Entre Corcheas
“ORQUESTAS MEXICANAS Y EL REY DEL DANZÓN”
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Para mí es difícil saber cuándo escuché el primer Danzón y tenerlo en la memoria, ya que en mi infancia en el Distrito Federal siempre escuché música, del violín y piano de mi madre
Me recuerdo sentado en la sala que daba a un corredor muy amplio de entrada donde los sábados se reunían ahora sé los que eran grandes personajes de la música, la radio y algunos grandes de la época, al nacer los años cuarenta.
En nuestra casa en Acerina 96 de la Col. Estrella se dieron cita algunos de ellos para descargar –como se dice en Cuba– en noches bohemias de poesía, canto y música romántica, clásica y semi-clásica. Entre ellos recuerdo a Don Abel Domínguez, director de la Marimba Orquesta de los Hermanos Domínguez, que ya tocaban en la XEW, “La Voz de América Latina desde México”; Consuelo Velázquez, de la cual tengo una foto tocando en el piano de casa; Emma Elena Valdelamar, la mejor bolerista mexicana de los años cuarenta; Ramón Almengould, pianista; Julio Aldama, hacía sus pininos como cantante en el cine nacional; entre los declamadores, como mi padre, asistían Manuel Bernal, quien compartía micrófono declamando en la “W”; Miguel Ángel Torres; compositor y cantante; Don Neguib Simón, mecenas de las noches con finos licores y volovanes; Ramiro, Gustavo y Alberto Domínguez, los tres compositores de gran prestigio.
Se contaba con la gracia y agudeza mental de Humberto G. Tamayo, y la simpatía de Ramiro Gamboa, cuando los locutores, que se volvieron famosos, trabajaban para la B Grande de México, la XEQ ,frente a la Alameda Central y la XEW en Ayuntamiento 53.
En el Café “Fornos”, enfrente del estudio Azul y Plata de la “W”, existen unas caricaturas de mi padre en la Galería de personajes de ese Café Bohemio de los artistas de la radio de los años cuarenta y cincuenta pasados.
Los anfitriones de esas tertulias musicales eran mi padre Alfonso García Peniche, como actor y declamador, egresado en 1926 del Ateneo Peninsular, mi madre, Margarita Acosta que dominaba el violín y el piano, como acompañante de esos actores y mi tía abuela Felipa Acosta franco, destacada cellista de conservatorio. No podía faltar el Danzón, pero en mi niñez no podía identificar los diferentes géneros musicales. El oído luego se acostumbra al ritmo, cuadratura y armonía musical para distinguir entre música y basura musical.
Entre las más antiguas y conocidas, sobresale la orquesta de don Luis Arcaraz, que procede del siglo XIX. Las orquestas mexicanas tocadoras de danzones son denominadas danzoneras. A partir de los años 30 del siglo XX se popularizaron en los bailes y en el disco importantes orquestas, entre las que se pueden mencionar “La Banda de Sam”, la del Chino Flores, hermanos Sánchez Rosado, Molina, Pasquel, Alfredo “Castañeda y sus Cometas, entre otras. Por esta cantidad de Orquestas Danzoneras ya podemos imaginar cuántos bailes se celebraban en la capital mexicana y cuantos bailadores de danzones por esos años había.
En 1940 se sumaron muchas más a las orquestas que ya existían, como “La Clave de Oro”, “Cardona” y su Danzonera”, “Miguel Ángel Serralde”, “Solistas de Agustín Lara”, “ “Marimba Chiapaneca”, “Toño Escobar y sus Locos”, la “Criolla Tropical”, la de “Juan Concha”, de ”Absalón Pérez”, de “Tomás Ponce Reyes”, de “Gus Moreno”, la “Banda Víctor”, la de “Alberto Domínguez”, de “Los Hermanos Márquez”, de “Ángel “Chino” Flores”, de “Emilio B. Rosado” y “Los Xochimilcas” magníficos músicos y excéntricos musicales que tocaban danzones en la radio, discos y televisión mexicana y otras.
Como pueden ver, era una época musical en la que el Danzón era parte del folclore capitalino. Lo describo como parte de la tradición oral de mis padres, porque lo viví, ya que nací en Mérida –en la “Casa Morisca”– un 26 de febrero de 1936.
He vivido ya ocho y media décadas de vida entre corcheas y letras, además del cálculo matemático adquirido por mi profesión de Ingeniero Civil, y como poeta y escritor desde el año de 1952, donde publiqué por vez primera un poema, cuando era director del Diario del Sureste, el dramaturgo Wilberto Cantón y nos abrió el periódico a un grupo de jóvenes fundadores de la Asociación Periodística Estudiantil Yucateca, de la cual salimos muchos escritores profesionales, que seguimos usando la pluma como lanza en ristre y con quijotismo seguimos haciendo ensayos, poemas y recordamos a nuestros maestros y familiares que nos guiaron por la senda de las Artes y la Cultura.
Pero continuemos por la senda de “El Danzón en México” para que las nuevas generaciones conozcan al Rey del Danzón.
Así era llamado un cubano: Consejo Valiente Roberts, conocido desde su niñez como “Acerina”. Muy joven vino para México y aquí se relacionó con Tiburcio Hernández, “Babuco”, otro cubano danzonero. Acerina entró por Puerto Progreso a Yucatán, empezó cargando los instrumentos de una orquesta, aprendió a tocar los timbales, instrumento que lo acompañó por el resto de su vida en la capital mexicana. Juan de Dios Concha le dio oportunidad varias veces de tocar en su Orquesta Danzonera y pocos años después ya “Acerina” tenía Orquesta propia, que se hizo muy popular y que dirigió hasta su deceso; pero siguió existiendo en los salones de baile del D.F. No pude conocer personalmente a Acerina, pero sí a la orquesta, y bailé con su música cuando se celebró el Encuentro Internacional del Danzón al que fui invitado en 1994, pero lo vi anunciado en el Smirna Club, a mediados de los años cuarenta, en la Calzada de Guadalupe, pues yo vivía en la primera calle paralela a la Calzada, en las calles de “Acerina” 96, en la parada de Éuscaro; y veía las carteleras que se ponían a la entrada de los salones de baile, cuando pasaba en el tranvía que corría del Zócalo a la Villa de Guadalupe.
<<Durante su segundo concierto virtual, la Orquesta “Anáhuac de México” presentó su nueva melodía titulada “Un danzón para Carmen”, la cual se basa en una ópera del siglo XIX. Tras haber realizado la dinámica “Un danzón bien rifado”, el director de la agrupación, Gerardo Arreguín, explicó que la ganadora de la reciente composición fue la maestra Carmen, quien decidió la inspiración que tendría la nueva melodía. Durante la presentación en línea, la ganadora del danzón detalló que en 1845 el músico francés George Bizet compuso la música de la ópera Carmen, la cual fue estrenada en París ese mismo año, aunque el evento no resultó exitoso.>>
Escribiendo estas líneas me llegó el siguiente mensaje;
TRAS CASI 83 AÑOS DE VIDA, EL” SALÓN LOS ÁNGELES” PIDE AYUDA PARA NO CERRAR.
Este Salón de Baile ”Los Ángeles” que se fundó en 1938, pide ayuda para no cerrar por la pandemia que atravesamos desde el año pasado, 2020, en marzo que tocó nuestro suelo, ha dejado sin trabajo a casi todas las orquestas, directores, músicos, empresarios en quiebra, meseros, y salones de baile, que catalizaban a la clase medía mexicana, que fueron la historia del Danzón y el Bolero en México, ahora a punto de cierre, como las escuelas privadas, michos restaurantes, bares y cantinas, donde algunos de los lugares descritos hacen milagros y se descapitalizan por los horarios de cierre o total por no ser de necesidad primaria en estos tiempos del Covid 19 y sus nuevas cepas.
Continuando considero que se debe aclarar que en esta musicalidad mexicana del Danzón, también contribuyeron otros músicos cubanos que migraron a México, como Tomás Ponce Reyes que vivió muchos años en este hermano país, y tuvo su Orquesta Danzonera y fue profesor de música, pero la mayor parte de su tiempo laboral la dedicó a componer danzones. Uno de sus más populares es el titulado “Salón México” que dedicó a esa famosa Catedral del Danzón de la capital. Juan Luis Cabrera, Juan Bruno Tarraza, y sobre todo Mariano Mercerón que fueron muy respetados y muy populares por sus conocimientos y experiencia en el Danzón.
Por los años 40 del siglo XX, Mercerón, santiaguero, tenía su Orquesta Cubana: “Mariano Mercerón y sus Muchachos Pimienta”. Vino a México y aquí se quedó para siempre, fundó otra orquesta y en ella re popularizó su famoso Danzón “Cuando canta el cornetín” dedicado a su instrumento y ambos músicos ya tienen un lugar especial en la música mexicana y unos versos de reconocimiento en esta Fraternidad Cubano-Mexicana.
Para “Acerina”
Cuando CONSEJO VALIENTE
hacía cantar el timbal
convertía en festival
el baile rápidamente.
Cuando tocaba, la gente
bailadora agradecía
su entusiasmo, su alegría
y ese ritmo retozón
que le impregnaba al danzón
que de sus manos salía.
Hoy todos los bailadores
recuerdan a don Mariano
como un músico cubano
bueno como los mejores.
De espirituales valores
por su personalidad,
por su humana calidad,
don MARIANO MERCERÓN
fiel amante del danzón
pasó a la inmortalidad.
“Para bailar danzón el hombre debe colocar el brazo izquierdo en escuadra lateral sosteniendo la mano derecha de su compañera, y luego, apoyar su propio meñique derecho extendido sobre la cuarta vértebra (de abajo p’a’rriba) de su pareja” dice Abraham Gorostieta (Martínez, 2013), historiador y artista plástico por la UNAM.
La descripción de Gorostieta es básica respecto de la postura corporal para bailar este ritmo, sin embargo, otra fuente ofrece más detalles:
El danzón se compone en ritmo de dos por cuatro y su base rítmica se apoya en la utilización del piano. Estructuralmente consta de tres partes, llamadas: Paseo o introducción; un primer trío (de clarinete); segundo trío (de violines) y un tercer trío (de metales), éste de sabor muy popular, por su ritmo marcado y pegajoso. Asimismo, lucía introducción, melodías y paseos que se interpretaban entre las melodías. Por costumbre, las parejas bailaban durante las melodías y dejaban de bailar durante los paseos, que aprovechaban para caminar, conversar y coquetear (“¿Cómo evolucionó el danzón?”, s. f.).
“Nereidas” es el danzón más popular en la historia de este género musical en México. Otros danzones, como “Cuando canta el cornetín”, “Mocambo”, “Zacatlán” o “La Negra”, también son considerados como los más representativos de este género.
Veracruz lleva el danzón al mundo, dice Pacheco, y entre risas advierte: “Si le preguntas a alguien disparatado (sic): ¿oye, el danzón es de Cuba? La respuesta es firme: No, el danzón es de Veracruz”.
Los proyectos que Gerardo Pacheco tiene a corto plazo son tres: publicar un libro de instrucción para bailar el danzón; lograr que el danzón sea reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; e instaurar la Casa del Danzón para acercar el género a la gente a través de documentos y música.
En más de un siglo del danzón en México, ha habido grandes exponentes y promotores incansables, como Pacheco, que tiene un solo objetivo: nutrir a la comunidad de un género musical que se distingue por su elegancia rítmica y difundirlo en más lugares del país y del resto del mundo.
Fuentes
Nuestro Danzón en México | Sabías que (dcubanos.com)
https://danzoneros.com/noticias-orquesta-anahuac-mexico-danzon-carmen/
Difusión Cultural UPN – México – ¿Cómo evolucionó el danzón? (upnvirtual.edu.mx)