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El Covid-19 como parteaguas social

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El mundo ha cambiado y cambiará

Pedro Escamilla

La humanidad está pasando por un momento crucial que hará que el mundo cambie: la pandemia del Coronavirus. Nunca la conciencia del hombre actual había pasado una situación así. ¿Qué cambios están germinando, se están dando, o ya se dieron, que harán que la cultura del mundo actual dé un giro de ciento ochenta grados?

Esquemáticamente se puede cubrir todos aspectos de la vida humana considerando las siguientes vertientes:

El aspecto económico – Vivir para trabajar, la importancia de lograr la riqueza material a como dé lugar, tener recursos materiales, dinero y lograr una mejor posición social. Paralelo a esta forma de pensar se desarrolló el sistema económico que permitió esa forma de actuar; esa ideología fue capitalismo salvaje. El neoliberalismo dominó en todo el orbe por más de cincuenta años, suficientes para permear en toda conciencia humana que el objetivo de la vida es tener riqueza. Había que conseguirla a como dé lugar, para ello había que sacrificar la convivencia familiar, es más, la familia fue desmembrada: el hogar se convirtió en un hotel, solo se llegaba a él para dormir, la familia casi no se veía, trabajan mamá y papá para mejorar el ingreso e inclusive, si era posible tener otro trabajo, el matrimonio buscaba la forma y la organización, pero no dejaban pasar la oportunidad. Los avances tecnológicos sirvieron para mejorar la eficiencia en la producción y disminuir la estructura de costos de las mercancías y los servicios. Esta mejora económica fue aprovechada por las grandes empresas para incrementar sus utilidades y generar enormes desigualdades. Las empresas crecieron, dominaron más mercados, se convirtieron en organizaciones de gran concentración monopólica, lo que les hizo vender a precios más caros y generar enormes desigualdades sociales y pobreza. A la par, la tecnología generó desempleo en el corto plazo, ya que prescindió del personal destinado a cumplir esas funciones que ahora las máquinas cumplen. Ejemplos: los cajeros automáticos de los bancos, las aplicaciones utilizadas en las cadenas de supermercados para llevar la canasta de mercancías a los clientes hasta su casa. Es de comentar que estos cambios se estuvieron dando antes de la aparición de la pandemia pero, con su desarrollo, los cambios se aceleraron; al no poder salir las familias, y requerir mercancías y servicios para dar continuidad a sus vidas, los comercios tuvieron que buscar alternativas para impedir que sus ingresos no se vinieran abajo tan drásticamente. Entre los cambios que se están dando ahora, los medianos y pequeños comercios están usando el internet para ofrecer servicios al mercado. ¿Por qué antes no lo hacían? El miedo al cambio: al operar normalmente, vendían presencialmente y sus ingresos eran suficientes para mantenerse; al estar cerrados por la pandemia, y al estar en aislamiento los clientes, los ingresos bajaron drásticamente. So pena de quebrar, no se podían dar el lujo de esperar a que se volviera a la normalidad; si esperaban dejaban de existir. Esa es la herencia que ha dejado la pandemia: un uso mayor del internet en sectores que no lo usaban, entre ellos clientes que descubrieron la eficiencia que implica ese servicio. El aislamiento lo motivó.

La conducta del consumidor – En materia financiera, tenderá a ser más ahorrativo, se incrementará los pagos sin contacto físico, el uso del dinero de plástico; en el ramo del entretenimiento, se harán menos masivos y más familiares; la salida a eventos fuera de casa disminuirá; así como los viajes fuera del país. Esta actitud del consumidor hará que los sectores del turismo y restaurantero sean los más perjudicados, por lo que tendrán que reconvertirse, so pena de morir.

El aspecto social – Actividades nuevas que se están dando debido a la pandemia y que se reforzarán para convertirse en actividades cotidianas son de varios rubros. En lo educativo, la pandemia ha motivado que, para que los programas educativos en todos los niveles se cumplan, las clases sean en línea. La nueva realidad va a hacer que surja con fuerza la educación en línea. Desde luego que, para que esta situación se dé, se necesita que la realidad virtual llegue a los lugares más recónditos de la geografía de nuestro país; el gobierno actual está emprendiendo una campaña para que el internet esté presente hasta en los lugares más apartados. Esta realidad se va a llevar a cabo en todos los niveles educativos, pero sobre todo en los niveles educativos más rezagados; la educación básica. Para que esto pueda suceder se requiere que el sesenta por ciento de la población en México mejore sus niveles de ingreso y pueda gozar de estos beneficios. De ese tamaño es el reto del Estado y del actual gobierno.

A nivel cultural y artístico – Las bellas artes y la actividad cultural propia de los intelectuales y creadores viven del público; en este aspecto, la masividad es clave para su éxito, por lo que tendrán que adaptarse. La movilidad social de los eventos masivos tendrá reducción, los formatos pequeños de público se demandarán y los actores de esta actividad se adaptarán para poder sobrevivir. Los géneros artísticos que más sufrirán estos cambios son la música, el teatro, la danza. Algunos creadores y artistas de la música ya han entendido los cambios que se avecinan, y ya se están adaptando, llevando actividades a grupos y a hogares en línea.

Salud – Es obvio que muchos de los cambios que se están dando provienen de este sector. Los ciudadanos están tomando más conciencia de las medidas de sanidad individual que en el hogar se deben de implantar de manera cotidiana para tener una mejor calidad. Los valores sanitarios fueron puestos en duda ante el advenimiento de la pandemia; hábitos, costumbres y actitudes propias de la masividad, el beso, el abrazo, hasta el aspecto sexual, cambiarán. Este sector mostró la verdadera cara del modelo neoliberal: el desmantelamiento del Estado permitió que se dejaran de transmitir recursos para la salud pública, los servicios bajaron en calidad, la saturación de derechohabientes en los hospitales, la poca inversión en maquinaria, edificios, personal médico especializado , en enfermeras y enfermeros dio motivo a la baja calidad en los servicios, la salud se transfirió al mercado, se dio un “boom” en inversiones privadas, consorcios surgieron que ofertaban los servicios de salud, con especialistas de buen nivel o de buenas cartas credenciales. A nivel sureste, Mérida se ha convertido en la capital de la salud. si se comparara el crecimiento que han tenido los seguros de gastos médicos mayores se tendría la prueba más palpable de que la salud se privatizó. Ese crecimiento que se ha dado antes, ahora se reforzará, aclaro, para los sectores de clase media alta y rica.

El aspecto ambiental – Los defensores del medio ambiente han afirmado que es el capitalismo salvaje –el Neoliberalismo– el máximo depredador de la Naturaleza. ¿Qué ha pasado que el planeta se ha estado deteriorando y hasta años recientes se comienza a hablar de la posibilidad del Apocalipsis de la humanidad? ¿Cómo se ha desarrollado esta? El día de hoy estamos en una encrucijada. Desde sus inicios hasta la era feudal, siglos XIV y XV, las estructuras socioeconómicas de producción de la humanidad no eran masivas, no había las unidades –Estado– que amalgamaran las provincias, los feudos y las monarquías. Era necesario unirlas en una entidad política para dar la pauta al mercado nacional, premisa importante para la comercialización masiva. ¡¡Era importante vender a muchos!! Esta condición geopolítica dio pauta al desarrollo del sistema de producción capitalista: la propiedad privada de los medios de producción. La creación de los mercados nacionales sentó las bases para producir masivamente. La revolución industrial, cuya cuna fue Inglaterra, fue el broche de oro del sistema. Se sentaron las bases para las acciones masivas: producción, ganancia, comercialización. Sin embargo, también surge la contradicción inherente al sistema: el despilfarro masivo y la contaminación, que en un principio era marginal, de poca importancia. Con el afán de la ganancia como el motor principal del sistema, se comenzó a extraer de la naturaleza los recursos necesarios para convertirlos en materias primas indispensables: madera, generando deforestación, uso masivo del agua, que con el paso del tiempo fue haciéndose más cara para el uso entubado para las grandes ciudades, que fueron creciendo a medida que sus mercados se fueron volviendo nacionales. Sin embargo, esos recursos que se extraían no fueron reponiéndose, ya que su costo era cero para las empresas; y lo que no cuesta y no tiene valor de cambio no se cuida, se despilfarra. Del siglo XV a nuestro siglo, siglo XXI, se ha extraído de manera irracional, y sin tener en cuenta las necesidades de la naturaleza, cantidades inconmensurables de recursos que se han convertido en bienes y servicios para una creciente sociedad consumista y masiva y, lo más importante, se extrae riqueza y se devuelve a la naturaleza, que es el basurero del sistema, suciedad, basura y contaminación. Lo anterior y el aislamiento al que actualmente está confinado la humanidad están dando pautas a la reconversión de los valores ambientales. Se ha invadido áreas que eran hábitat de fauna y flora que hoy actualmente se están recuperando; cada vez el ciudadano tiene más conciencia de que hay que proteger a la naturaleza y que de esa forma nos protegemos; pero la reconversión más importante se dará cuando la forma de organizar la producción y los servicios cambie. Revertir este modelo de producción en base a la ganancia desmesurada y sin tomar en cuenta la importancia de no romper los equilibrios del ecosistema es de suma importancia, pero la sociedad civil es la única que organizada debe de presionar a las élites de poder para que se impulsen acuerdos concretos y metas cuantificables en tiempo. El Estado debe propugnar que las empresas sean social y ecológicamente más responsables y normar para que sea obligatorio que toda empresa incluya en sus estructuras de costos la reposición de lo que se le ha quitado a la naturaleza. Solo de esa manera, cuando cuesta algo, se adquiere responsabilidad para reponer.

En síntesis, el modelo neoliberal fracasó. El axioma de este modelo –que el Estado no debe de intervenir en actividades económicas– propició un estado débil, carente de fuerza, de solidez para normar y regular las actividades de las grandes empresas, ocasionando la concentración de la riqueza generada en pocas manos y la pobreza en muchas. El Estado, débil y con escasos recursos, dejó de intervenir en actividades que propiciaban el bienestar social como la educación, la salud, la cultura; en otras palabras, desmanteló el bienestar de la población, generando la carencia de oportunidades de grandes capas de la población que, al no tener recursos suficientes, no podían hacer uso de ellas.

Los grandes pensadores del mundo actual comentan que esta es la oportunidad para el desmantelamiento del modelo neoliberal y, a su vez, para crear condiciones para tener un Estado fuerte que regule la actividad económica, generando condiciones de bienestar para la población a través de una mayor distribución de la riqueza.

En suma, el parteaguas que representa el Coronavirus hará que el mundo cambie y está en marcha. Ojalá que sea para bien y que las fuerzas retrógradas no se impongan a este cambio. Todo tiene sus pros y sus contras. Ojalá pese más lo positivo, para bien de la humanidad.

Al tiempo.

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