL “AMOR Y PAZ” DE LOS HIPPIES
edgar rodríguez cimé
No fueron 3 días de locura, sexo y drogas,
sino una “revolución en las conciencias juveniles” hastiadas de las guerras
que, pregonando la paz y el amor como forma de vida,
mostraban su rechazo al sistema capitalista:
enajenante, explotador, expoliador de la Madre Tierra.
El mítico concierto realizado en el pueblo norteamericano de Woodstock, cerca de Nueva York, en 1969, fue una respuesta pacífica del movimiento juvenil hippie contra la política racista y guerrera del gobierno estadounidense expresada, internamente, contra los derechos de la minoría afroamericana y, en lo externo, contra el pequeño pueblo asiático socialista de Vietnam que enfrentaba todo el poderío militar gringo.
Ante una realidad guerrera y antiminorías del gobierno norteamericano, los jóvenes integrados al movimiento hippie, caracterizado por su discurso pacifista (“Amor y Paz, hermano”), reaccionaron intensificando su campaña antibélica con su mensaje amoroso, y organizaron el Festival de Música y Arte de Woodstock, del viernes 15 hasta la madrugada del lunes 18 de agosto de 1969.
Teniendo como antecedente otro legendario universo pacifista –el Monterey Pop Festival en 1967, en California, con ídolos como Jimmy Hendrix, Janis Joplin, los Rolling Stones, el músico indio Ravi Shankar, quienes tocaron gratis, pues sus emolumentos fueron donados– estuvieron en el escenario de Woodstock: Creedence Clearwater Revival, The Who, Carlos Santana, el trompetista sudafricano Hugh Masekela, repitiendo Hendrix y Joplin, además de un tutifruti de bandas.
Fueron tres días de rock donde, en un universo juvenil anárquico, pero respetuoso de los otros, convivieron entre lluvias, lodo de barro, drogas –marihuana, más el alucinante LSD (ácido lisérgico) –, sexo y generosidad humana, 500 mil jóvenes estimulados con el mensaje de Amor y Paz entre hermanos y una larga cadena de bandas de rock: “hard”, latino o sicodélico, soul, blues, canción de protesta, folk, jazz…
Woodstock se convirtió en ícono de una generación hippie hastiada de las guerras que, pregonando la paz y el amor como forma de vida, mostraban su rechazo al sistema capitalista. El festival resultó la cumbre de un movimiento juvenil desarrollado en Estados Unidos a fines de la década de los 60, donde confluyeron melenas y amuletos, faldas de colores y pantalones de mezclilla, siendo sus ideales el pacifismo, el amor libre, el ecologismo, el gusto por la música y las artes, así como la vida comunal (como nuestros más antiguos abuelos).
En un esfuerzo generoso, motivados por el Amor y Paz, casi todos los grupos invitados se presentaron. Hubo algunas excepciones, pues algunas estrellas, por eludir el compromiso con un movimiento juvenil que proponía “hacer el amor y no la guerra” como alternativa ante un mundo adulto violento e irrespetuoso de los derechos humanos de las minorías, prefirieron jalar por la libre ese día, perdiéndose de figurar en la historia de Woodstock.
El hoy premio Nóbel de Literatura Bob Dylan no participó, a pesar de vivir cerca de Nueva York. Cuenta la leyenda que estaba tan cansado de la marabunta de hippies que llegaba a su casa para conocerlo como ´músico-poeta´ de la revolución hippie, que rechazó estar en Woodstock y se marchó ese fin de semana a Inglaterra.
The Beatles estaban al final de su burbuja triunfadora cuando se dio el festival de Woodstock, y no pudieron cruzar el Atlántico para interpretar su último éxito: Come Together en Woodstock, ante 500 mil jóvenes contagiados del “Amor y Paz” hippie. Muchos culparon a Yoko Ono (dicen que pidió a su novio John Lennon solicitara la incluyeran con su banda de rock, pero que los organizadores se negaron).
En 1969, los Rolling Stones se perdieron el verano del Amor en Woodstock porque el líder Mick Jagger prefirió, en un momento clave en el movimiento pacifista hippie, irse a Australia a grabar una película gris que hoy nadie recuerda, interpretando al delincuente juvenil Ned Kelly.
Un grupo ícono de la historia del rock, The Doors, que tomaron su nombre del libro de Aldous Huxley, tampoco estuvo en esa fecha clave en la Revolución Hippie sencillamente porque: “fuimos estúpidos y lo rechazamos”, admitió el guitarrista de la banda Robbie Krieger. “Creímos sería una repetición de segunda clase del Monterey Pop Festival en California en 1967.”
edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx
colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”